El Hincha

Alegría albiceleste

¡Pumas de Bronce! Argentina logró subirse al podio en Tokio, tras superar diferentes adversidades

El seleccionado argentino de seven capitalizó la experiencia vivida en Río 2016, dónde se ubicó quinto. Un cicló que tuvo de todo, Mundial, Juegos Panamericanos (oro) y por sobre todas las cosas: muchos trabajo, planificación, sacrificios y lo más importante el amor por el juego y los colores


Los Pumas Seven lograron la medalla de Bronce en Tokio 2020, primera presea para Argentina en los JJOO. Crédito: Prensa UAR

Nada de casualidad tiene la conquista de la medalla de bronce que logró el seleccionado argentino de juego reducido. Y si tiene un cien por ciento de causalidad, el ciclo olímpico liderado por Santiago Gómez Cora como el arquitecto, paso del duro golpe de perder en cuartos de final en Río 2016 a ganarle al mismo rival –Gran Bretaña-, y quedarse con el tercer puesto en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, obteniendo la primera presea en la historia de la ovalada dentro del olimpismo.

Con la experiencia vivida cinco años atrás, torneo en el que Los Pumas Seven tenían una gran ilusión, un plantel que tenía refuerzos, fue un aprendizaje muy importante para Gómez Cora y todo su staff técnico. Durante el proceso en el Circuito Internacional, el equipo tuvo altibajos, combinaba buenas y malas actuaciones, pero el norte seguía ahí, fijo e incólume.

En el medio del camino a Tokio 2020, el seleccionado logró ubicarse en el quinto lugar en el Mundial de Seven celebrado en San Francisco, Estados Unidos en 2018. Y un año después, este mismo equipo se sacó la gran espina de poder lograr la medalla dorado en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

El plantel sufrió modificaciones importante, no sólo por el recambio generacional que es inevitable, sino por la aparición de nuevos valores, y de rendimiento de los jugadores. Gómez Cora no fue tozudo, buscó, entrenó y probó a todo aquél que estuviera en el radar, no tuvo ningún miedo en incluir a chicos que venían de Los Pumitas.

Se podría haber citado a algún Puma del rugby de XV, pero Gómez Cora respondía una y otra vez, que” si había algún elemento que no pudieron concebirse dentro del plantel, se lo iba a buscar afuera”. Pero la construcción seguía su curso, y el grupo cada día se hacía más sólido.

Del plantel de Río sobrevivían Gastón Revol, Santiago Álvarez y Germán Schulz, mientras que Franco Sábato, fue incluido como reserva. El resto todos jugadores que decidieron quedarse y cumplir con el sueño de estar y disputar un Juego Olímpico. Y entre esos integrantes hay un grupo de jóvenes talentos, insolentes y desfachatados por momentos en su  forma de jugar, como Marcos Moneta, Lucio Cinti e Ignacio Mendy, que fueron medalla dorada en los Juegos de la Juventud en Buenos Aires 2018 y que en Tokio fueron pilares fundamentales para lograr subir al podio.

El camino al bronce fue largo, seis partidos –aunque duren 14 minutos-, del gran golpe en el debut al derrotar a Australia, luego la –comprensible- caída con Nueva Zelanda y el cierre de la fase de grupos con la goleada sobre Corea del Sur.

En el segundo día de competencia llegó la hora de la verdad, y a pesar de a que muchos la frase no les gusta, es una instancia que es a “matar o morir” o podría decirse “todo o nada”. Tocó jugar con Sudáfrica, candidato natural a pelear por la medalla dorada, al inicio del partido con los sudafricanos, llega la expulsión de Gastón Revol, hombre fundamental para el equipo, no sólo por lo que aporta en el juego, sino por su liderazgo y experiencia, pero los pibes no se achicaron, no le temieron a los Blitzboks, y con inferioridad numérica salieron a combatir. Esa enjundia con la que afrontaron el resto del encuentro fue determinante, porque además para darle el tinte de victoria épica, sobre el epilogo fue amonestado Lautaro Bazán Vélez, con lo cual Argentina tuvo que disputar la última jugada con dos hombres menos, pero esos cinco argentinos se hicieron mucho más fuerte y lograron hacerse de la pelota para decretar el pase a semifinales.

Festejo albiceleste tras derrotar a Gran Bretaña por 17 a 12 y conquistar el Bronce.

Instalados entre los cuatro mejores, el duelo frente a Fiji, reyes absolutos del juego reducido, fue muy digno, se combatió de igual a igual, no se pudo pero el equipo dejó todo. Horas más tarde, y esto es lo que tiene el Seven, es que el torneo es cortó y se juegan dos o tres partidos por día. No hay tiempo para ir al hotel y trabajar con el equipo para levantarlo tras una derrota.

Y para agregarle más emotividad, el rival por la medalla de bronce era el mismo que en Río 2016 eliminó a Los Pumas Seven: Gran Bretaña, seleccionado que es conformado por los mejores jugadores de Inglaterra, Escocia y Gales –una ventaja extra-.

El partido por el tercer puesto no arrancó favorable para los argentinos, pero si algo demostró este equipo además de buen juego fue tener temple y personalidad en los momentos claves. “Paciencia”, se escuchaba desde el banco argentino, y poco a poco, el equipo fue encontrando el camino para poder primero igualar en 5, y luego ponerse adelante en el marcador por 12 a 5.

En los eternos siete minutos del segundo tiempo, los británicos empataron en 12. Pero el orgullo albiceleste estaba intacto, primero llego el golpe con el try de Mendy para ponerse 17 a 12. Y después la garra Puma para tacklear a destajo y pescar esa última pelota para decretar la presencia de Argentina en el podio.

Quizás para otros ser terceros signifique poco y nada, subir al podio es solamente para cumplir con el protocolo y rápidamente sacarse la medalla de bronce para olvidar que no se ganó. Para el Rugby –que en los últimos tiempos ha sido juzgado por gran parte de la impoluta sociedad argentina- poder lograr una medalla, subir al podio, es un hecho inigualable que hace que este equipo inscriba su nombre en el historia del deporte argentino.

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