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Pulseada al cáncer de mama

En España estudian crear vacunas con anticuerpos que generen aquellas que han pasado por esta enfermedad. El objetivo es reforzar el sistema inmune de la paciente y evitar las clásicas recaídas. Actividades Día Mundial de la Salud

Una clínica española puso en marcha un ensayo para comprobar la eficacia de drogas elaboradas con células del sistema inmune de la propia paciente con cáncer de mama. El objetivo es intentar reducir las recaídas en las que sufrieron la enfermedad.

Las vacunas están elaboradas con células dendríticas del sistema inmune de la paciente y estimuladas con su propio tumor para reducir la progresión del cáncer de mama en un subgrupo determinado de esta enfermedad, aquel en el que las células tumorales no expresan la proteína HER2.

El estudio, cuyo inicio anunció ayer la Clínica Universidad de Navarra, es pionero en aplicar esta terapia combinada con el tratamiento estándar.

Los resultados preliminares sobre un eventual aumento de respuestas del tumor (reducción de su tamaño e, incluso, desaparición) a los tratamientos combinados de quimioterapia e inmunoterapia de este ensayo clínico podrían obtenerse en mayo de 2012.

La investigación fue aprobada recientemente y todavía mantiene abierta la fase de reclutamiento de pacientes: mujeres diagnosticadas de cáncer de mama en estadios II y III, correspondientes a tumores no metastásicos, de más de 2 centímetros, con o sin afectación ganglionar.

Las participantes recibirán el tratamiento convencional (quimioterapia para reducir el volumen de la enfermedad, extirpación del tumor y radioterapia), además de las vacunas personalizadas durante el tratamiento con quimioterapia antes de la intervención y, posteriormente, como mantenimiento.

Estas vacunas autólogas se elaboran en el laboratorio de Terapia Celular de la Clínica Universidad de Navarra con las células tumorales extraídas de la propia paciente.

El proyecto complementa el tratamiento oncológico tradicional con un calendario de vacunación de dos años de duración, con un mínimo de 6 y un máximo de 14 vacunas, mediante inyección intradérmica.

Para eso se realiza una biopsia del tumor, se procesan las células tumorales y de ellas se obtienen los antígenos (molécula capaz de inducir una respuesta del sistema inmune).

Además, a la paciente se le extraen también células de su sistema inmunológico (monocitos que se transforman en células dendríticas) para que en el laboratorio se pongan en contacto con los antígenos del tumor a fin de conseguir así que las propias defensas de la paciente lo reconozcan como una amenaza para su organismo y puedan atacarlo.

Con las células dendríticas obtenidas de su sistema inmune, procesadas después con los antígenos del propio tumor, se elaboran las vacunas contra la enfermedad que se administrarán a la paciente.

Según destacó en un comunicado Marta Santisteban, investigadora principal del estudio, “se trata de reforzar el sistema inmune para defender al organismo de las células tumorales”, un tratamiento que se probó con éxito en otro tipo de tumores pero nunca en cáncer de mama antes de la cirugía y como mantenimiento.

Descifran el ADN de este cáncer

Expertos norteamericanos lograron aislar el genoma completo de tumores de este tipo en 50 pacientes. Se trata de la investigación más avanzada realizada hasta el momento en esta enfermedad. Los tumores analizados tenían más de 1.700 mutaciones, la mayoría únicas de cada individuo.

Así, pudo observarse no sólo la complejidad del genoma del cáncer sino también por qué algunas terapias no funcionan en ciertos pacientes mientras que en otros sí.

Matthew J. Ellis, MD, profesor de Medicina en la Universidad de Washington y principal investigador del proyecto, sostuvo: “Esto explica nuestra dificultad para predecir los resultados y ayudará en la búsqueda de nuevos tratamientos”.

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