Pablo Soria
Dow Química anunció ayer el cierre progresivo del complejo industrial y la demolición de su planta de Puerto General San Martín, de aquí a mayo del año próximo. Y este martes, trabajadores paralizaron la producción y se manifestaron con el acompañamiento del Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (Soepu).
Aunque desde Dow aseguraron entender “el impacto que tendrá en los empleados de San Lorenzo y sus familias” y reafirmaron el compromiso “de manejar esta situación de manera respetuosa, justa, equitativa y sujeta a derecho a todo el equipo, a contratistas y a proveedores relacionados con la operación”, lo concreto es que 120 trabajadores se quedarán sin fuentes laborales.
“Si Dow tomó la decisión de irse del país, será difícil de torcerlo”, advirtió Mauricio Brizuela, secretario general de Soepu. Piden que la multinacional ceda las instalaciones a otros capitales. “Ojalá alguien pueda hacerse cargo de la fabricación de este producto, tan importante para las colchoneras, para las líneas de blanco y para las automotrices”, señaló el dirigente sindical.
En principio, la planta se mantendrá operativa hasta mayo de 2022. En los próximos meses se detallará cómo será la secuencia del cierre, la finalización de las actividades y la posterior demolición de las instalaciones, así como la fecha de salida y las condiciones económicas.
“La empresa quiere dejar de producir en Argentina a partir de mayo, en un proceso que también incluye la demolición de la planta. Si Dow se quiere ir, que se vaya. Nos duele y queremos evitar que se detenga la producción de este producto único para la industria nacional”, sostuvo Brizuela.
Desde este martes, los 120 trabajadores paralizaron la planta por tiempo indeterminado. “Es una planta peligrosa, con óxido de propileno, un producto inflamable. Los trabajadores no estaban en condiciones de seguir produciendo y la empresa piensa que vamos a acompañarlos hasta que nos lleven al cementerio, lo que no es así”, reprochó Brizuela.
Según el gremialista de los petroquímicos, “la empresa no tiene problemas financieros y me arriesgo a decir que estamos entre los trabajadores mejores pagos del Cordón Industrial. Esto es una decisión política de la empresa. Hay capacidad ociosa en Brasil y quieren importar este producto. Pero si no le ponemos un freno a la importación de este producto, dentro de un par de años también caerán en la volteada las colchoneras y otras empresas”, aventuró.
Para Brizuela, “este producto que se fabrica en Dow es de suma importancia para la matriz industrial argentina. No quieren tener competencia en el país porque son únicos. Y quieren traer el producto terminado de Brasil y Colombia”, indicó en relación al plan anunciado por Dow Química.
Entendió Brizuela que la producción de Dow “no pueden dejar de hacerse en la Argentina por las consecuencias que sufrirán las otras empresas que se verán afectadas. Seguirán perdiéndose puestos de trabajo y desvirtuando la balanza económica. Cualquier importación genera salida de divisas”, cerró.
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