Por David Ferrara, fotos de Juanjo Cavalcante
Por fin la alegría fue en casa, el delirio en el Bonilla, el corte de red en 27 y la locura en la sede. En esta ocasión el 91 a 72 ante un gran Sportsmen fue de local, con su gente, para un 3 a 1 tan trabajado como justo y para que la vuelta olímpica sea en el rectángulo que vio crecer, por ejemplo, a Adrián Boccia, Matías Aristu y Tomás Gómez Platia.
Provincial estiró este viernes su exitoso momento en el básquet rosarino, en el que en apenas tres temporadas concretó dos títulos locales de Superliga, uno de Primera A, Copa Santa Fe, ascenso a Federal y ascenso a Liga Argentina. Esta vez sin Gustavo Lalima, pero con Iván Acosta. Algo así como el campeón del lustro, que festejó en familia, primero para recibir medallas y Copa de manera organizada, y luego con la invasión de los pibes al rectángulo para el festejo. La invasión de los que mañana serán como Adrián, Matías o Tomás.
No fue fácil para el Rojo ante un gran Sportsmen, que una vez más estuvo a la altura de la final, pero que no pudo en el juego de los detalles. Y que Provincial cuente con un plantel de jerarquía no le quita mérito, sino que agiganta los del Verde.
El primer cuarto fue deslucido y trabado por las faltas, pero se jugó en un trámite que le sienta bien a este Sportsmen, profundo y cercano al cesto. Eso sí, Boccia lideró al dueño de cada para un 16 a 16 apagado. En el segundo parcial estalló el pleito con Adams impresionante, pero un detalle le abrió un ventanal al local, ya que por tener a Wilcox y Zapata cargados de faltas, Sportsmen fue a zona, y ahí se liberaron los tiradores de Provincial.
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Y el tercer cuarto fue el de quiebre, porque el Rojo frenó a Adams, obligó a Sportsmen a tirar cada vez más lejos, y en ofensiva tuvo altísimo control del movimiento de pelota y de la lectura de espacios para dinamitar la zona primero con lanzamientos, y para correr después.
El Verde fue con el orgullo de un gran equipo, pero el partido y la serie ya tenían un ganador; el mismo de los últimos tiempos; el campeón del lustro, la Dinastía Roja.
LOS GOLEADORES DEL ROJO
Santiago López hizo 19 puntos con 4 asistencias, Adrián Boccia 17 con 5 rebotes, Gastón Gerbaudo 14, Federico Pérez 14, Matías Aristu 13 con 14 rebotes, Tomás Gómez Platia 6, Felipe Morello 5, Lucas Herrera 3 y no anotaron Matías Stra, Francisco Torres, Goyo Traglia y Thiago Simón. No estuvieron entre los 12 en este duelo Gastón Pérez, Santino Simón ni Manuel Escobar.
Tiró 15 de 35 en triples, lanzó menos de simples pero fue más efectivo (12/15) y le sancionaron más infracciones (27 a 17).
LOS GOLEADORES DEL VERDE
Jaquan Adams anotó 29 tantos, 22 en la primera mitad, mientras que Nigel Wilcox hizo 14 con 3 tapas y 7 rebotes, Alejo Paoloni 9, Joaquín Zapata 6 con 7 rebotes, Diego Foradori y Martín Fagotti 5 y Augusto Torres 4. No anotaron Ignacio Bertrán ni Francisco Bermúdez y no ingresaron Ignacio Tripelli, Santiago Foradori y Francisco Buetto.
Otra vez no estuvo fino en los libres (19/30) y nunca halló el gol a distancia (1/11). Cometió 17 faltas y le sancionaron 27 a sus rivales.
CON LA CAMISETA AL REVÉS
El hombre sin número. Santiago López tenía el 9 en planilla y el 4 en la camiseta. Por eso hubo que recurrir al ingenio criollo
¿ERA EL PELO?
Jaquan Adams no venía tan desequlibrante en la final como supo serlo en etapas anteriores, pero para el duelo de este viernes dejó las trenzas y volvió al afro que lució ante Regatas. Y metió 29.
LA DÉCIMA
Desde aquella primera de 1926 a esta última de 2024, son 10 los torneos de primera local del Rojo.
LA CAMPAÑA
Provincial ganó 10 y perdió 4 en la fase regular para ser segundo en su grupo, mientras que en cuartos de final se impuso a Gimnasia 2 a 1, en semifinales a Sportivo América 2 a 0 y en la final a Sportsmen 3 a 1.
IMPRESIONANTE MARCO
Una vez más el básquet rosarino mostró su capacidad de convocatoria, con dos instituciones movilizadas con su gente para ponerle color, sonido y emoción a otra noche magnífica, esta vez con un comportamiento cercano a lo ejemplar. Además, de la gente de básquet en general, el Gato Formica fue alentar a su querido Sportsmen.
NO PUDO SER, OTRA VEZ
Los pibes y pibas tristes en la tribuna, lagrimeando su amor por los colores, y en la cancha los veteranos aguantando con hidalguía, los más jóvenes mascullando bronca. A Sportsmen se le negó otra vez el título local que espera desde 2011 y que se escapó en cuatro finales en los últimos cuatro años, en su mayoría frente a rivales con jerarquía de Liga Nacional. No es poca cosa para un club de barrio, incluso aunque sea uno de los grandes de la Rosarina y habrá que anotar el gigantesco mérito del protagonismo y la apuesta, aunque suene a muy poco por estas horas.