Ciudad

Protesta frente al Heca por la muerte de un trabajador

Cortaron avenida Pellegrini y reclamaron mejores condiciones de seguridad para desempeñar sus tareas.

La muerte de un empleado del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, durante un accidente de trabajo que se produjo el pasado viernes, disparó una protesta de trabajadores en reclamo de mayor seguridad tanto en los elementos de trabajo que necesitan, como la necesidad de que alguien se haga cargo de los problemas de inseguridad que tienen tanto afuera del hospital como en su interior. Después de que terminaran la protesta frente al centro de salud, los trabajadores se reunieron con el director del Heca, al que le expusieron el problema y quedaron en enviarle el petitorio con la firma de todos los trabajadores.

El corte empezó ayer a la mañana, cuando los trabajadores del Heca cortaron ambas manos de avenida Pellegrini entre Riccheri y Vera Mujica. Allí protestaron por la muerte de Juan Carlos Bertolín, de 51 años, quien falleció el viernes tras un accidente dentro de las instalaciones del centro de asistencia médica. Con una bandera con la inscripción: “Estamos de duelo por el compañero Juan C. Bertolín”, ambas manos de Pellegrini fueron interrumpidas y en vez de autos sólo podía verse a los trabajadores del Heca.

Según los trabajadores, Juan Carlos estaba realizando tareas de limpieza y emparche de fisuras de los techos del hospital. Y, según contaron, se encontraba en la parte de arriba de uno de los patios internos sin utilizar elementos de seguridad porque no estaban disponibles en ese momento y se cayó. “Lo atendieron y a dos horas murió”, sostuvo uno de los trabajadores.

Mario González, delegado de los trabajadores, destacó que además de la falta de seguridad para desempeñar sus tareas, son blancos del tradicional problema de inseguridad en el que se sienten totalmente desprotegidos.

“Es muy común que asalten a los compañeros en el perímetro del hospital, o que rompan los vehículos cuando la playa de estacionamientos está llena”, sostuvo.

Otro de los inconvenientes tiene que ver con que por las características de los casos que ingresan al Heca, es muy común que se presenten familiares exaltados con ganas de romper todo, pero el problema es que no cuentan con nadie a quien recurrir. “El destacamento policial se ocupa de cuestiones administrativas, y los empleados de seguridad del hospital no intervienen en este tipo de casos”, explicó el delegado gremial. “Ayer (por el domingo) había unas 50 personas obstaculizando el ingreso de las ambulancias. Nadie podía sacarlos, ya que eran familiares de dos jóvenes accidentados. Pero en algunas ocasiones los familiares se exaltan, rompen vidrios y puertas, y se la agarran con los empleados”, afirmó.

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