Ciudad

Protesta de guardavidas por agresiones en la playa

Piden más seguridad en la Rambla Catalunya y realizan guardias pasivas tras sufrir ataques de bañistas.

Por: Diego Montilla

Los guardavidas de la Rambla Catalunya comenzaron ayer a las 16 una guardia pasiva en protesta por la falta de suficiente personal de seguridad en esa playa pública tras sufrir agresiones “por gente alcoholizada” que concurre al lugar, “atestado” de concurrentes durante gran parte de la jornada. La medida, que se tomó de manera sorpresiva, es por tiempo indeterminado hasta tanto se sumen efectivos de la Guardia Urbana Municipal (GUM) o de la Policía para resguardar su integridad física. Entre los distintos hechos que obligaron al personal a tomar esta determinación –que suele repetirse durante los veranos en esa zona– se contabilizaron algunas agresiones físicas en las últimas jornadas y piedrazos anónimos contra los puestos de vigilancia “sin mediar ninguna razón ni motivo”, según informaron.

“Esto se descontroló”, relató con voz preocupada el jefe de los guardavidas, Sergio Nanni, quien desempeña sus tareas en esa zona que es jurisdicción municipal y abarca una franja de unos 900 metros de arena y río. “Realmente nos cansamos. Lo que ocurre es que la seguridad es insuficiente y somos nosotros los que tenemos que poner el cuerpo frente a personas que están muy agresivas y fuera de sí. Se ven por todos lados bañistas consumiendo alcohol y en muchas oportunidades pierden la cabeza y no aceptan ninguna recomendación o control poniendo en riesgo sus propias vidas”, explicó.

Guardia pasiva

La medida de fuerza es una guardia pasiva y esto significa, entre otras cosas, que los puestos de vigilancia cierran sus puertas y que los 16 guardavidas que se desempeñan en el lugar están trabajando “bajo protesta”. “Lo que hacemos es bajarnos de los mismos y mezclarnos entre la gente. Seguimos controlando que no haya ninguna persona con riesgo de ahogarse o estamos listos ante un hecho de esas características pero no estamos realizando ninguna tarea de concientización ni preventiva. Los chicos (por el resto de los guardavidas) no soportan más esta situación. Hay momentos en que tenés que salir a buscar a la policía y eso implica abandonar el puesto. No podemos hacer esto. Hay muchos alcoholizados entre la gente. Los muchachos vienen con las heladeras llenas de alcohol y después se meten al río, con el riesgo que implica”, añadió.

Violencia

El ambiente vivido tanto durante el 25 de diciembre durante todo el día y en la jornada de ayer fue “muy tenso”, según explicó Nanni. “Fueron distintos hechos que fueron pasando hasta que llega la gota que rebalsa el vaso, las cosas suelen ocurrir de esa manera. En uno de los casos, fuimos a rescatar al agua a un muchacho que estaba completamente alcoholizado y uno de los guardavidas terminó siendo agredido. Hubo que inmovilizarlo porque el nivel de agresión era muy alto. Esas son las cosas que están ocurriendo y de las cuales tenemos que hacernos cargo nosotros. Otra cosa que ocurrió fue que voló un cascotazo contra uno de los puestos. La piedra partió desde algún lugar donde estaba la gente y por fortuna pegó en un caño. Si le pegaba en la cabeza al guardavidas podríamos estar lamentando una herida grave y hasta quizás una muerte. Hacen falta policías, con la Guardia Municipal no alcanza, no dan abasto y no están para esa función. Hay peleas, arrebatos, gente alcoholizada y nosotros no podemos estar encargándonos de llamar a la policía”, continuó.

Nanni apuntó a la falta de prevención por parte del Estado y se quejó que se deja a los guardavidas “desprotegidos y librados a su suerte”. “Siempre pasa lo mismo. Esto pasa porque estamos ante políticas que actúan como parches cuando ocurren los hechos pero nunca se realizan las tareas preventivas que son tan necesarias. Nosotros nos venimos reuniendo con distintos funcionarios desde el mes de octubre, alertándoles que esto que terminó ocurriendo podía pasar. Y pasó. La situación se descontroló por el nivel de violencia y así no podemos ejercer nuestro trabajo. Mires para donde mires hay gente tomando vino, cerveza y otras bebidas alcohólicas”, se quejó.

Reiteración

La situación no es nueva y se ha venido repitiendo a lo largo de los últimos años. A comienzos de este año –unos días antes que termine el mes de enero– los guardavidas realizaron una medida de fuerza pasiva, idéntica a esta, por lo que concurrieron a la zona de trabajo “sin la ropa adecuada” y “quedándose entre la gente, no en las torres de control”. Ante este panorama, distintos funcionarios se reunieron con los socorristas quienes volvieron a trabajar con normalidad ante la promesa de una mayor presencia de agentes en la zona que va entre el balneario La Florida y la bajada Puccio.

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