Gremiales

En guardia

Protesta al plato por el bono

El gremio gastronómico se declaró en alerta por una franja minoritaria de establecimientosque no cumplen con el extra de $5.000. Trabajadores presionan con asambleas y retención de tareas para reclamar. La Uthgra recibió también denuncias de propietarios que no pagan pero hacen firmar recibos


Alerta al plato. La Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos se puso en guardia ante la negativa de un sector, minoritario pero numeroso, de la patronal a pagar el bono de 5.000 pesos acordado por la CGT y el gobierno nacional, que lo aplicó por decreto. “Siempre hay unos vivos”, describió con contundente claridad el secretario Gremial de Uthgra Rosario, Sergio Ricupero, quien marcó que todo el gremio está en conocimiento y pendiente de la situación, en particular para dar cobertura a protestas. Es que los reclamos se concretarán en cada lugar de trabajo en vez de una medida general, en atención al sector que si cumplió. Pero en ese marco el gremio también recibió denuncias de otros casos, que no refieren a una negativa de propietarios de establecimientos “mal asesorados”, sino de empresarios que hacen firmar a sus empleados recibos por el bono, sin haberlo pagado.

“Estamos en alerta. Hay situaciones, pero la mayoría está cumpliendo”, marcó Ricupero. Según describió el dirigente sindical, en los locales grandes, y establecimientos reconocidos no han tenido dificultades.

“El problema son los más chicos y los que están más alejados, un hóstel, un bar, un restorán en alguna localidad pequeña”, citó Ricupero. Es que la delegación Rosario de la Uthgra representa a los trabajadores –más de 13 mil en total– de los seis departamentos del sur de Santa Fe, donde hay alrededor de un millar de establecimientos de hotelería o gastronomía. Con un cumplimiento, relevado por el gremio, del 80 por ciento en el pago del bono, más de ese porcentaje de trabajadores del rubro ya tiene la primera mitad en el bolsillo. Pero hay dos centenares de establecimientos donde todavía sigue la pulseada.

En el rubro se paga el total del bono a trabajadores de jornada completa y proporcional a los de jornada parcial o de fines de semana. Ricupero mencionó que saben que el sector “no está en sus mejores tiempos”, pero recordó que la paritaria está vigente hasta marzo, por lo que los salarios gastronómicos perdieron más terreno todavía. El bono, así visto, remedia en parte ese derrotero.

El sindicato gastronómico no avanzó, al menos por ahora, en llevar los casos al Ministerio de Trabajo de la provincia, aunque sí ampara protestas con retención de tareas o asambleas en los comercios donde no se cumplió el pago o se simula el acatamiento al decreto sin haberlo efectivizado. En el gremio saben que la presión por esta vía puede ser descomunal: si en una parrilla está el asado a punto y los trabajadores se declaran en asamblea, lo más probable es que los comensales pasen sin escalas a estallar de furia.

“El gremio se ha declarado en alerta y respalda a todos los trabajadores que vienen transitando por esta situación: el bono debe pagarse a todos”, sentenció Ricupero, quien no descartó escraches a comercios que persistan en el incumplimiento, aunque apostó al buen juicio de los propietarios.

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