Policiales

puente sorrento

Protagonizó una discusión y lo ejecutaron de dos tiros

La víctima fue hallada con un disparo en la cabeza y otro en el pecho en el patio de una casilla de Garzón al 1600 bis.


Un joven de 25 años recibió un disparo en la cabeza y uno en el tórax anteayer a la tarde en medio de una discusión que mantuvo con un hombre en el interior de una casilla de Garzón al 1600 bis, cerca del Puente Sorrento. El herido fue trasladado al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde pasadas las 22 y tras agonizar seis horas falleció. Los testigos contaron que el móvil del crimen fue un robo y los voceros policiales indicaron que el autor está identificado. Voceros judiciales aclararon que el fiscal Adrián Spelta aún trabajaba para determinar tanto la mecánica como el móvil del asesinato.

Dos uniformados de la Policía de Acción Táctica (PAT) patrullaban la zona de Sorrento y Olavarría cuando alrededor de las 16 de anteayer escucharon detonaciones. Los policías llegaron a la zona y algunos vecinos dijeron que vieron pasar a dos desconocidos a la carrera y los identificaron como los autores de los disparos. Los policías dieron una vuelta y lograron detener a uno de ellos, quien fue identificado como Gabriel E., de 19 años.

Así las cosas, en el patio de una casilla de Garzón al 1600 bis otra dupla de policías, que llegó como refuerzo, encontró malherido a Mauricio Sosa, de 25 años. Los médicos del Sies diagnosticaron que Sosa tenía una herida de arma de fuego en la cabeza y en el pecho y lo trasladaron al hospital Eva Perón de la localidad de Granadero Baigorria.

En un primer momento el caso quedó a cargo del fiscal de Flagrancia en turno, quien ordenó que se tomaran todas las declaraciones posibles en el lugar. Después, por la gravedad de las heridas, la investigación quedó a cargo de la Fiscalía de Homicidios Dolosos. Fue en esa circunstancia que Carla A., de 19, contó que los autores de los tiros fueron los hermanos T. y el motivo se debió a que momentos antes el herido y otra persona sustrajeron elementos a un allegado de éstos.

Pasaron dos horas y los investigadores encontraron a Elena R., conocida como Picuda, quien reconoció que había sido víctima de un robo a su vivienda. La mujer contó que había recuperado parte de lo sustraído en la precaria vivienda de Olavarría al 1600 bis, la misma manzana donde hallaron a Sosa malherido. Además, dijo que se retiraba del lugar cuando escuchó detonaciones y una voz de mujer que repetía “¡Ricky que hiciste!”. Tras los dichos de Picuda, los policías fueron hasta la casa del joven detenido donde también vive Ricky L.. Micaela G., de 22 años, dejó entrar a los uniformados pero no había señales de su pareja.

Las fuentes consultadas indicaron que una de las hipótesis es que la víctima mantuvo una discusión con al menos dos personas, la cual terminó con su ejecución. Por su parte, el joven de 19 años detenido reconoció que su compañero en la carrera era Ricky, pero no aportó otros datos. Antes de las 22, el muchacho fue liberado y casi media hora más tarde los médicos del Eva Perón informaron que Sosa había fallecido.

Los voceros judiciales aclararon, al cierre de esta edición, que se esperaban los resultados de las medidas ordenadas por el fiscal Spelta para determinar tanto la mecánica como el móvil del homicidio.

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