El Ciudadano
El histórico defensor de Esteban Alvarado seguirá con prisión preventiva hasta el próximo 22 de diciembre en el marco de la causa que lo investiga por usufructuar ilegalmente el título y cargo de abogado para acceder a información y manipular bienes y recursos, todo en pos de la obtención de beneficios lícitos e ilícitos para la asociación ilícita liderada por su defendido. Así lo resolvió este martes por la tarde la jueza María Carrara tras aceptar el pedido de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, quienes imputaron al letrado como integrante de la asociación ilícita y encubrimiento agravado.
Según la Fiscalía, el letrado se excedió en el ejercicio de la defensa técnica de Alvarado ya que “a sabiendas de la existencia y funcionamiento de la asociación ilícita prestó sus servicios de asesoramiento y apoyo para la continuación de la misma oficiando como un soporte estable de dicha estructura criminal”.
Alvarado, condenado por liderar una banda que robaba autos en territorio bonaerense y los desguazaba en Rosario, está imputado en la Justicia provincial como el jefe de una asociación ilícita compuesta por tres estamentos: los primeros civiles, dedicados a la logística e inteligencia en diversos delitos; los segundos policías que trabajaban codo a codo con los fiscales comprados para asegurar impunidad y plantar pruebas falsas. Y los terceros por personas que hacían las veces de prestanombres para configurar un entramado de empresas comerciales que se amparaban bajo estructuras societarias.
Si bien está sospechado de ser un actor clave en el narcotráfico local desde 2012 recién este miércoles fue procesado por delitos relacionados al tráfico de estupefacientes en el fuero federal. Alvarado fue detenido en febrero pasado por la Fiscalía como instigador del secuestro y asesinato del prestamista Lucio Maldonado perpetrado en noviembre de 2018. Según la pesquisa, el prestamista fue secuestrado en la puerta de su casa de barrio Tablada y obligado a subir a una Renault Kangoo en una secuencia que quedó registrada en cámaras de vigilancias. Su cadáver apareció con un tiro en la nuca en un descampado horas después, con las manos maniatadas en la espalda y un cartel con la leyenda. “Con la mafia no se jode”.
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