Pau Turina
Por estos días, la realidad se acerca a una novela distópica. Frente a la pandemia del coronavirus –que obligó al aislamiento de las personas de casi todos los países del mundo– las redes sociales y las plataformas digitales se convirtieron aún más en los lugares de encuentro. Por ejemplo, talleres de lectura y de escritura presenciales se trasladaron al formato online y las recomendaciones de qué hacer en los hogares continúan aumentando cada día. “Los libros me permiten construir una suerte de hogar allí donde me encuentro”, dice el filósofo francés Jean Marc Besse. La literatura es un refugio y más en estos tiempos. Por eso, la gran mayoría de las librerías locales están ofreciendo envíos a domicilio para que nadie se quede sin leer. Y porque la organización es muy importante, las librerías de Argentina que están haciendo envíos a domicilio debido a la situación, generaron un archivo con un listado para todos los gustos y tendencias.
Títulos atractivos
De la misma manera, editoriales se sumaron a la campaña que alienta a quedarse leyendo en las casas y comenzaron a ofrecer libros en formato digital y de forma gratuita. Es el caso de Anagrama, que compartió cinco títulos atractivos como Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enríquez; Fiesta en la madriguera, debut en novela del mexicano Juan Pablo Villalobos; Mis documentos, del narrador chileno Alejandro Zambra; Un buen detective no se casa jamás, un policial negro de la española Marta Sanz y Años felices, del también español Gonzalo Torné, todos ya publicados y que tuvieron una importante repercusión en su momento. Por otro lado, Penguin Random House propone un gran número de actividades sin salir de casa, entre ellas, una selección de libros sugeridos para afrontar la cuarentena con niños y niñas, otra con amigos y amigas, también en pareja, en soledad y en la cocina.
Cuentos interpretados
Por su parte, en la página web del Ministerio de Cultura de la Nación, www.cultura.gob.ar se compartieron cuentos de autores y autoras nacionales interpretados por actores. La oralidad es una de las más antiguas costumbres del ser humano, y este contexto permite regresar a esa práctica tan eficaz. Los cuentos que se encuentran en la audioteca son: “As de espadas” del cordobés Juan Filloy, por Alejandro Awada; “Asiático”, del también mediterráneo Federico Falco, por Alberto Ajaka; “Bajo cero”, de Damián Ríos, por la rosarina Claudia Cantero; “Diario de un explorador”, de Jorge Accame por Capullo Medina; “El cerebro musical” de Ce?sar Aira por Fernando Noy; “El Diario” de Ana Basualdo, interpretado por Stella Galazzi; “El Rescate” del riojano Daniel Moyano, por Norma Argentina; “Gran noche de los Trenes”, de Sara Gallardo por Adriana Aizemberg; “Como una cabeza enloquecida”, de Patricio Pron, por Maximiliano Gallo; “Ay, Enrique”, de Elvira Orphee, por Verónica Llinas; el majestuoso “Caballo en el salitral” de Antonio di Benedetto por Marco Antonio Caponi, y “El Pianista” de Ricardo Piglia por Iván Moshner.
Audiocuento
Nicolás Hochman es director –junto a Jonatan Di Rocca– de Una Brecha, productora cultural de la Ciudad de Buenos Aires que gestiona una gran variedad de proyectos. Entre ellos está Audiocuento, una plataforma digital que ofrece setenta y cinco cuentos de escritores y escritoras del país en tres formatos distintos: audio, ilustración y texto. Aunque el proyecto ya tiene más de dos años, en este contexto, la escucha de estos cuentos argentinos se resignifican. En la web se encuentran audiocuentos de Luciano Lamberti, Inés Garland, Claudia Piñeiro, Jorge Consiglio, Esther Cross, Samanta Schweblin, Gabriela Cabezón Cámara, entre otros y otras. Entre escritores locales, están presentes Javier Núñez y Pablo Colacrai.
Ofertas rosarinas
Por otro lado, en la plataforma ALIBRATE se pueden descargar gratis más de trescientos libros de dominio público. Entre los más descargados se encuentran Orgullo y prejuicio de Jane Austen; El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry; El diario de Ana Frank de Ana Frank; La metamorfosis de Franz Kakfa y Las mil y una noches. Los libros de dominio público son aquellos cuyos derechos de autor han expirado y en su mayoría, se trata de grandes clásicos. Además, en la página de la Editorial Municipal de Rosario, habilitaron la lectura online desde el sitio web de libros de poesía, novelas cortas, historieta y ensayos. Entre las nouvelles están Las lagunas de Juanjo Conti; Mandarinas, de Franco Rosso; El mosto y la queresa, de Mario Castells; Tambor de arranque de Francisco Bitar; de poesía Emilia Bertolé. Obra poética y pictórica; Un foquito en el medio del campo de Daiana Henderson; Los ñorse de Cristhian Monti; Leiden y otro textos de José Sainz; en ensayo El caso Chomiki, de autores varios; el libro infantil Lo que importa es la amistad de Tomás Ricci, y de fotografía El centro de Paulina Scheitlin.
Estas son algunas de las opciones que el mundo digital ofrece por estos días para estar en compañía de lecturas. Y como menciona Michèle Petit en su libro Lecturas: del espacio íntimo al espacio público: “El mismo gesto de la lectura es ya una vía de acceso a ese territorio de lo íntimo que ayuda a elaborar o mantener el sentido propio de la individualidad, al que está unida la capacidad de resistir”.
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