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Telefonía móvil

Proponen aumentar el número de antenas para bajar la radiación

Un proyecto del edil Sebastián Chale apunta a modificar la actual legislación para ampliar la red y reforzar controles.


Un proyecto presentado en el Concejo por el edil Sebastián Chale propone reemplazar la actual regulación de las antenas de telefonía móvil, sobre el principio de que mientras más dispositivos haya, menor será el nivel de ondas que afecte a las personas. Así, con el foco puesto en el nivel de radiación, la iniciativa atenta contra la percepción generalizada acerca de que muchas antenas incrementan la exposición y sostiene, por el contrario, que a mayor cantidad de antenas, menor es la exigencia y la proporción de radiación.

“Erróneamente se suele caer en el lugar común de buscar evitar la proliferación de antenas, cuando, en realidad, con menos antenas mayor es la radiación y viceversa. Pocas antenas instaladas, además de proveer un servicio deficiente, requieren una potencia mucho más fuerte, es decir, deben irradiar más. Por eso, cuanto más antenas, menor radiación”, sostuvo el integrante del bloque Radicales Progresistas. “Es mayor –continuó Chale– la radiación que producen el teléfono y la antena al tratar de conectarse por no hallar otra cercana”.

A partir de esos principios, la propuesta apunta a modernizar la actual legislación y mejorar las comunicaciones de telefonía móvil, expandiendo la red. “En lugar de fijarnos cuántas antenas existen y la distancia entre una y otra, queremos poner el ojo en el nivel de la radiación y hacer controles periódicos. Hoy tenemos una ordenanza que está más basada en la distancia entre cada una que en este aspecto”, explicó Chale, quien viene trabajando en el proyecto desde hace un año junto con ingenieros y docentes de la UNR.

Según explicó el edil, cuanta mayor distancia exista entre un equipo de telefonía móvil y la antena que dará curso a su señal, mayor será la demanda, y por lógica el nivel de radiación. Por eso, incrementar la distribución de dispositivos no sólo beneficiaría a la red de usuarios, sino que disminuirá la exigencia que soporta a cada antena.

El edil radical agregó que la promoción de nueva tecnología, con la incorporación de antenas 4G es otro factor que traerá beneficios a la salud. “Las antenas 4G son más benévolas en cuanto al nivel de radiación, así como los equipos de celulares más modernos son menos agresivos. De todas formas, siempre hablamos de niveles de radiación bajos. Todos los controles dan muy por debajo de los niveles máximos admitidos. No hay casos fuertes vinculados a cáncer y otras enfermedades”, advirtió Chale.

Más antenas, menos demanda

Desde la organización política ecologista Los Verdes coincidieron con la ecuación de Chale: una fuerte demanda a una misma antena genera mayor proporción de radiación.

“Si se le exige a un producto va a generar mayor cantidad de radiación. En cambio, si se divide la radiación, se distribuye en un amplio radio. Por otra parte, al acceder a la tecnología 4G se resta demanda a las antenas más antiguas que son las que más radicación tienen. Los rangos de frecuencia trabajan distinto. En las 4G se privilegia la transmisión de datos y no tanto de voz. Cuanto menos se sobreexplote una antena va a emitir menor radiación”, acompañó Gonzalo Gorostarzu, integrante de la junta directiva de Los Verdes.

Según explicó el activista ambiental, en otros países se trabaja perimetralmente, con antenas enfocadas hacia el interior para evitar que se concentren en una misma zona. Desde su perspectiva, el especialista sugirió la realización de un ordenamiento de antenas, las que por precaución se alejarían de jardines o escuelas, que son las poblaciones más vulnerables. La idea es evaluar una potencial reubicación, “ya que en mayor cantidad generarían menor proporción de radiaciones”.

“Hay que seguir un protocolo, estudiar cuánto va a trabajar esa antena y de qué forma, en qué medida va a ser demandada, y luego realizar un seguimiento al que tenga acceso la ciudadanía, ya que todo lo que sea oculto va a generar un rechazo”, concluyó Gorostarzu.

El proyecto

La propuesta propicia la instalación de nuevas antenas y el control estricto y dinámico de las radiaciones. Incorpora a las universidades e institutos profesionales en el monitoreo.

Entre las modificaciones que plantea la iniciativa, se establece la creación del Registro único de operadores de servicios, se obliga a los propietarios de antenas a identificar las mismas y presentar un plan anual de instalaciones. Finalmente establece que sólo profesionales habilitados puedan realizar estas instalaciones.

“El proyecto tiene por objeto unificar, sistematizar y actualizar las diversas normas referidas a la regulación de la instalación y mantenimiento de antenas y estructuras soporte de radiocomunicaciones, sus infraestructuras asociadas y radiaciones, ubicadas dentro de la jurisdicción municipal, las que deberán encuadrarse dentro de nuevo marco regulatorio”, indica el texto, que ingresó en septiembre al Concejo para su tratamiento, tras un largo tiempo de elaboración y de consulta con expertos de la universidad pública.

La iniciativa guarda diferencias significativas con la ordenanza vigente, y también con otras propuestas presentadas. Divide las normativas de radiodifusión y telefonía –que hoy forman parte de la misma ordenanza– e incorpora la obligatoriedad de un plan anual de instalación, que deberán presentar los operadores de comunicaciones móviles.

A su vez, los titulares de estructuras soporte tendrán que identificar la propiedad de las mismas indicando datos de contacto y teléfono. También será requisito estar anotados en un Registro único, consignando información básica, además de listado de instalaciones, detalle de equipos transmisores, responsables técnicos matriculados, entre otros datos. En cuanto al control y mantenimiento de las radiaciones, se deberá garantizar un informe técnico del estado de estructura soporte y mediciones de campos. También se incorpora regulación de la mimetización, es decir que las nuevas estructuras deberán estar “integradas con el entorno” allí donde se instalen.

Antenalandia

De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Acceso y Uso de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones realizada el año pasado, 8 de cada 10 argentinos usa teléfono celular y el 89,6 por ciento de los hogares cuenta con telefonía móvil. En ese marco, en Rosario las empresas de telefonía se comprometieron en 2014 a una inversión en antenas, afirmando que para mejorar el servicio necesitaban instalar 60. A mediados de 2015, cuando se empezó a promocionar la llegada de la tecnología 4G, volvieron a prometer inversiones en infraestructura. Sin embargo, sólo se tramitaron permisos para 20 dispositivos, de los cuales sólo 4 fueron viables. Se estima que en la ciudad hay cerca de 120 antenas para telefonía móvil.

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