Ciudad

Cambiemos quiere sacarlos

“Prohibir cuidacoches atrasa, no soluciona nada”

El Movimiento Solidario lleva adelante un exitoso proyecto. Son los Cuidacoches Solidarios, que tienen un carnet que los avala y además se capacitan en oficios y muchos de ellos volvieron a estudiar. El Ciudadano dialogó con el referente de la agrupación, Ricardo Camarasa


Eliminar los cuidacoches de las esquinas es un objetivo que desde hace años persigue el gobierno de Cambiemos. Esta semana se conoció que en Mendoza se decidió prohibir la actividad y rápidamente volvió el tema a Rosario a través de Rodrigo López Molina, actual concejal de Cambiemos, quien consideró que la ordenanza de Mendoza es un ejemplo y una experiencia para seguir de cerca. Sin embargo, en Rosario ya funciona un programa exitoso que de la mano del Movimiento Solidario Rosario logró trabajar con 40 cuidacoches que se desempeñan en calle Pellegrini, desde Oroño hasta Laprida. Estos jóvenes, la mayoría de 18 años, se integraron a programas de capacitaciones en oficios, algunos integran las filas del Vuelvo a Estudiar y trabajan sin tarifa alguna en los horarios en los que no funciona el parquímetro. La experiencia es exitosa, porque además de brindarles una posibilidad de reinserción y un futuro a través de las capacitaciones se logró que desde la implementación del proyecto, en noviembre pasado, no se registraran quejas sobre estos trabajadores informales.

Ricardo Camarasa, del Movimiento Solidario Rosario, y una de las cabezas visibles del proyecto sostuvo que correr a los cuidacoches no sirve. “La prohibición atrasa y no soluciona nada. Maquilla lo que molesta, esconde la pobreza. Además, detrás de la prohibición no hay capacitaciones, no hay nada. Los chicos tienen más de 18 años y orígenes muy humildes. Con dificultades personales y sociales. Y la prohibición profundizaría todos los problemas”.

Inclusión

El trabajo se realiza a través de un convenio que la intendenta Mónica Fein firmó en octubre del año pasado con el Movimiento Solidario Rosario (MSR) para llevar adelante un proyecto de inclusión social de las personas que se desempeñan como cuidacoches en la ciudad.

A partir de esa firma el MSR identificó a los cuidacoches, a los que le otorgaron una credencial de Cuidacoches Sociales, y comenzaron a trabajar con sus familias con el respaldo del Estado para conseguir una alternativa para una mejor calidad de vida.

“Tomamos el horario nocturno del estacionamiento medido, es decir, en los horarios donde no funciona el estacionamiento medido y la contribución de los automovilistas será totalmente voluntaria”, resaltó la intendenta y cerró: “Queremos avanzar con una situación que es compleja en la ciudad, pero estamos seguros que si trabajamos con organizaciones como el MSR vamos a poder abarcarlo en toda su dimensión, la humana y el respeto a cada uno de los ciudadanos que usan el espacio público”.

Este trabajo conjunto permitió incluir a todos en los programas Nueva Oportunidad, Vuelvo a Estudiar, programas de vacunación y la Tarjeta Ciudadana, entre otros. Esto es sumar beneficios con los que esta población no contaba o no podían acceder.

El proyecto se desarrolla en el sector de Pellegrini entre las calles Balcarce y Laprida, en ambas manos de circulación, con las personas que realizan la tarea de ciudacoches habitualmente, los cuales no pueden ser más de dos por cuadra y se encuentran identificadas con pecheras alusivas e identificación personal en la que consta nombre, apellido y DNI.

Por el Movimiento Solidario Rosario, Richard Camarasa indicó: “Desde hace 9 años recorremos la ciudad y hemos visto crecer y madurar a todos los que están trabajando en la calle y ahora tenemos una oportunidad única de incluir, igualar y visibilizarlos y entregarles a ellos la facultad de tener en sus manos una nueva oportunidad”.

A la hora de evaluar el proyecto, Camarasa lo considera exitoso y evalúa que es necesario extenderlo al resto de la ciudad.

“Son más de 40 chicos que desarrollan capacitaciones en oficios y a través de ellos llegamos a sus familias que en muchos casos no tenían ni documentos”, explicó.

Para Camarasa, se está trabajando en un proceso de reinserción. “Van a encontrar un trabajo mejor y muchos van a terminar la escuela”, sostuvo.

Para los automovilistas también sumó la experiencia, ya que los cuidacoches tienen un horario que es desde las 20 en adelante, no pueden cobrar tarifa y además tienen la posibilidad de mejorar su calidad de vida. Una de las muestras del éxito es que desde la implementación de la iniciativa no hubo denuncias contra los cuidacoches.

Cambiemos y la criminilización

Los intentos de criminalizar a los cuidacoches vienen tomando fuerza desde 2010, cuando comenzó una cruzada desde Cambiemos para eliminarlos. Uno de los intentos llegó a fines del año pasado de la mano de la ONG Sinergia Ciudadana, que publicó un informe que pinta a Rosario como el blanco de una invasión de cuidacoches.

En base a un cálculo del índice de rotación de autos por cuadra y a un relevamiento de personas que trabajan en distintas zonas de la ciudad concluyeron que hay un total de 800 “trapitos” sin control que ganan más de 25 mil pesos por mes a través del maltrato y la extorsión. La organización es presidida por Damián García, que ocupó el noveno lugar de la lista de candidatos a concejal que encabezó Roy López Molina en las últimas elecciones. El estudio es fiel al proyecto de Cambiemos presentado desde 2010 en la Legislatura de Capital Federal para prohibir la actividad de los cuidacoches.

En Rosario, desde la secretaría de Control y Convivencia, sostuvieron que el relevamiento buscaba instalar una idea de una Rosario controlada por una organización delictiva inexistente. “Piensan que los problemas sociales se solucionan con la prohibición”. Y agregaron que en la ciudad hay entre 250 y 300 cuidacoches y ninguno obtiene las ganancias que dice el informe.

El proyecto mendocino busca criminalizar la actividad. La ordenanza sostiene que quienes infrinjan esta disposición “serán requeridos por las autoridades municipales para que cesen en su actividad”, y que en caso de negativa “se procederá a su desalojo, decomiso de chaleco y elementos de limpieza y aplicación de multa, solicitando el auxilio de la fuerza pública si fuera necesario”. Y va más allá, ya que en caso de persistir en tal conducta, la autoridad municipal procederá a realizar la pertinente denuncia penal o contravencional según corresponda, ante el juzgado competente.

En declaraciones radiales, Roy López Molina consideró que “no sólo hay que seguir de cerca cómo evoluciona este proyecto que puede tener éxito, sino tomar nota de la actitud del municipio al no esquivarle el cuerpo de una preocupación diaria de los vecinos”.