Espectáculos

Daños colaterales

Productores artísticos locales ante el desafío de sostener una actividad dañada por la pandemia

Ante los anuncios a nivel nacional sobre medidas y apoyos económicos dirigidos a sectores de la industria cultural afectados por la emergencia sanitaria, algunos empresarios de la ciudad mostraron su malestar con las nuevas restricciones y defendieron los protocolos implementados


Ante los anuncios a nivel nacional sobre medidas y apoyos económicos dirigidos a sectores de la industria cultural y a sus trabajadores y trabajadoras afectados por la emergencia sanitaria, José Pepe Grimolizzi, Ricardo Alongi y Gustavo Granato, productores artísticos de la ciudad, mostraron su malestar y preocupación ante las nuevas restricciones y defendieron los protocolos implementados en los espectáculos a su cargo para cuidar y prevenir al público y trabajadores del área de un posible contagio de covid-19. Por su parte, desde el Ministerio de Cultura de Santa Fe, Jorge Llonch adelantó a El Ciudadano: “Estamos puliendo el procedimiento, aún no puedo adelantar nada hasta tener todo acordado con sectores culturales tanto en la provincia en general como en Rosario”.

En diálogo con Buen día Rosario (Telefé Rosario), Gustavo Granato no anduvo con rodeos y señaló: “Los contagios se han dado en las fiestas ilegales, no en los espectáculos”. El productor artístico a cargo de Allpress Producciones, responsable del primer show de Divididos ante el público luego de la cuarentena en el Anfiteatro Municipal de Rosario, se mostró molesto con las nuevas restricciones aunque admitió que desde su empresa habían dejado de anunciar eventos luego del 30 de abril, “ya que se venía la segunda ola y había que suspender algunos shows”.

De todas maneras, el productor mencionó que tanto el público como los artistas y demás trabajadores del sector, “aceptaron las nuevas condiciones para llevar adelante un show, para disfrutarlo, y eso se vio en los más de cuarenta espectáculos que se ofrecieron durante el verano”. “Todos tuvimos que aprender de esto y cada uno aportó lo suyo para que la actividad siga adelante porque todos tienen una estructura importante, con gente a cargo que sostener”, señaló en la mañana de este martes.

Por su parte, José Pepe Grimolizzi, quien debió suspender el show de Jairo por segunda vez debido a la pandemia (se presentaba este 22 de mayo en El Círculo), se sumó a la molestia general por estas nuevas medidas y sostuvo en diálogo con El Ciudadano: “Mientras no recurramos al federalismo estamos complicados. No es lo mismo Rosario que La Matanza y cuando largan una directiva desde Nación alcanza a todos y nos salpica”.

Entre los shows que debió suspender la productora de Grimolizzi debido a esta segunda ola de covid-19 se encuentran La Konga (el viernes 14) y los internacionales Ana Belén y Víctor Manuel que esperaba tener en los próximos meses en un escenario de la ciudad.

Y en la misma sintonía que Granato, Grimolizzi enunció: “Quedó demostrado que ni los demás productores ni nosotros hemos tenido denuncias ni ningún tipo de problemas respecto del protocolo preventivo que aplicamos. El mismo público y los trabajadores fueron consientes de eso. Incluso, nuestros últimos shows fueron las dos noches de Raúl Lavié en su homenaje a Piazzolla y lo van a transmitir este sábado por el canal provincial (5Rtv), ahí van a poder ver que la gente estaba distanciada como corresponde, con sus barbijos, todo dispuesto a cuidarlos y a cuidarnos”.

De todas maneras, aclaró que las restricciones son una bola de nieve en materia de complicaciones, dado que si los eventos artísticos estuvieran permitidos al día de hoy, los horarios de circulación restringidos además de la falta de transporte público para trasladarse en general serían otra de las barreras para llevar adelante estas producciones. “Hoy, si tuviera el permiso, tendría que hacer el show de Jairo a las 17 para que a las 20 estén todos en su casa; imposible”, apuntó.

Por su parte, Granato aseguró: “Todo el que trabaja en un espectáculo, hoy vive esto con mucha angustia, ya que fueron más de diez meses de parate; volvimos a la actividad por tres o cuatro meses y ahora de nuevo a cero. Necesitamos ayuda y volver a trabajar lo antes posible, porque cuando uno está trabajando no necesita ayuda del Estado”.

Si bien anheló poder volver a la actividad en agosto, Granato destacó que la agenda musical del verano tuvo más de cuarenta shows, “algo inédito, aunque la rentabilidad ha sido muy baja por la reducción de capacidades y Nación debe entender que Rosario es un polo cultural importante”. En el mismo sentido remarcó: “A nivel nacional, la actividad musical disminuyó un 95 por ciento durante el 2020″.

Para Grimolizzi, las medidas sólo dan “un dolor de cabeza tremendo; nos hacen perder mucho dinero y nos dejan sin posibilidades de pensar a futuro. Hay que tener en cuenta que para un show se gastan los avisos publicitarios, eso ya se hizo, se pagó, y el show no se hace. Por otro lado, tenemos reservas de hotel, restaurantes, que se pierden y con un aforo del 30 por ciento de la sala, en caso de hacer el espectáculo, no se gana ni para pagar la luz de la oficina. Y hay más: ante una fecha confirmada, necesito un mes previo para la difusión y así poder vender las entradas; hoy no puedo cerrar una fecha en septiembre, porque debo anunciarla desde agosto y no sé qué nos depara el destino”, detalló.

Respecto a la ayuda estatal, Grimolizzi recordó que el año pasado tuvieron acceso a los ATP los empleados en relación de dependencia de la productora a su cargo, pero cabe señalar que para un show, “se contratan eventualmente veinte plomos o tiracables, además de los acomodadores, y esa gente no recibió un peso, porque no está registrada en la empresa”.

Por otro lado, remarcó que la Asociación de Empresarios Teatrales y Musicales (Aadet), que recibirá un apoyo económico de parte de Nación, tiene sede en Capital Federal y su estatuto no permite que tenga otra, por ejemplo, en la provincia de Santa Fe, por ende no incluye a los productores rosarinos, haciendo de ésta, una “lucha individual”.

“Claro que las ideas y los resultados que tenga uno los van a tener los demás, pero al no estar agrupados, se debe hacer una gestión de manera personal y todo eso está cargado de burocracia, no se atiende el teléfono, es agotador”, dijo Grimolizzi finalmente.

Con resignación

Ricardo Alongi también forma parte del empresariado local en materia de espectáculos y decidió tomarse esta situación un poco más tranquilo aunque no menos preocupado. “Desde el año pasado se anunciaron créditos desde diferentes cámaras y fueron promesas. Los de Buenos Aires hicieron un buen lobby y consiguieron algo, acá en Rosario no tuvimos nada, salvo los ATP para los empleados en relación de dependencia, pero eso es la nada misma. Las ayudas culturales están dirigidas a los teatros, que tienen esas moles sin actividad, y para los artistas en sí, pero no para los productores”, sostuvo Alongi. Y agregó: “Hace 35 años que trabajo de esto y he tenido varios años malos, como también varios buenos. Pasamos por la hiperinflación, la época de Menem donde traíamos shows de 100 mil o 300 mil dólares y un día fuimos a buscar nuestra plata y estaba todo encerrado en un corralito. Lo único que nos faltaba era una pandemia. Lo tomo de esa manera. Obvio que me quiero agarrar la cabeza con tantos gastos y shows suspendidos, pero hoy el Estado, y hablo por mí, debe destinar la plata a comprar vacunas y asistir a la gente que no tiene nada, entre ellos los artistas, los músicos y actores y actrices, además de los dueños de los teatros. Nosotros, los empresarios, compramos y vendemos espectáculos además de los que producimos acá, y esto es una cuestión más de este negocio”.

Si bien Alongi reconoció que al tener una agencia de publicidad a cargo, tiene un ingreso económico con el cual intenta sostener ambos equipos de trabajo, la situación se complicó con estas nuevas restricciones. En ése sentido, señaló: “Entiendo que estas restricciones no son un capricho, estamos ante una pandemia mundial y tenemos que cerrar todo. Incluso Broadway (en Nueva York) no abrió sus teatros con la cantidad de vacunados que ya tiene porque los shows musicales no se pueden presentar con el 30 por ciento del público. Tal vez pierdan más dinero al tener esas salas cerradas pero eso no es negocio, por el dinero en sí y porque un show de esa índole no es nada sin el aplauso y la participación del público. Acá en Argentina, un show con el 30 por ciento del público no tiene sentido, por los gastos que genera”.

De todas maneras, a diferencia de sus colegas, Alongi no se animó a asegurar que “el espectáculo no contagia”. “Hace una semana murió Daniel Comba de coronavirus, un productor teatral reconocido en el país y lo único que hacía era ir a trabajar al teatro. Y hace poco falleció el tecladista de Cacho Garay, con quien estuvo presentándose todo el verano. Yo no sé dónde se contagió cada uno, pero ya hubo dos muertos, yo no quiero ser el tercero”, sentenció.

El anuncio nacional

Este martes por la mañana se supo que el Ministerio de Cultura de la Nación, junto con la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), anunció una serie de medidas y apoyos económicos dirigidos a sectores de la industria cultural y a sus trabajadores y trabajadoras, afectados por la emergencia sanitaria.

Se trata de tres medidas por un total de 1658 millones de pesos destinados a cerca de 51 mil personas y también a salas de teatro de las jurisidicciones que adhirieron al Decreto 241/2021 y que, a raíz de ello, tuvieron que suspender funciones programadas, además de una ayuda específica para los trabajadores de la cultura de la Comarca Andina, afectados por los recientes incendios forestales.

“Estás son asistencias que vamos a continuar manteniendo mientras vamos viendo cómo se desarrolla la pandemia. Vamos a dar solución a cada uno de los casos particulares”, dijo el ministro de Cultura, Tristán Bauer, durante el acto en el porteño Centro Cultural Kirchner (CCK) que replicó la agencia de noticias Télam.

Según informaron los funcionarios, el programa Cultura Solidaria otorgó 1600 millones de pesos en todo el país destinado a 50.757 artistas, trabajadores y trabajadoras de la cultura con dos cuotas de 15 mil pesos cada una.

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