Un hombre de nacionalidad paraguaya de 33 años está acusado de matar y descuartizar a su pareja en la casa que compartían en la villa 31 del barrio de Retiro. Tras el hecho se escapó al país vecino de Paraguay y hace dos semanas fue extraditado. El sospechoso quedó a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 39, que lo procesó por el femicidio de Liliana González, cuyo cuerpo mutilado y cocinado fue encontrado en distintos espacios de su casa en marzo de este año.
Liliana convivía con Waldo Servián Riquelme y sus hijos en una vivienda ubicada en la manzana 110, de la calle 13 en la villa 31. El día de su asesinato, según pudo reconstruir la fiscalía, el hombre sacó a sus hijos de la casa. Una vez que estuvo solo con la víctima la fiscalía estima que la atacó con un objeto punzocortante. Los forenses encontraron heridas en el cuello que pudieron provocarle la muerte además de heridas defensivas. Para los investigadores el agresor utilizó después una amoladora para descuartizarla que encontraron dentro de un balde junto a los discos de corte. También hallaron una cuchilla que estiman se usó en el hecho. Los restos del cuerpo de Liliana se encontraron en una olla sobre un anafe y en el horno. También en el baño y en la parte alta de la casa que estaba en construcción, algunos de ellos habían sido cocinados. Los peritos encontraron 25 partes de su cuerpo.
De la investigación surgió que había problemas en la relación de pareja y una intención de separarse y en ese contexto, según indicó el magistrado Hugo Decaria en el procesamiento, el imputado “propició la ocasión para concretar su designio”, sacó a sus hijos de la propiedad y entre la noche del 15 y la madrugada del 16 de marzo “apuñaló a su mujer en el cuello, lo que habría causado la muerte”.
“Finalmente descuartizó el cadáver, le extirpó las orejas y sometió a cocción parte de los restos, extremo que permite advertir un odio particular”, opinó Decaria, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 39.
El cuerpo mutilado de la víctima fue encontrado por la Policía el 17 de marzo y el forense estimó que llevaba fallecida más de 24 horas. Sobre su concubino no había noticias hasta que la investigación fiscal a cargo de Andrés Madrea y el juez Diego Slupki Slupski –en su momento a cargo del juzgado–, lograron reconstruir los movimientos del femicida y los ubicaron en Paraguay dónde permaneció prófugo 50 días y se entregó en Encarnación el 6 de mayo pasado. El sospechoso fue extraditado a pedido de la fiscalía y llegó al país el 31 de octubre cuando fue indagado por el femicidio de Liliana Gónzález.
El acusado dijo que no mató a su pareja y que se entregó en Encarnación por sus hijos y por sus padres y se negó a declarar. Recientemente el juez Hugo Decaria lo proceso por el delito de homicidio agravado por el vínculo mediando violencia de género, a pedido del fiscal Madrea. Además fue embargado por la suma de más de cinco millones de pesos.
“Estamos ante el femicidio más traumático de los últimos 40 años, según los dichos de los forenses. El trabajo de 14 horas seguidas en la escena del crimen dio sus frutos, ya que el autor de este crimen brutal fue individualizado, detenido, extraditado y procesado en ocho meses”, contó un investigador del caso a Télam.
Una discusión legal
El delito por el que fue imputado y procesado Servián Riquelme prevé una condena de prisión perpetua en caso de ser condenado pero la Justicia paraguaya fijó condiciones para acceder a la extradición de su compatriota. Fijó como requisito que no se lo condene a una pena perpetua, lo que será materia de disputa en el juicio al que será sometido el acusado.
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