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Procesan a policía por la desaparición de equipaje

Por Carina Ortíz.- El dueño de las valijas falleció cuando llegaba a Pueblo Esther, luego de un viaje por Europa.


Un oficial de policía fue procesado por la desaparición de parte del equipaje de un hombre que venía del exterior y en la puerta de la vivienda de un amigo falleció luego de sufrir un ataque. El uniformado que prestaba servicios en la subcomisaría 15ª de Pueblo Esther asistió a la vivienda donde se produjo el fallecimiento y por orden del Juzgado de Instrucción de la 9ª Nominación debía secuestrar las pertenencias del hombre y remitirlas al tribunal pero el pedido fue incumplido. Entonces el juez dictó una orden de allanamiento para la seccional, donde se encontraron algunos de los efectos de la víctima. El hallazgo derivó en el inicio de una causa penal contra el jefe de la dependencia –que obtuvo falta de mérito– y el oficial que intervino en el caso, que terminó procesado por los delitos de desobediencia judicial, falsedad ideológica, depositario infiel e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

El sábado 17 de marzo, Alfredo Severino Lauría, junto a una familia amiga, llegó de Europa y se trasladó en una combi desde Ezeiza hasta Pueblo Esther. Durante el viaje el hombre se sintió mal y al llegar a la puerta del domicilio de sus amigos se descompuso, y a pesar de la asistencia médica, que le brindó personal de una ambulancia, falleció. Los médicos dieron aviso a la Policía y en el lugar se apersonaron tres uniformados, entre ellos el oficial Sergio Iván R. que prestaba servicios en la subcomisaría 15ª, quien consultó al Juzgado en turno los pasos a seguir. Como la víctima no contaba con parientes, se dispuso el secuestro de sus pertenencias y la remisión de los bienes al tribunal.

Pero la orden no se cumplió y los efectos de la víctima no llegaron al Juzgado. Ante ello, el magistrado ordenó el allanamiento a la seccional donde se encontró en la oficina del comisario y bajo llave, 625 euros, una cámara de fotos y el pasaporte de Alfredo, mientras que el resto del equipaje fue hallado en la cocina. Ante esto, se abrió una causa penal contra el jefe de la seccional y su subalterno.

Durante la instrucción se comprobó que faltaban pertenencias de la víctima, ya que uno de sus amigos dijo que tenía más de 3 mil euros, mientras que el otro relató que había billetes de 500 euros y en el total secuestrado no había ninguno de esa denominación. Además sostuvieron que las valijas estaban más livianas y que Alfredo pagó por exceso de equipaje.

En el acta de secuestro se obvió plasmar la totalidad del dinero que llevaba la víctima y no se especificó todo el contenido de las valijas. A ello se sumó que en las fotografías que había en la cámara de Alfredo se observaron elementos que luego no se encontraron.

El tribunal constató que el único policía que entró a buscar el equipaje fue Sergio Iván R., ya que los otros dos uniformados se quedaron custodiando el cadáver y además fue quien llegó con el equipaje a la seccional.

En su indagatoria, el uniformado intentó deslindar responsabilidades en su superior, quien declaró que nunca se enteró de la orden emitida por el Juzgado y que ello no constaba en el libro de guardia cuyo contenido insertó Sergio R.

Con estos elementos, el juez de Instrucción Javier Beltramone procesó a Sergio Iván R. por los delitos de desobediencia, falsedad ideológica, malversación de caudales por depositario infiel e incumplimiento de los deberes de funcionario público, mientras que dictó un auto de falta de mérito para el jefe de la comisaría.

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