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Procesan a custodio por matar a un joven

La víctima había robado la batería de un camión estacionado en un lubricentro.

Miguel Benítez fue asesinado de un tiro en la cabeza a fines del año pasado, en el barrio Hipotecario. Momentos antes de su muerte había robado junto a un cómplice la batería de un camión que estaba estacionado en un lubricentro de la zona. Dos empleados de ese comercio y un hombre que realizaba tareas de seguridad en el barrio de forma independiente, salieron a perseguirlos. El custodio, conocido como Matute, disparó dos veces contra la víctima, que viajaba en moto con otro muchacho. La semana pasada, el juez de Instrucción de la 15ª Nominación, Jorge Baclini, procesó a Matute –cuyo verdadero nombre es Maximiliano B.–, como presunto autor del homicidio, le dictó la prisión preventiva y le trabó un embargo 30 mil pesos. En tanto, a uno de los empleados del lubricentro, que también estaba sospechado por el crimen, se le dictó la falta de mérito.

El 29 de diciembre de 2009, Miguel Benítez, de 19 años, recibió un tiro en la cabeza, cayó de la moto Gilera 110 que manejaba, chocó su cabeza contra el cordón de la vereda y murió. Estaba acompañado por otro joven, que tomó el rodado y se fue a buscar al padre de la víctima, que poco después llegó al lugar.

Según se desprende de la investigación realizada por el Juzgado de Instrucción de la 15ª Nominación, momentos antes de su muerte, Benítez y un cómplice habían robado la batería de un camión que estaba estacionado en un lubricentro ubicado en Presidente Perón y Barra, de donde huyeron a bordo de una moto.

Dos empleados del lubricentro, Gonzalo B. y Hernán A., tomaron sus autos –un Fiat 147 y un Dodge 1500, respectivamente– y salieron a buscarlos. Al Dodge, además, subió Matute, un hombre que trabajaba vigilando la zona por su cuenta, cuyo verdadero nombre es Maximiliano B., de 35 años.

De acuerdo con el fallo, después de una persecución, los ladrones –que tenían la batería en su poder– fueron alcanzados en el cruce de Biedma y Pasaje 1828, en el barrio Hipotecario. Fue en ese momento que Matute efectuó dos disparos: uno de ellos impactó en la cabeza de Benítez, que murió poco después.

El juez Baclini consideró que había elementos suficientes para procesar a Maximiliano B. como probable autor del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

Además, quedó acreditado que no tenía autorización legal para tener ni portar armas. Esto, considerando que la pistola calibre 38 con la que se habrían efectuado los disparos fue encontrada en la casa del sospechoso.

Además, el magistrado ordenó que se disponga su prisión preventiva –ya que existe riesgo de fuga por la magnitud de la pena en expectativa, que sería de cumplimiento efectivo–, y se trabe un embargo sobre sus bienes por 30 mil pesos.

En tanto, Hernán A., quien iba al volante del auto desde el que Matute efectuó los disparos, dijo no saber que el hombre tenía un arma cuando salieron a buscar a los ladrones de la batería.

En este sentido, el juez entendió que “si bien Hernán A. habría prestado colaboración para que Maximiliano B. perpetrara el homicidio, no puede comprobarse que haya sabido que estaba prestando una ayuda al autor del hecho ilícito”, por lo que le dictó la falta de mérito.

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