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Zona sudoeste

Procesado por un doble crimen

Joven de 19 años fue encausado por la muerte de una pareja, el año pasado.


Un joven de 19 años fue procesado por el homicidio de Mariano Cejas y su pareja Estefanía Moyano. El crimen tuvo lugar en septiembre pasado en la zona sudoeste, cuando las víctimas se trasladaban en un auto y fueron perseguidas, chocadas y baleadas por los ocupantes de otro vehículo. La investigación determinó que el móvil del crimen fue la rivalidad de la adolescente fallecida y una vecina de 17 años por un muchacho con quien ambas habían mantenido una relación amorosa. El acusado, hermano de la segunda chica, fue encausado por el Juzgado Instrucción 13ª por tenencia de arma y dos hechos de homicidio agravado por el uso de armas y la participación de menores.

Eran casi las 5 del 5 de septiembre pasado cuando Estefanía, de 17 años, y Mariano, de 19, se trasladaban en un Volkswagen Gol gris. Según reconstruyó la investigación, la pareja fue perseguida por un Renault 9 azul –con un joven al volante y sus dos hermanas como acompañantes– unas 10 cuadras en contramano por Constitución y al llegar a Deán Funes este auto impactó contra el VW Gol. Por el golpe, este último vehículo quedó incrustado sobre la vereda entre un paredón y un árbol, mientras que el Renault dio contra otro árbol. Luego del choque, la pesquisa concluyó que el joven del Renault, con sus hermanas, descendieron del vehículo y efectuaron disparos contra la pareja que aún se encontraba en el interior del VW para luego huir del lugar a la carrera abandonando, al costado del Renault, una escopeta calibre 16, refiere el fallo.

A pocas cuadras del lugar el acusado, identificado como Gustavo Alejandro G., solicitó auxilio junto con sus hermanas a un hombre que llamó a la Policía. Si bien el imputado prefirió no hablar en sede policial, sí lo hizo en el Juzgado, donde argumentó que dos autos se venían persiguiendo y uno de ellos lo chocó, dio un trompo y terminó contra un árbol. Luego escuchó tiros, por lo que decidió escapar. Versión que fue desestimada por la jueza Alejandra Rodenas, quien entendió que fue un intento de mejorar su situación procesal en la que no pudo explicar por qué manejaba en contramano o aportar datos concretos del otro vehículo.

La declaración de algunos testigos fue coincidente respecto del estruendo que se produjo por el impacto de los autos y los posteriores disparos como así también la huida de un joven y dos chicas cuyas vestimentas y fisonomías coinciden con las del acusado y sus hermanas de 15 y 17 años; incluso un testimonio habla de un arma en poder del joven. Mientras que un familiar de la chica fallecida refirió que una de las hermanas del imputado venía amenazando de muerte a Moyano, a quien “le tenía bronca” porque había compartido el amor de un chico.

Según el informe de autopsia, la adolescente sufrió una hemorragia masiva a raíz de un balazo que le impactó en el cuello y le produjo la ruptura de vasos sanguíneos, mientras que su novio sufrió múltiples heridas de bala en cráneo y tórax a lo que se sumaron lesiones producidas por el choque previo al ataque a balazos. En el lugar se hallaron ocho vainas servidas calibre 9 milímetros y tres balas de plomo encamisadas deformadas del mismo calibre; algunos de estos restos fueron hallados al lado de la puerta del conductor del Renault.

Con estos elementos la jueza resolvió procesar a Gustavo Alejandro G. como autor de dos hechos de homicidio doblemente agravado por la participación de menores de edad y uso de armas de fuego –también por la portación– a la vez que embargó sus bienes por 10 mil pesos.

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