Policiales

El ataque ocurrió en 2015

Prisión preventiva al acusado de balear al abogado Peyrano

El detenido es un letrado que está acusado de dispararle a su colega en la nuca en 2015 en Córdoba y España. Recién lo detuvieron en diciembre y le achacaron tentativa de homicidio. Quedó detenido por orden del juez Román Lanzón


Un abogado fue imputado por la tentativa de homicidio a un colega en mayo de 2015. Guillermo Peyrano recibió un disparo en la nuca cuando caminaba por el centro. Para la Fiscalía, el trabajo de la víctima en un juicio de escrituración de un campo y un departamento, ambos valuados en 14 millones de dólares, que derivó en una causa penal, es el móvil. Después de una ardua investigación la acusación llegó al imputado por un disfraz. El letrado fue detenido con peluca y lentes colocando un dispositivo de localización en un auto en Marcos Juárez. Esa fisonomía coincidió con la descripción que hizo un testigo del atacante de Peyrano. La defensa cuestionó duramente la evidencia pero no logró convencer al juez que dictó la prisión preventiva del sospechoso. La medida se dictó hasta la audiencia preliminar, con el compromiso de la fiscal Marisol Fabbro de presentar acusación en 30 días.

Eran cerca de las 21 de lunes 18 de mayo de 2015. El abogado Guillermo Peyrano dejo su auto en una cochera en España al 800 y caminó hacia calle Córdoba. A poco de llegar, recibió un disparo desde atrás que le ingresó por la nuca y se alojó debajo de la mandíbula. Peyrano llegó a contar que escuchó un estruendo y no pudo ver a su agresor. Lo trasladaron al Heca y luego a un sanatorio privado dónde se recuperó de la lesión sufrida.

De los testimonios que se lograron recopilar en el lugar, la mayoría vio a la víctima herida, apoyada contra la pared. El comentario giraba en torno a que la persona que disparó era un hombre canoso, mayor y bien vestido. En diciembre de 2016 le tomaron declaración a un hombre. Según la Fiscalía es la persona que hizo un llamado al 911 pero no habían podido ubicarlo antes.

Esta persona brindó una declaración detallada que fue cuestionada fuertemente por el defensor Paul Krupnik. Dijo que iba caminando por España y a unos metros de Córdoba escuchó dos disparos y vio a dos personas delante de él. Caminó hacia la víctima para auxiliarla y se cruzó con el atacante. Cuando giró vio que el hombre seguía ahí. Lo describió como una persona de no más de 40 años, un metro ochenta, cutis blanco y pelo oscuro y ondeado, peinado hacia atrás, con lentes con graduación y bien vestido. Con estos datos se realizó un photo fit.

 

El móvil

A poco del hecho, Peyrano dijo que no tenía enemigos. Habló de un sólo caso en el que intervino en un juicio de escrituración que tuvo derivaciones en el fuero penal, pero esa no era su área. Su consuegra fue demandada para escriturar una compraventa de un campo de 400 hectáreas y un departamento que la mujer no había vendido, según explicó. El caso estaba en juicio y la mujer denunció penalmente a Alejandro Cristian M. y su madre. La defensa de éstos le adjudicó a Peyrano mover influencias judiciales y periodísticas para perjudicarlos.

Por su parte, el abogado dijo que ante cada movimiento procesal que había en la causa sufría una amenaza. Recordó que fue baleado poco después de que el padre de Alejandro M. fuera condenado por estafa en otro caso con características similares. Según le contó su consuegro, tuvo negocios financieros con los M. vinculados al campo pero no llegó a buen puerto y la estafa a su mujer sería una venganza, leyó la fiscal de su testimonial.

Hubo otra causa por estafa con unos campos en Córdoba, la maniobra fue similar y los nombres que sonaban eran los mismos. Se trataba de tres campos en Marcos Juárez, y a su dueña le llegó un juicio de escrituración por la familia M. En los 90 el marido de esta mujer había acercado a productores agropecuarios con un inversionista y el negocio no había funcionado. Uno de ellos era de la familia M. Poco después la mujer fue herida. Este caso tuvo una derivación penal. La abogada de este caso dijo que pudo colectar información con Peyrano y constataron varios hechos de estafa y presentó un escrito ante el Procurador de la Corte.

 

La detención

En diciembre un hombre fue sorprendido colocando un dispositivo en el auto del productor agropecuario cordobés enfrentado a los M. Un policía corrió al sospechoso 6 cuadras y logró detenerlo, era Alejandro M.

Según la pesquisa estuvo investigando previamente al productor cordobés y ocultó en su auto un aparato rastreador. Para ello modificó sus rasgos fisonómicos usando gorra, peluca y anteojos. Una foto con esa fisonomía, que el defensor de Alejandro M. explicó que la sacó el agropecuario en juicio con su cliente, se comparó con el photo fit que hizo el testigo del caso Peyrano y arrojó un 75 por ciento de similitud, dijo la fiscal. Punto que también cuestionó el defensor.

Con este dato Marisol Fabbro aumentó sus sospechas sobre el abogado.  La modificación de la fisonomía de Alejandro M. sumada al resultado de la pericia comparativa derivó en una imputación que tuvo lugar este jueves. Lo sindicó como autor del delito de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y pidió la prisión preventiva hasta la audiencia imputativa con el compromiso de presentar acusación en 30 días.

La defensa a cargo de Paul Krupnik pidió la nulidades de imputación y la pericia que determinó un 75 por ciento de similitud entre el photo fit y la foto sacada al imputado al momento de la detención entre otros planteos, cuestionó duramente la declaración del testigo que describió al atacante, con la cual se realizó el photo fit, aseguró que la víctima no lo sindicó en sus declaraciones y pidió la modificación de la calificación legal.

Finalmente el juez Román Lanzón entendió que se dan los presupuestos para dictar una medida cautelar y apoyó el pedido fiscal con el agregado de que en caso que la Fiscalía no presente acusación la defensa queda facultada a pedir audiencia de revisión.