Ciudad

Aurora al 3500

Prisión al joven que sometía a familia a una vida miserable

José DM. tiene 25 años. A los 19 se fue a vivir a la casa de su novia y les arruinó la vida a ella, los tres hijos de ambos, su suegro y la anciana madre del hombre. Arrancó para vender hasta el inodoro y los caños de agua. Los vecinos se cansaron y lo denunciaron. Piden ayuda por redes sociales


El joven de 25 años que sometía a condiciones infrahumanas de vida a su pareja de la misma edad, los tres hijos de ambos, el suegro y la madre de éste, una anciana de 92 años, quedó este sábado bajo prisión domiciliaria por orden de la Justicia. Fue un día después de que, por insistencia de los vecinos de la derruida vivienda de calle Aurora al 3500, la Policía concurriera al lugar y quedara expuesto cómo transitaban los días las víctimas del ahora imputado: sin sanitarios, ni cocina, con aberturas desencajadas y olores nauseabundos.

La fiscal Valeria Haurigot, de la Unidad de Investigación y Juicio, le imputó a José DM. el delito de robo y lesiones en contexto de violencia de género. El juez de primera instancia Suárez aceptó la calificación presentada por la funcionaria judicial y le dictó prisión domiciliaria por el plazo de 30 días. No convalidó, en cambio, el pedido acusador de prisión preventiva efectiva.

La situación extrema de la familia salió a la luz por un último llamado de los vecinos que tuvo eco policial. José DM. ejercía un control violento sobre su pareja y la familia de ella desde hacía seis años, cuando se había mudado a la vivienda de calle Aurora. El relato de los habitantes del barrio coincide en que el joven obligaba a su novia y a Epifanio O., su suegro de 62 años, a vender elementos de la casa en las cercanías. Había arrancado hasta el inodoro de la vivienda, y arrancado las cañerías de agua. También los había dejado sin cocina, por lo que cocinaban en una parrilla sobre el piso de la cocina. A la abuela de su pareja, Luisa L., de 92 años, agregaron los denunciantes, le robaba la pensión que cobraba. Todo, lo acusaron, para sostener sus adicciones.

En el frente de la casa de Aurora 3549 hay una placa con la inscripción “Familia Oviedo” debajo del número. Era, se quejaron los vecinos, una vivienda muy cuidada hasta que llegó el joven ahora imputado, entonces con 19 años. El relato del barrio apunta que la madre de su novia vivía en la misma dirección, pero se fue de allí hace unos años. El muchacho y su pareja tuvieron tres hijos. Todo el grupo quedó bajo las condiciones humillantes de vida que les impuso bajo amenazas. La chica se negó a denunciarlo, señalaron habitantes del barrio que se lo habían sugerido varias veces.

El caso trascendió a la zona con el procedimiento policial y generó un pedido de ayuda solidaria para la familia, además de colaboración para adecentar en lo que se pueda la vivienda.

Las condiciones en la que se encontraba la vivienda son impactantes: ventanas rotas, olores nauseabundo producto de la falta de sanitarios y los restos de comida, suciedad general y paredes destruidas tras haber sido arrancadas las cañerías de agua.

Sometía a su novia e hijos a condiciones infrahumanas

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