Y finalmente llegó. Tras varios meses de escasos resultados y pobres actuaciones, esta tarde Argentino realizará su última función en el José Martín Olaeta, escenario donde intentará terminar de una manera decorosa una nueva temporada para el olvido.
Enfrente estará el encumbrado San Martín de Burzaco, equipo que ya tiene asegurado su lugar en el Reducido y que llega agrandado a Rosario tras dos triunfos al hilo por goleada, 3-0 en cancha de Lugano y 4-1 ante Juventud Unida, rival con el que Argentino estará cerrando su participación en el campeonato de Primera D el próximo fin de semana.
Con el ingreso de Lucas Torres a la zaga central por el suspendido Juan Zárate (se perderá también el último partido), el entrenador Sergio Barbieri confía en repetir la buena actuación que tuvo el equipo la fecha pasada en el 2-0 ante Yupanqui, donde cortó una racha adversa de ocho partidos sin victorias.
Es por eso que Torres será la única cara nueva dentro de la formación de Argentino, que esta tarde además buscará dejar equilibrada la balanza en condición de local, donde cosechó más derrotas que triunfos.
Cinco victorias, misma cantidad de empates y seis caídas es lo que marca el registro en barrio Sarmiento, donde no gana desde el 3 de marzo de este año, cuando goleó 3-0 a Deportivo Paraguayo con goles de Franco Fiscella y dos del artillero Luciano Pons, en lo que había sido el último triunfo antes del 2-0 con Yupanqui.
El Sala necesita imperiosamente seguir sumando puntos para no sufrir sobresaltos con el promedio la próxima temporada, donde arrancará bastante cerca del fondo.
Es más, si el campeonato terminara hoy mismo antes de salir a la cancha, Argentino estaría entre los últimos cinco equipos de la tabla, sin tener en cuenta al recién ascendido, así como al que descenderá de la Primera C (por el momento tendrían que jugar un desempate L. N. Alem y Sacachispas para definir cual perderá la categoría).
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