Por la decimosexta jornada del torneo de la Primera B Metropolitana, Central Córdoba volvió a quedarse con las manos vacías en el final y la continuidad del entrenador Marcelo Vaquero está en duda por el barrio Tablada. Al igual que ante Morón, el conjunto azulgrana sufrió sobre la hora: esta vez se imponía a Acassuso en el Gabino Sosa pero sobre la hora llegó el empate y los fantasmas volvieron a deambular.
El mediocampista Nicolás De Bruno puso la ventaja para el local sobre el minuto 16 de juego, el arquero Juan Cruz Leguizamón detuvo un penal a Damián Gómez a los 48’, pero Leandro Rodríguez clavó la igualdad para la visita en el minuto 89 de partido para aguar la victoria charrúa.
En un duelo de trámite intenso, Central Córdoba fue el claro dominador del juego y lo hizo desde el primer minuto a través de un frentazo de Germán Medina que se fue sobre el horizontal. Luego fue Ezequiel Lazo quien avisó con una media vuelta que el golero visitante Gustavo Ruhl detuvo sin problemas.
Sin embargo era De Bruno el conductor del equipo y quien animaba las mejores ocasiones para el local de media distancia. Y fue de hecho el enganche quien puso la ventaja apenas a los 16 minutos con un certero remate que dejó sin opciones al arquero.
Villagra tuvo la posibilidad de aumentar en el marcador con un gran disparo que tapó Ruhl, quien a esa altura ya se erigía como uno de los destacados de la calurosa tarde.
En el segundo período, el partido parecía cambiar de rumbo tras un claro agarrón a los3’del zaguero Nahuel Rodríguez sobre el Leandro Rodríguez dentro del área que el árbitro Yamil Possi no dudó en pitar como penal. Damián Gómez se encargó de la pena máxima pero Leguizamón atajó y desató una explosión en las tribunas del Gabino Sosa.
Pese a que el dominio continuó siendo de Central Córdoba a través de De Bruno, las ocasiones generadas no se profundizaban en la red adversaria y la ventaja mínima ya quedaba chica para el trámite del juego.
Los reiterados corners con los que contó Acassuso en el final amenazaban con la valla en cero de Leguizamón, a unos días de aquel tanto sobre el final del ariete Damián Akerman sobre la hora que hizo perder al Charrúa frente a Morón.
Y el mazazo llegó. En uno de los tantos saques de esquina con los que contó la visita, Leandro Rodríguez, el más claro de la visita, metió la cabeza para decretar en el minuto 89 el decisivo empate para darle un nuevo golpe al todavía conjunto de Vaquero.
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