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Primer Festival de Big Bands de Rosario, experiencia de la sonoridad expandida

Las mejores formaciones nacionales que ofrecen desde el jazz su singularidad rítmica se podrán ver y escuchar en un encuentro único en su tipo en todo el país y alrededores que tendrá lugar jueves y viernes en el Complejo Cultural Atlas  


Cuando se piensa en las big bands, las imágenes que aparecen remiten a grandes formaciones musicales, generalmente tocando variaciones de jazz tradicional e integradas por más negros que blancos. Es la imagen impregnada a través de películas en blanco y negro, sobre todo norteamericanas, y se las veía animando bailes masivos en salones o clubes donde, claro, no había amplificación y había que lograr que el sonido tuviera una solidez seductora. El jazz era una matriz desde donde se abría un abanico sonoro con un ritmo que no dejaba quieto el aire. Se sabe que la época de oro de estas formaciones duró hasta mediados de los años 50 porque ahí nomás comenzaron a tallar los equipos de amplificación, que ocuparon el lugar de muchos músicos y una banda de cuatro sonaba como de treinta. En las décadas que siguieron, las big band asumieron su lugar de excepción y si bien pueden encontrarse en buena parte del mundo occidental, no abundan, como pasa con las orquestas u otras formaciones más grandes. Suele ser complicado reunir 20 o 25 músicos para ensayar y tocar y resulta, para esta parte del mapa, para los países latinoamericanos, bastante oneroso de sostener. Pero qué bueno está poder ver y escuchar a semejante cantidad de músicos en escena, interactuando con la riquísima variedad instrumental con que cuentan y con la potencialidad que implica abrevar en distintos géneros. En Rosario existe una escuela y una fundación llamada MusiMedios, que tiene ya veinte años y cuyo origen es el Sindicato de Músicos de Rosario.

La escuela funciona como tal y la fundación, además de manejar ese espacio de enseñanza, incorporado a la enseñanza oficial de la provincia, desarrolló un programa cultural que incluye un proyecto llamado MusiMedios Big Band, que implica formación profesional y capacitación técnica pensada para que jóvenes músicos rosarinos puedan tener una práctica instrumental que no tienen en un conservatorio porque allí tocan individualmente o en pequeños grupos, y si no ingresan en una orquesta esa práctica no existe. Ese programa de formación terminó siendo una oferta de conciertos, con invitados, y una apuesta a conformar una big band de considerable nivel, que ahora es artífice y parte del Festival de Big Bands que tendrá lugar hoy y mañana en el Complejo Cultural Atlas y que contará con otras magníficas formaciones colegas de distintas provincias.

Único en el país

Entusiasmados con el proyecto, el secretario general del Sindicato de Músicos Hugo Vitantonio y el protesorero Sebastián Tesei, ambos músicos, dieron cuenta de cómo fue generándose la MusiMedios Big Band y cuáles son las características de este festival, único en la Argentina, que ofrece la posibilidad de ver en acción a varios de los mejores exponentes del género en el país.
“Cada fin de año proyectamos el año siguiente y una de esas propuestas fue hacer un repertorio de (George) Gershwin con invitados como (el pianista) Alexander Panizza e hicimos la «Rhapsody in Blue» en una versión que se hizo para big band, en el Parque de España el año pasado, y este año trabajamos la música popular argentina arreglada por músicos que conocimos cuando hicimos música brasileña. El espíritu de la big band es traer invitados, que nos enseñen”, apuntó Vitantonio.

Acerca de la existencia de otros festivales de este tipo en el país, Tesei dijo: “Debe haber alguno en otra parte del mundo pero en la Argentina es la primera vez porque si bien hay muchos festivales de jazz en el país donde tocan algunas big bands, solamente de big bands no hay, éste es el primero en Rosario y en el país es la primera vez que se hace algo así; además lleva mucho esfuerzo porque vienen cerca de cien músicos, de Córdoba, Corrientes y Chaco y Buenos Aires”.

El interrogante que sigue es cómo se hizo la convocatoria y cuáles eran los requisitos. Vitantonio aclaró: “Fue absolutamente informal y casual; los músicos se van conociendo porque participaron en distintas actuaciones conjuntamente y entonces ahí ya hay un contacto, o porque alguno estudia con otro que tocó con alguien que conocían en común, es un circuito; no hubo un proceso selectivo ni de pedido de antecedentes, lo podemos hacer porque somos amigos y porque además ninguno cobra por venir a tocar, ellos mismos se consiguen sus medios de transporte, los cordobeses van a venir en colectivo de línea, los de Chaco vienen en micro como parte de una gira que están haciendo, es una actitud muy solidaria porque la economía de este tipo de eventos no se puede trabajar con los criterios de la producción profesional porque es carísimo, por eso no hay festivales de big bands”.

Experiencia sonora superior

Respecto de cómo son esas big bands invitadas, en qué género se mueven y cuál es su perfil, Vitantonio señaló: “La big band del NEA (Chaco y Corrientes) es muy particular porque hay músicos que viven en Resistencia y hay otros de Corrientes, entonces el horario de comienzo de ensayo es entre las 18 y 20 y todo depende de cómo está el tránsito en el puente para saber a qué hora ensayarán. Ellos hacen swing, jazz tradicional, temas de Count Basie, Duke Ellington, Glenn Miller; la big band de Córdoba tiene otras particularidades porque ellos usan vibráfono que da un sonido singular y trabajan sonidos tradicionales aborígenes junto a otros del jazz que los coloca en un lugar diferente. La de Santa Fe es una big band profesional: tocaron jazz latino con Paquito D’Rivera, tocan para los festivales de trombonanza con músicos norteamericanos y europeos, abordan con eficiencia cualquier género; después está la porteña Kaiser Big Band, que tiene cinco años de historia y está haciendo su propio camino en el jazz, y nosotros (la MusiMedios) que estamos con la idea de la música nueva, tratando de apostar a arregladores locales para que tengan un lugar donde puedan escuchar sus trabajos y apostando a los repertorios de la música argentina y latinoamericana. La referencia para nosotros es Brasil porque desarrolló ese lenguaje que se conoce como Brasilian Jazz, donde escuchás una big band con armonías de jazz pero al mismo tiempo suena música brasileña, una cosa mágica que los músicos parecen tener naturalmente y que lograron plasmarla en ese formato de big band”.

Vitantonio habló también acerca de aquello que distingue a una big band de otra amplia formación: “Las diferencias son muy marcadas, sobre todo en la sonoridad, la big band surge por la necesidad de tener volumen en los salones de baile en tiempos en que no se utilizaba la amplificación electrónica, la big band es como un gran combo; los combos son de cinco, ocho, diez integrantes y las big bands los duplican porque hacía falta ampliar sonido y a partir de allí los músicos empezaron a generar nuevas orquestaciones. En lugar de tener un saxo, tenés cinco y ya la armonía crece y esa sonoridad a los músicos les genera una oportunidad estética y auditiva incomparable con lo que es tocar solo, la experiencia sonora es superior”.

Con relación al mismo tema, Sebastián Tesei agregó: “La big band son dos solistas, generalmente saxo y trompeta, con la base rítmica de piano, bajo, batería, a veces percusión y guitarra, y a partir de ahí se van formando las filas, algunas big bands le ponen clarinete a la fila de saxos; a la de trombones, le ponen corno; la típica son cinco saxos, cuatro trompetas y cuatro trombones, generalmente en cada una de esas filas hay un solista que va improvisando y eso conforma el espíritu del jazz, que es su esencia”.

Escuchar a los otros

Respecto de si hay un grupo fijo entre quienes integran la MusiMedios Big Band, Vitantonio explicó: “Hay más o menos un grupo pero MusiMedios no es un lugar donde la gente va a terminar su carrera, es un lugar de paso, van jóvenes que están aprendiendo y salen muy ansiosos de tener distintas experiencias, entonces están un año o dos y van pasando por distintos proyectos, van a Buenos Aires a aprender con otros maestros; hay mucha rotación entre los integrantes pero a la vez es un problema porque siempre estamos volviendo a empezar con un gran porcentaje; creo que esa es la función de las escuelas, promover esa movilidad; en Santa Fe hay una big band junior aparte de la de adultos, si sale uno de sus integrantes ya hay gente joven entrenada que puede ocupar ese lugar; la disciplina es muy complicada en las big band, si te falta uno, pongamos el baterista, hay 17 tipos que se tienen que volver a la casa porque no se puede ensayar, la disciplina colectiva, la solidaridad, los códigos de trabajo son muy importantes en estas formaciones”.

Para este festival, la MusiMedios Big Band contará con el trompetista Pedro Casís como director invitado y cada big band traerá el suyo. Con relación a qué sienten que pasará con esta fiesta de música expandida como puede entenderse al festival, a Vitantonio se le iluminan los ojos: “El espíritu de un encuentro entre tantos músicos es el de aprender escuchando a otros, eso va elevando el nivel día a día; además pusimos este festival en el circuito europeo de big bands, hay uno en Suiza, hay también una big band en el Festival de Montreaux, otro en el País Vasco, la idea es entrar en un circuito de intercambio con los europeos, los brasileños, los uruguayos, que hacen candombe con big bands; es un mundo con muchas oportunidades y, si no morimos en el intento, nos va a deparar muchas satisfacciones”.

Para agendar

El Primer Festival de Big Bands en Argentina tendrá lugar este jueves y viernes en Rosario, a partir de las 21, en el Complejo Cultural Atlas, de Mitre 645, con entradas generales a 300 pesos que podrán adquirirse en la boletería de la sala y en la sede de MusiMedios, Juan Manuel de Rosas 1411

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