Argentina se metió entre los cuatro finalistas del Mundial de Rugby donde las potencias del norte, Inglaterra por ser el anfitrión e Irlanda por ostentar el bicampeonato europeo, se colaban entre las favoritas de las casas de apuestas para llevarse el campeonato, detrás de Nueva Zelanda y Australia.
La realidad de las semifinales marcó la diferencia entre las potencias del norte y del sur, más allá del final controvertido del match entre Australia y Escocia. Lo cierto es que Los Pumas vuelven a ir de punto en las apuestas. No es el favorito ni para ganarle a Australia ni para llevarse la copa Webb Ellis. Pero su performance inyectó cierta dosis de precaución en las casas de apuestas, lo que se refleja una vez más en la baja de los premios prometidos en el caso de que triunfen.
El gran favorito, los All Blacks, hoy pagan entre 1,57 y 1,6 euro por cada apostado; durante el torneo pagaban hasta 2,2. Tanto el segundo, los Wallabies, como los terceros, los Springboks, ahora pagan más que semanas atrás. Los australianos entre 3,5 y 4 (antes 3,25) mientras que los sudafricanos de 7,5 a 8 (antes 6). En el caso de los argentinos, las apuestas como ganador del torneo bajaron más de 10 puntos: ahora ofrecen 17 euros por cada uno apostado (antes, hasta 29).
Para las semis, las apuestas van con Nueva Zelanda, que paga 1,28, frente a Sudáfrica, que da 4 a 4,2. En la otra, Australia ofrece desde 1,36 hasta 1,42, mientras que Argentina paga entre 3,3 a 3,5. Si bien los Wallabies, campeones de la Rugby Championship, son los favoritos, la menor brecha entre las apuestas refleja que Argentina tiene mayores chances de ganar que los Springboks.
Incluso, la final más esperada, o sea, que menos paga, es entre Nueva Zelanda y Australia, 1,66/1,73, pero la que le sigue es versus Argentina y paga 3,75/4. Las otras dos, Australia versus Sudáfrica ofrece 5,5, y con Argentina paga 12/15.
Habrá que esperar a que el planteo de Los Pumas, que hoy derrochan confianza, tenga en cuenta la experiencia de la última semifinal jugada contra Sudáfrica en el Mundial de Francia en 2007 (que terminó coronándose campeón) donde tras eliminar a Escocia el equipo salió con un exceso de seguridad a jugar de igual a igual y terminó pagándolo caro: tras un inicio arrollador perdió 37-13.
Estos Pumas demostraron que están en condiciones de disputarle la banca a cualquiera, incluso de ganar, con la necesaria dosis de suerte. No son favoritos, mejor así, menos para perder, menos presión. El apetito del equipo es la garantía de que no se la harán fácil a nadie y los Wallabies lo han visto.
Pero no sólo el equipo se metió entre los cuatro mejores (ya lo muestra el ranking de la IRB, superando a Gales e Irlanda), sino que sus trymen Juan Imhoff y Santiago Cordero son el cuarto y el noveno favorito a ser el mayor anotador del torneo, pagando ahora 17 (antes, 34) y 67 (antes, 151) respectivamente.
Hoy el rosarino Imhoff comparte con el sudafricano Bryan Habana (paga 11) el segundo lugar con 5 tries detrás del neocelandés Julian Savea (paga 1,11) que marcó 8 (Cordero tiene 3).Otro Puma que se destaca en el torneo es Nicolás Sánchez como segundo mayor anotador, detrás del escocés Greig Laidlaw (ya eliminado); tercero en conversiones y quinto en penales anotados.
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