El Hincha

#ClásicoRosarino

Previa enrarecida: hallaron un polvo blanco en el vestuario de Central

Personal de utilería del Canalla encontró en el camarín visitante una sustancia y rápidamente dio aviso a las fuerzas de seguridad. Además, al micro auriazul le retiraron una estrella pegada en el parabrisas. Hubo cruces verbales, reuniones y un clima raro antes del partido


Otra vez. El Clásico más pasional del país tuvo nuevamente una nota saliente extrafutbolística. Y hasta se barajó la posibilidad de que el mismo no se juegue. Es que apenas pasado el mediodía comenzaron a trascender imágenes del vestuario visitante donde se podía apreciar un polvo blanco dispersado en todo el recinto que iba a albergar a los jugadores de Rosario Central. E inmediatamente se supo que desde el operativo de seguridad dieron la orden para que retiren del micro, que iba a trasladar el plantel auriazul, una estrella amarilla que hacía referencia a la obtención del título de Copa Argentina y que estaba ploteada en la parte delantera.

Antes de las 14 los ánimos se habían caldeado demasiado y la previa del Clásico se tornó definitivamente caliente, como la térmica a esa hora que era más de 40 grados. Y más cuando se conoció que algunos miembros de la utilería auriazul debieron ser atendidos por fuertes mareos ocasionado por lo que había sido dispersado con anterioridad.

Rápidamente el presidente canalla, Rodolfo Di Pollina; el vicepresidente primero, Ricardo Carloni; y la vocal Carla Facciano, que estaban en Arroyo Seco fueron trasladados en un móvil policial hasta el Coloso Marcelo Bielsa.

Una vez en el estadio, los directivos fueron recibidos por sus pares rojinegros y se dirigieron a un sector del club donde se llevó a cabo un cónclave con parte de la cuaterna arbitral y con responsables de la seguridad.

Luego de ponerse de acuerdo en breves minutos se decidió que la delegación visitante se instale en el vestuario que utiliza la reserva. Luego llegó el micro canalla y se pudieron afiches pegados en el mismo haciendo referencia a su clásico rival. Los pasillos del Coloso por donde tenían que pasar los jugadores auriazules también estaban empapelados.

Cuando el reloj marcaba las 16 todo se había calmado. Y cada uno de los planteles pudo arrancar con los trabajos precompetitivos de cara al partido que se jugó más tarde.

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