Ciudad

Prevención que cura y ayuda

Estudiantes de medicina haitianos y locales comenzaron una campaña para detectar casos de hipertensión. Tomarán la presión a los interesados a cambio de un aporte voluntario para la isla caribeña.

Agudizando el ingenio para seguir obteniendo fondos para los damnificados por el terremoto en Haití, el Comité de Contingencia para Catástrofes y Desastres Naturales –creado por iniciativa de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario en conjunto con distintas áreas del Estado– comenzó ayer en La Florida una campaña de control para evitar la hipertensión. Así las cosas, estudiantes haitianos de medicina junto a cursantes argentinos se establecieron en la zona del balneario, tensiómetro en mano, para prestar un servicio a la salud pública a cambio de colaboraciones voluntarias para ayudar a la isla caribeña. Esta acción continuará lo que queda de enero y todo el mes de febrero en las distintas sucursales y agencias que tiene el Banco Municipal y se suma a las donaciones que se están recibiendo en el edificio que la casa de altos estudios tiene en avenida Francia y Santa Fe.  

“La campaña surge por la inquietud de los mismos voluntarios del comité. Ellos presentaron la propuesta y la empezaron a organizar y se sumaron los chicos de Haití automáticamente como una forma de devolver algo a la sociedad”, contó a este diario Guillermo Bill, coordinador de la Secretaría General de la mencionada facultad.

“Los chicos de la práctica final de la facultad están coordinando la campaña. La idea es que la gente deje un aporte voluntario cuando le tomen la presión para ayudar a las víctimas del terremoto. Igualmente, el que no puede hacerlo no importa. Lo que queremos, además de ayudar, es que la gente tome conciencia de los riesgos que tiene la hipertensión y de lo importante que son los controles periódicos para evitar males mayores en el futuro”, continuó.

“Hoy (ayer) comenzamos en La Florida y la campaña se va a seguir realizando durante todo enero y febrero en las distintas sucursales del Banco Municipal de Rosario. También habrá controles en los distintos centros de pago a jubilados que tiene el banco, ya que allí se encuentra una población de alto riesgo de padecer la enfermedad. Todo lo recaudado será depositado en la cuenta especial que tiene el banco para ayudar a Haití”, agregó.

Según explicó Bill, a cada persona que se le realiza el control se le entrega un papel con su nombre y el resultado. “A su vez nosotros vamos a ir anotando todo en distintas planillas, esto es sexo, edad, el valor que entregó la medición, y distintos datos, para luego unificar todo y confeccionar un estudio epidemiológico para conocer cómo está la población de la ciudad con respecto a la hipertensión. Además, estamos entregando un folleto con los horarios y lugar para hacer las donaciones”, añadió.

La campaña se basó en la hipertensión porque “es una de las variables médicas más fáciles de controlar por el poco instrumental que se necesita y por la inmediatez del resultado”. “Gran parte de la población no es consciente, ya sea por falta de interés o por no tener los medios, sobre la importancia de realizarse los controles para que la enfermedad pueda ser descubierta a tiempo y no se convierta en crónica, con todo lo que eso significa. Lo peligroso es que es una patología muy silenciosa y cuando aparecen los problemas suele ser tarde para revertirlos”, subrayó.

Consultado sobre la marcha de las donaciones, el coordinador indicó que “están creciendo día a día”.  “En poco más de una semana han pasado más de 400 personas con distintos elementos para poder ayudar a Haití. Nosotros ya estamos en tratativas para poder hacer que las distintas donaciones puedan llegar a la isla”, comentó Bill.

“Los chicos haitianos que están estudiando en Rosario están con muchas dificultades, entre ellas las económicas para poder mantenerse acá. Desde la facultad se los está ayudando desde un principio. Son pocos los que trabajan y la mayoría puede estudiar, además de las becas, gracias a las remesas que les envían sus familias desde su país. Ahora, después de la tragedia, ese aporte dejó de llegar. Es por eso que se les están entregando bolsones con alimentos para ayudarlos, además de la contención psicológica, que prosigue. También, para que puedan comunicarse con sus familias, hay una línea telefónica habilitada en la sede de gobierno de la UNR donde ellos llaman gratis para tomar conocimiento de la situación actual de su país”, destacó.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Estudiantes Haitianos en Rosario, Rachel Rosemberg, destacó desde La Florida: “Estamos haciendo esto para ayudar a nuestras familias y amigos en Haití y también como modo de agradecimiento a Rosario por la solidaridad que ha demostrado y está demostrando”.

La joven tiene 26 años, es técnica superior en hemoterapia y este año comienza su segundo año en Medicina. Nació en una localidad llamada Carrefour, “igual que el supermercado”, aclara, que está al lado de Puerto Príncipe, capital haitiana y epicentro de la catástrofe. “Carrefour a Puerto Príncipe es como Quilmes para Buenos Aires”, grafica.

“En Rosario somos más o menos unos 75 los haitianos que estamos viviendo, de los cuales 30 somos estudiantes de medicina. Nos estamos mantenemos en contacto con nuestra gente por teléfono. Muchos han recibido malas noticias y otros buenas noticias. Lo importante es que nos mantenemos unidos y todo eso gracias al gran esfuerzo a la ayuda que estamos recibiendo”, concluyó.

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