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Presupuesto: el PJ espera agazapado y pide debatir ya

El senador Spinozzi (PJ) remarcó las diferencias entre los socios del Frente y planteó objeciones al proyecto.

El senador provincial y precandidato a gobernador del PJ, Ricardo Spinozzi, salió ayer a poner el dedo en la llaga de las contradicciones internas que existen en el Frente Progresista sobre el Presupuesto 2011, al tiempo que empezó a mostrar señales de cuáles serían los puntos que el PJ va a objetar cuando llegue a tratarse en el recinto, más específicamente en Senadores, donde, se sabe, el PJ tiene una mayoría aplastante.

“La falta de tratamiento del presupuesto provincial 2011 es responsabilidad exclusiva del Frente Progresista”, dijo Spinozzi, quien adjudicó la falta de tratamiento del proyecto, enviado el 4 de octubre a la Legislatura, a las “internas entre radicales y socialistas”, quienes, según el senador, “no se han puesto de acuerdo para iniciar su tratamiento en la Cámara de Diputados”.

“Teniendo en cuenta que el Frente Progresista tiene mayoría en la Cámara baja, la discusión de la ley de leyes sólo se iniciará cuando los distintos partidos que componen el Frente lleguen a un acuerdo”, dijo el candidato a gobernador por un sector del reutemismo.

Spinozzi dijo que “los legisladores justicialistas están dispuestos a discutir el Presupuesto con seriedad y responsabilidad”, pero a la vez empezó a marcar las diferencias con respecto al proyecto que viene desde el Ejecutivo provincial, “principalmente en materia de obras públicas”, apéndice en el que enumeró “la insignificante partida para los grandes acueductos, que sirven como simbólicas, y el tema de pavimentación y repavimentación de rutas y caminos provinciales”. Según Spinozzi el Presupuesto “pone de manifiesto que las obras incluidas para el período 2011 son las mismas que se presupuestaron en el 2008, dando a conocer la falta de ejecución de un plan de obras en el gobierno socialista”.

Otro de los puntos que más dudas generó en el PJ, aunque no lo nombró Spinozzi ayer, es el que refiere a la creación de cargos en la administración pública. Según anticiparon desde el gobierno, la intención es incorporar unos 4.000 trabajadores a la planta permanente del Estado, algo que sería resistido, como pasó en anteriores oportunidades, por el PJ.

“Esperemos que exista la racionalidad y la capacidad política para que pueda debatirse y de ser posible darle a la provincia y a este gobierno su último Presupuesto”, finalizó diciendo el senador del departamento General López.

A extraordinarias

Para el diputado oficialista Raúl Lamberto “la voluntad política en el Frente es tratarlo en extraordinarias”, mensaje del Ejecutivo mediante. El histórico dirigente socialista, precandidato a intendente de la ciudad, dijo que “el equipo de economía del gobierno está dispuesto a tener todas las reuniones que hagan falta”, tanto con los socios radicales, como con el peronismo, con el que dice estar intentando dialogar, aunque, a juzgar por las palabras de Spinozzi, todavía no logró resultados.

Lamberto coincidió con la visión del diputado radical Carlos Fascendini, presidente de la comisión de Presupuesto, quien había adelantado la intención de comenzar a debatir sólo después de arribar a un consenso con los senadores del PJ, donde se saben van a morir todos los proyectos que no cuentan con su visto bueno.

El diputado socialista minimizó los pedidos de intendentes radicales de un mayor presupuesto para obras y personal, los dos reclamos que sí había reconocido el propio Fascendini. “Siempre hay que ajustar cosas”, dijo Lamberto, quien a su vez aclaró que el Ejecutivo “no tiene una mirada dogmática” y está abierto a las reformas.

Pintaba bien pero se complicó

El Presupuesto 2011 fue remitido a la Legislatura el lunes 4 de octubre. Establece recursos por 24.852.951.000 pesos y gastos por 24.827.981.000 pesos, de lo que se desprende que el año próximo la provincia cerrará sus cuentas con un superávit de 24.970.000 pesos.

Era el Presupuesto que menos conflictividad parecía tener, lejos de las famosas discusiones por la reforma tributaria, y finalmente terminó atrapado por una pinza que tiene la cercanía de las elecciones y la abundancia de fondos como sus dos puntas excluyentes.

Ambos ítems, recursos abundantes y elecciones en el horizonte, parecen condicionar las intenciones del oficialismo de tener un presupuesto en tiempo y forma, como hasta ahora nunca pudo tener, si bien es cierto que por motivos distintos a los actuales.

Cada pedazo de esos 25 mil millones son botín de guerra para cada intendente que se aproxima a la renovación de su mandato. Desde el radicalismo así lo entendieron y construyeron la primera valla que tiene que atravesar el cálculo de gastos y recursos que planificó el equipo económico del gobierno, capitaneado por Ángel Sciara.

La segunda valla parece aún más temible. Es la del PJ, que si bien por ahora ha tratado de poner el acento en la demora en el tratamiento de la ley, generada por los reclamos de los intendentes radicales, tiene objeciones importantes a plantear.

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