Hace más de dos años que los pedidos de Justicia para esclarecer la muerte de pibes asesinados por la Policía empezaron a hacer ruido en Rosario. Agrupaciones sociales comenzaron a acompañar a familias desoladas que en solitario denunciaban lo mismo: la complicidad del Estado en investigaciones judiciales ineficientes para garantizar impunidad en los casos de gatillo fácil. Mientras padres, hermanos y amigos se convertían en militantes a la fuerza, diversas organizaciones políticas encontraban coincidencia en un mismo espacio plural. Así surgió la Multisectorial contra la Violencia Institucional que a las 18 de este viernes hará su presentación formal en La Toma (Tucumán 1349) con la lectura de un documento fundacional.
El primer caso que se visibilizó fue en 2014. Era octubre y el cuerpo de Franco Casco aparecía flotando en el río Paraná después de estar más de 20 días desaparecido. Tenía 20 años y había sido visto con vida por última vez en la seccional 7ª tras una oscura detención por “resistencia a la autoridad”. Tanto sus familiares como las organizaciones que los acompañaron denunciaron desde el principio el vergonzoso accionar de la Fiscalía provincial, que después de largos meses aceptó que el caso debía ser investigado como desaparición forzada de persona en la Justicia federal.
La ineficiencia de la Justicia para esclarecer el caso se repitió cada vez que en las causas aparecían agentes de las fuerzas públicas involucrados. Desde la Multisectorial aseguran que hasta el día de hoy sigue siendo uno de los principales reclamos del espacio.
“No estamos solos”
Juli dice que cada vez que se entera de otro pibe asesinado siente el mismo dolor que cuando mataron a su hermano, como si lo mataran otra vez. Y también el compromiso para que otras familias no se sientan tan solas como le pasó a ellos al principio. “Hoy podemos sentir que este es nuestro espacio y que se logró gracias a muchísima, pero muchísima lucha. Cuando encaramos la pelea nos sentíamos solos y estábamos verdaderamente solos”, recuerda la hermana de Jonatan Herrera, el joven de 22 años asesinado por balas policiales en enero de 2015 en la puerta de su casa de barrio Tablada, cuando lavaba el auto. Los uniformados que le dispararon perseguían a un pibe que había robado una juguetería y que recibió una condena considerablemente mayor a la que alcanzaron los efectivos por el homicidio.
“Todo lo que la Policía pueda hacer y está mal nosotros lo pasamos”, dijo Juli sobre lo que siguió a la muerte de su hermano: “Cacheos, golpes, amenazas, robos. Por todo eso queremos llevar nuestra experiencia a la sociedad. Eso no tiene que pasar y no tenemos que acostumbrarnos. La gente tiene que saber que hay un espacio dispuesto a dar pelea hasta el final”.
Negados
Uno de los objetivos principales de la Multisectorial es visibilizar y denunciar los casos que son “sistemáticamente negados por el Estado”, según reza el documento que firmaron más de 20 agrupaciones y familiares de ocho víctimas de Violencia Institucional.
Pero también denunciar que se reiteran patrones de respuesta policial y judicial inadecuados para garantizar impunidad. Lo que más le critican al abordaje judicial es que en la mayoría de los casos las primeras actuaciones las realiza la propia Policía, incluso los mismos partícipes del hecho. Eso permite “la construcción de una versión policial” que presenta los casos como enfrentamientos armados, pero también la alteración del escenario de los hechos, la introducción de evidencia falsa y el ocultamiento de evidencia incriminatoria.
Desde la Multisectorial aseguran que esos relatos policiales se reproducen luego en el Ministerio Público de la Acusación, después en los medios y terminan ciento el relato oficial sobre lo sucedido.
“El día que mataron a David y Emanuel dijeron inmediatamente en los medios que eran dos delincuentes, que había sido un enfrentamiento”, recordó Érica, prima de uno de ellos. “Era imposible. No había forma. Era absolutamente imposible que tuvieran un arma”. David Campos tenía 28 años y Emanuel Medina 32. Ambos fueron asesinados por balas policiales el 23 de junio pasado en Callao al 5700, luego de una extensa persecución vehícular. La Policía habló de un enfrentamiento y secuestró dos armas del auto de las víctimas. Sus familiares aseguran que se las “plantaron”. Para Erica fue imprescindible el apoyo que recibió del espacio en las primeras horas de la investigación. “Gracias a ese accionar, que fue inmediato, evitamos que muchas cosas se hagan mal como pasó en otros casos”. Y ese es otro de los objetivos de la Multisectorial: “Acompañar, asesorar y asistir de manera integral a las víctimas y a sus familias”.
Del espacio participan también familiares de Maximiliano Zamudio. (Tenía 16 años y un retraso madurativo. Lo asesinó un suboficial de Prefectura Naval en la puerta de su casa de barrio Tablada el 27 de mayo de 2015); de Jonatan Ojeda (Tenía 17 y lo mató un cabo primero de Policía en la puerta de su casa de zona sudoeste el 18 de octubre de 2015 de un tiro en el rostro); de Carlos Godoy (Tenía 25 años. Lo mataron balas policiales en el puente Sorrento, a metros de su casa de Empalme Graneros el 24 de mayo de 2015); de Alejandro Ponce (Tenía 23 años apareció en flotando en el río Paraná días después. Su familia denunció que uniformados lo obligaron a arrojarse al agua junto a su hermano y le arracaron cascotazos en la cabeza , el 30 de octubre de 2015).
Las agrupaciones que conforman el espacio son:
Aire Agrupación Estudiantil
AMSAFE Rosario
APDH
Ateneo John William Cooke
Cátedra de Criminología y Control Social, UNR
Ciudad Futura
Club de Investigaciones Urbanas
Colegio de Psicólogos
Corriente Peronistas Descamisados
El Pulso
Fundación Igualar
HIJOS
Iniciativa Popular
Izquierda socialista
La Cámpora
Madres
Movimiento Evita
Nuevo Encuentro
Patria Grande
Peronismo Militante, Santa Fe
Proyecto inscribirte en la historia
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