La maratonista argentina Daiana Ocampo habló acerca de su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 y cómo combina la preparación con la maternidad. A fines de abril la nacida en Pilar, de 33 años, bajó en 26 segundos la marca mínima que solicita World Athletics (2h26m50s), además de reducir en 52 segundos su mejor registro histórico y sacó pasaje para la cita en el Viejo Continente.
En diálogo con Ari Paluch para el programa Arizona (Rock & Pop), Ocampo detalló que lleva a su hija a la escuela todas las mañanas y ahí mismo empieza a entrenar para su primera participación en unos Juegos Olímpicos: “Voy vestida para dejarla y empezar a correr. A la mañana corro 15 kilómetros y después, a la tarde, hago otros 10 o 12”.
A pocos meses del inicio de los Juegos Olímpicos, Ocampo explicó que en esta etapa busca “sumar kilómetros, que es la base del maratón”.
La prueba de maratón femenina, en la que participa Ocampo, será el 11 de agosto, el último día de actividad en los Juegos Olímpicos de París.
Ocampo consiguió la clasificación el pasado 28 de abril, cuando terminó en la séptima posición de la Maratón de Hamburgo con un tiempo de 2 horas, 26 minutos y 24 segundos (el corte clasificatorio a París era de 2 horas, 26 minutos y 50 segundos) y fue la única no africana que se metió en el top 10.
Acerca de aquel momento, la atleta confesó: “Fue mi mejor tiempo y llegué muy emocionada, desde Tokio venía en busca de la clasificación”. Y subrayó la importancia de su familia: “La base es el apoyo familiar, la organización y la ayuda de la gente que está conmigo”.
Ocampo llegará a París el 6 de agosto y fue realista con respecto a sus posibilidades: “De a poco vamos recortando tiempos, pero eso no significa que vayamos a pelear una medalla. Vamos a pelear una posición en el continente. En los Juegos Olímpicos no se busca tanto el tiempo, sino la posición”.
Con respecto a los costos de la preparación, la maratonista contó que “lo banca la Confederación, pero cuando el presupuesto no alcanza ponemos de nuestro bolsillo, como cuando fuimos a buscar la marca a Hamburgo. La verdad es que esto es un poco a pulmón, estamos acostumbrados a esto”.
Por último, confesó: “Lo mejor de terminar el maratón es esa ventana de comer cosas, que durante el periodo de preparación te las negás. En la última comí una hamburguesa con papas fritas”.