El Servicio Público Provincial de Defensa Penal (SPPDP) expresó su preocupación por los posibles traslados “compulsivos” de personas privadas de la libertad desde cárceles del centro y sur de Santa Fe a una prisión en el norte provincial. Se trata de la Unidad Penitenciaria 10 de Santa Felicia, ubicada en un paraje a tres horas en auto de la localidad de Vera y a casi 500 kilómetros de Rosario.
Según expresó el SPPDP en un comunicado, el Servicio Penitenciario de Santa Fe, que depende del Ministerio de Seguridad que encabeza Maximiliano Pullaro, pretende trasladar presos a “centenares de kilómetros de distancia de su residencia” con el argumento de solucionar un problema de superpoblación que para nada se verá resuelto por tratarse de cifras insignificantes.
“Bajo la apariencia de solucionar el problema de la superpoblación se pone en riesgo el funcionamiento y lógica interna de esa unidad penal al mismo tiempo que se afectan derechos y garantías esenciales de las personas privadas de su libertad, como ser el acercamiento y proximidad familiar. Además, las medidas intentadas no podrían dar solución a la superpoblación por la insignificancia en términos provinciales del número de internos afectados”, expresaron.
En la misma línea explicaron que tampoco se puede “dar respuesta a la pretensión de traslado de internos de alto perfil porque la cárcel de Santa Felicia no está preparada para ello: cuenta con seguridad limitada y espacios que favorecen la reinserción social.
Con esos argumentos el Consejo del SPPDP (organismo creado para asesorar y evacuar consultas de la Defensa Pública provincial) realizó una presentación formal ante el Servicio Penitenciario en concordancia con planteos similares expresados por la Iglesia Católica con sede en el norte santafesino y el senador por el departamento de Vera, Osvaldo Sosa.
Hace cuatro meses, el penal de Santa Felicia fue noticia porque quedó aislado por las lluvias y ni los propios empleados penitenciarios podían llegar a trabajar. Según expresaron en dicha oportunidad, el problema se repite desde que se inauguró la cárcel, hace 20 años, cada vez que llueve. La situación tomó estado público a comienzo de año cuando se viralizó un video que mostraba a empleados penitenciarios ingresando en acoplado a la cárcel luego de horas de viaje a paso de hombre por el camino vecinal del Cementerio.
Según expresaron, la ruta 82S, en su tramo desde el penal hasta la Ruta 3, debía terminarse a fines de 2018 pero nunca fue concluida.
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