El ginecólogo rosarino Rafael Pineda, será distinguido mañana por la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, quien le hará entrega del diploma que lo acredita como miembro correspondiente. El doctor Pineda es jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, director del Departamento de Bioética, profesor adjunto a cargo de Ginecología de la Carrera de Medicina de la Facultad de Ciencias Biomédicas y director del Comité de Bioética de la Universidad Austral; luego del acto disertará en la biblioteca de la Academia sobre “Los desafíos éticos que plantea el ejercicio profesional de la ginecología”.
— ¿Cuáles son esos desafíos?
— Son muchísimos. En esta oportunidad voy a hablar específicamente de cinco: el aborto, la objeción de conciencia, los cambios de costumbres sexuales de la sociedad que llevan a patologías ginecológicas, los problemas de la reproducción artificial y los problemas de la mujer en el final de su vida.
— ¿Estos son los temas que aborda la Bioética?
— Totalmente. Dirijo el Departamento de Bioética de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral desde hace 15 años y estos son los temas que abordamos cada vez que tenemos oportunidad de hacer conferencias o charlas.
— Usted es uno de los defensores de los “objetores de conciencia”, ¿qué es concretamente?
— Apunta a aquel médico que por alguna circunstancia, sea legal o sea a pedido del paciente, se le solicita realizar una práctica con la que el médico no está de acuerdo, esa es la objeción de conciencia. Acá a en Rosario hay muchos casos. A mí me toca directamente por el tema del aborto no punible y yo soy objetor de conciencia en ese sentido.
—¿Cree que, como alguna vez fue la ley del divorcio o de matrimonio igualitario, una ley a favor del aborto sea tratada próximamente en el Congreso?
—Personalmente creo que tarde o temprano la discusión se va a dar en las Cámaras. Creo que la posición tanto de diputados, como de senadores, no es uniforme. Nosotros estamos trabajando personalmente para dar buena información a los diputados para que ellos puedan decidir bien informados. En realidad, el problema de cualquiera que debe tomar una decisión sobre un tema del cual no está informado, puede llegar a tomar decisiones muy equivocadas. Tomar decisiones respecto a la vida del no nacido puede llegar a ser muy equivocado. Concretamente hay un proyecto de la diputada Cynthia Otón que quiere sacar una ley para proteger a la mujer embarazada, desde el momento mismo de la concepción hasta que el niño comience la escuela. Ahora, hay un proyecto del Estado que protege al niño desde el tercer mes, pero el embarazo empieza con la concepción, entonces, ahí nos quedan tres meses huecos que hay que protegerla, es el momento que la mujer pasa por una crisis, el momento donde puede tomar decisiones equivocadas.
—Sobre todo en los sectores sociales donde muchas veces está sola.
—Efectivamente, si la mujer tiene una ley que la protege, que la asiste, que le facilita la evolución del embarazo, el control, la asistencia perinatal, la atención de su bebé, sobre todo en poblaciones limitadas económicamente es muy importante y por ello ayudamos a la diputada en estos temas.
—El tema recurrente es que para tratar de evitar un aborto, lo que debería haber es una educación sexual, algo que desde distintos sectores conservadores impiden.
—Hay que tener cuidado, porque el tema de la educación sexual es un patrimonio, básicamente, de la familia. Cuando la familia no existe o no es contenedora habrá que hacerlo a través de la escuela, pero con la activa participación de la familia. Lo que uno ve es que hoy, estas campañas o clases de educación sexual, están más ligadas a la información más que a la formación. La formación para la sexualidad es algo muy importante y extremadamente delicada que no cualquiera la debe dar. Por eso digo que es patrimonio de la familia en tanto y en cuanto la familia lo pueda hacer y es patrimonio de la escuela y de la familia, en conjunto, con participación de los padres, cuando éstos estén un poco perplejos y no puedan hablar de estos temas con sus hijos. Pero no debe ser exclusiva o excluyente de la escuela.
—Por un lado, la medicina avanza en la fertilidad asistida y por otro lado, desde el Estado, las leyes de adopción desalientan a las parejas que no pueden tener hijos. ¿Qué posición tiene la Bioética en este tema?
— Hoy adoptar un niño es casi imposible. La adopción en la Argentina es un tema conflictivo por el tema de los hijos de los desaparecidos, este es un problema muy serio y por otra parte, el tema del aborto hace que haya menos niños disponibles para la adopción. En el tema de la reproducción artificial hay un horizonte sumamente complicado que se alimenta mensualmente con nuevas técnicas, que afectan concretamente la dignidad del embrión. Mi objetivo concreto como ginecólogo es defender la vida desde el comienzo hasta su final natural y en ese período de la vida, el embrión es el ser más expuesto a atentados contra su dignidad.
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