Este miércoles, luego de que el gobierno nacional oficializara el congelamiento de más de 1.400 productos de la canasta básica en todo el país, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, anticipó un fenómeno de desabastecimiento en las góndolas. Por su parte, el secretario de Comercio Interior de la Nación, Roberto Feletti, salió al cruce y pidió que el camino no sea “ni amenazas a los argentinos y argentinas ni desabastecimiento”.
Consultado por la decisión del gobierno nacional, Girnman señaló: “Va a haber desabastecimientos, de eso no tengo dudas. Cuando se le terminen los productos que ya están fabricados, si dan pérdidas, no se van a volver a fabricar”, y agregó: “No entiendo como no se dan cuenta de que eso va a ser así”.
Según el titular de la CAC, la medida es “un paliativo” para que la sociedad “tenga la sensación de que está un poquito mejor”. Consultado por los aumentos que se dieron en algunos productos durante los primeros días de octubre, explicó que se trató de subas autorizadas por Paula Español, antecesora de Feletti, aunque no explicó los motivos.
Horas después, el titular de la cartera de Comercio salió a contestarle a través de su cuenta de twitter y pidió “ni amenazas a los argentinos y argentinas ni desabastecimiento”, y agregó: “Lamentamos mucho este tipo de amenazas que no son ni a un gobierno ni a una política, sino al Pueblo argentino”.
Más adelante, Feletti escribió: “Venimos de un tiempo muy duro y estamos tratando de salir adelante poniendo todos un poquito para que la Argentina se vuelva, definitivamente, social y económicamente sostenible. Siempre estaremos abiertos al diálogo y a la negociación, pero no en estos términos”.
El detonante
La negociación que mantuvieron durante ocho días la secretaría de Comercio y representantes de la industria y comercialización alimenticia, terminó de naufragar este martes luego de un comunicado de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal).
El escrito, publicado poco antes de una reunión decisiva entre las partes para definir el congelamiento, acusó a las autoridades nacionales de tener “falta de voluntad” para lograr un acuerdo.
El comunicado emitido por la entidad que preside Daniel Funes De Rioja sostuvo: “Los acercamientos realizados hasta el momento reflejan la falta de voluntad por parte de las autoridades para realizar un acuerdo con el sector”.
Pese a la extensión de las negociaciones que se dilataron ante las objeciones por parte de los empresarios, desde Copal consideraron que “a pesar del esfuerzo realizado por las empresas en enviar sus propuestas de participación, las mismas no fueron tenidas en cuenta, así como tampoco fue considerado el pedido de generar un espacio de intercambio en lo inmediato, que permita clarificar las realidades y posibilidades de los distintos sectores y encontrar en conjunto un acuerdo sostenible”.
Sin acuerdo
Lo sucedido el martes por la noche parece haber marcado un antes y un después para la relación entre ambos sectores. La oficialización de la norma, pese a no haber logrado un acuerdo, es una muestra de ello, aunque también una consecuencia de algo que Feletti había anticipado y que tenía que ver con la necesidad de levantar el peso del salario respecto a la canasta básica.
Luego de la última reunión y con la certeza de que la decisión sería oficializada este miércoles, el secretario de Comercio explicó: “Se define esta intervención de estabilizar precios por noventa días porque la canasta básica está mordiendo más porciones del salario”.
Además, enfatizó: “En mercados monopólicos siempre van a ajustar por precio y nunca por cantidad. Llegan a maximizar el beneficio subiendo precios y nunca expandiendo la cantidad”.
En ese sentido, evaluó: “Los empresarios tienen capacidad instalada, recompusieron márgenes todo este año, mucho, y la canasta básica sigue aumentando. Paremos un poco, aceptemos este apoyo, no es al Gobierno, es la pueblo”.
Por último, Feletti analizó que el acuerdo será para evaluar el cuadro de situación en la cadena de precios y concluyó: “No estamos pidiendo a 60 empresas un esfuerzo sobre 1400 productos para pasarla mejor. No les estamos diciendo pierdan plata”.
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