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Clásico rosarino

Práctico y eficaz, un sello distintivo

La Lepra se propuso incomodar al Canalla, algo que recién logró en el segundo tiempo.


“Este partido hay que ganarlo como sea”. El deseo de Maxi Rodríguez en la semana previa al Clásico se hizo realidad: Newell’s cortó la racha frente a Central a pura efectividad. Este equipo que no luce, al que no le sobra demasiado (y hasta le faltan recursos) volvió a hacer alarde de su pragmatismo y practicidad, a esta altura, un sello distintivo, para sacarse la mochila de los Clásicos en el Gigante de Arroyito y en la última bola del partido.

Aguantó el partido. Ante el embate canalla, Pocrnjic respondió con sendas atajadas. (Foto: Alejandro Guerrero).
Aguantó el partido. Ante el embate canalla, Pocrnjic respondió con sendas atajadas. (Foto: Alejandro Guerrero).

La Lepra se propuso no dejar jugar al Canalla y estuvo mucho más preocupado por contener y achicar espacios que por generar algo en el arco rival.  Sufrió demasiado en el primer tiempo y necesitó de las atajadas de Luciano Pocrnjic para mantenerse con vida. Corrigió sus problemas en el complemento adelantando sus líneas y equiparó las cosas. Ya no pasó sobresaltos, tapó a los receptores y hasta pudo tenerla un poco más, pero siguió lejos de Sebastián Sosa. Hasta que llegó el córner de Maxi Rodríguez, el cabezazo de Mauro Formica y la definición del capitán rojinegro para desatar una fiesta contenida desde hace tiempo.

¿Cómo criticarle a este equipo su rendimiento si jugando así cortó la racha en los Clásicos, sigue invicto y es escolta del líder Estudiantes? ¿Cómo intentar explicarle al hincha enamorado del resultado que este Newell’s absolutamente práctico y que hasta va a contramano de la historia futbolística leprosa saca adelante todos los partidos? Argumentos tiene, no todo es producto de la casualidad ni de la suerte.

Encontró, casi sin querer, un arquero confiable como Luciano Pocrnjic, que llegó para ser suplente del suplente y que se ha ganado la titularidad sin discusiones.

La defensa ya no sale jugando como en otros tiempos y la revienta sin inmutarse, pero a la hora de la marca hay otra agresividad. Así, ha ganado en solidez y el cero en el arco propio es un gran aliado.

Diego Mateo es el líder indiscutido de la combatividad y de la entrega absoluta. Y eso que ayer jugó condicionado y caminó por la cornisa en más de una oportunidad.

Y los demás volantes entienden que el esfuerzo tiene que ser una característica de este equipo. Algo que ayer se evidenció en el sacrificio que hicieron Mauro Formica, Joel Amoroso y Héctor Fertoli para retroceder y ocupar posiciones defensivas.

También tiene jerarquía individual. En el arranque del torneo, ganó varios partidos por Ignacio Scocco; ayer el héroe fue Maxi Rodríguez, al que le costó hallarse como ‘nueve’, pero que se quedó con todos los flashes al convertir el agónico tanto de la victoria.

Y Diego Osella logró, al fin, la aceptación definitiva del hincha leproso, que tantas veces lo miró de reojo y hasta llegó a desconfiar de sus condiciones. Pero que seguramente el próximo domingo lo ovacionará apenas pise el césped del Marcelo Bielsa porque su equipo volvió a ganar el Clásico. Y con eso basta y sobra.

Uno por uno — Por Pablo Soria

Pocrnjic (8). La figura leprosa. Con tres o cuatro atajadas, responsable de que Newell’s llegue con vida al final del Clásico.

Escobar (5). Se complicó cuando lo presionaron en la salida. En el segundo tiempo se acomodó y terminó en la zaga.

Formiliano (4,5). Inseguro y frágil. No inspiró seguridad y otra vez se retiró lesionado.

Moiraghi (6). Lo mejor de la defensa. Entendió cómo había que jugar el Clásico. Nunca se complicó.

Paz (5). Sin lucirse, cumplió. Lo suyo pasa por la marca. También estuvo firme en el juego aéreo.

Quignón (5,5). Levantó en el segundo tiempo. Arrancó perdido y sin función específica. Buen complemento en el doble cinco.

Mateo (6). A pesar de los excesos en el juego brusco, siempre aparece por donde anda la pelota. Cómodo en la fricción.

Fertoli (5). Mejoró en el segundo tiempo y encaró un par de contragolpes para sacar al equipo hacia delante.

Formica (5). Encontró compañía en Maxi cuando Osella modificó el esquema. Partícipe involuntario en el gol de la victoria.

Rodríguez (7). De un discreto partido a una decisiva intervención en el resultado. Golazo por la precisa definición.

Amoroso (5). Corre más de lo que juega. A Newell’s le sirvió más en la segunda etapa.

Advíncula (-). Entró por la lesión de Formiliano. Aportó un par de proyecciones para colaborar con el mediocampo.

Elías (-). Diez minutos para aportarle dinámica y un par de corridas cuando el partido ofreció el ida y vuelta del final.

Tevez (-). Piernas de recambio para colaborar con los compañeros cansados.

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