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Por un “socialismo plural”

Los dirigentes Ariel Basteiro y Oscar González respaldaron la candidatura de Jorge Rivas, que el 13 de junio le disputará en un proceso eleccionario interno la conducción del PS al senador Rubén Giustiniani.

El Partido Socialista (PS) se encamina hacia un proceso eleccionario interno que se realizará el próximo 13 de junio, donde después de ocho años dos listas se disputarán la presidencia del Comité Ejecutivo nacional. Con el respaldo del gobernador Hermes Binner, el senador Rubén Giustiniani buscará por cuarta vez la reelección con la lista Socialismo y Participación, y se enfrentará en las urnas a la nómina Unidad Socialista que lleva como candidato al diputado Jorge Rivas, cercano al kirchnerismo. Esta postulación es acompañada, entre otros, por el diputado Ariel Basteiro y el secretario de Relaciones Parlamentarias del gobierno nacional, Oscar González, quienes ayer, en el marco de una recorrida por los distritos en condiciones de sufragar en la interna partidaria, estuvieron de visita en Rosario. 

En diálogo con El Ciudadano, ambos dirigentes plantearon la “necesidad de un recambio” en el PS. “Hoy es un partido cerrado, exclusivo de Santa Fe y «rosariodependiente». Queremos discutir un modelo de partido, con autonomía pero no aliado a sectores de centroderecha”, coincidieron.

—Después de la alianza sellada en 2002 con el sector que conduce Giustiniani, ¿qué fue lo que los motivó a conformar este año una lista que dispute a la actual conducción la presidencia del Partido Socialista?

—(Basteiro) El objetivo principal es modificar el partido. Queremos un partido democrático, participativo, plural, algo que en los últimos años se fue perdiendo. Nos unifica una visión igualitaria de transformar el partido, no como ahora, que es un partido cerrado y sin debate. Apostamos a una construcción más horizontal donde los distritos tengan libertad de cerrar acuerdos políticos en función de la realidad de cada uno de esos distritos, y que no sea una cuestión exclusiva de Santa Fe, como ha sido en los últimos tiempos, intentado instalar un partido “rosariodependiente”.

—(González) La idea es disputar un modelo de partido. Hoy es un partido sectario que no abre la discusión interna en torno a la multiplicidad de temas, incluso sobre nuestra posición con relación al gobierno nacional. Se encierra en una forzada autonomía. A esto se suma una alianza objetiva en el Parlamento con sectores de centroderecha. Reivindicamos la identidad de un Partido Socialista como expresión de la izquierda democrática, para aportar a un proceso de cambio.

—Últimamente se los escuchó disparar fuertes críticas contra la postura del socialismo en el Congreso de la Nación con respecto a la votación de algunos proyectos…

—(González) Se da una situación contradictoria, donde por un lado se gobierna la provincia de Santa Fe y en lugar que eso sea un motor dinamizador de la vida del partido se termina imponiendo un sector que controla el aparato. Y el distrito que no coincide se lo interviene, se inician procesos de expulsión como a nosotros y a Jorge Rivas pese a la situación personal que atraviesa (fue víctima de un asalto que lo dejó cuadripléjico). Queremos un partido donde ser más o menos K por lo menos se pueda discutir.

—¿Qué evaluación hacen del gobierno de Hermes Binner?

—(González) La cantidad de obras que el gobierno nacional ejecuta en esta provincia no se corresponde con la intolerancia y la violencia verbal en el Congreso contra el gobierno nacional. El Partido Socialista debe conservar su autonomía, con una oposición responsable y no obstructiva. No se puede ser de izquierda y votar con la derecha. El otro sector vota en contra de la movilidad jubilatoria y de la recuperación de Aerolíneas por parte del Estado.

—(Basteiro) La diferenciación tiene que pasar por reclamarle al gobierno nacional mayores niveles de distribución de riquezas, pero lo que es incoherente es que la diferencia con el gobierno sea en alianza con sectores de la derecha, como la Sociedad Rural en la disputa por la resolución 125. Es una diferencia clara que tenemos con el sector de Giustiniani. Mientras la alianza sea con Carrió y Morales, nos dan margen para las críticas. 

—El senador Giustiniani presentó su propio proyecto de ley de movilidad jubilatoria…

  —(Basteiro) Fue sólo fijar una postura que después no se sostiene ni siquiera dentro de su propia provincia.      

—En la coyuntura política se observa una interesante disputa parlamentaria. ¿Qué lectura hacen sobre la conformación de este Congreso que hoy debate tema por tema con intensidad?

—(Basteiro) Con las elecciones legislativas del año pasado se creía que iba a haber una nueva mayoría en ambas cámaras, pero hasta el momento no se percibe. Hay una realidad que no es de mayorías absolutas. Para tratar y votar determinadas leyes hay que trabajar en consensos. Hay una oposición heterogénea que tiene dificultades para acordar una posición única. Sectores de centroizquierda, para lograr un mejor posicionamiento en el manejo de las comisiones, acordaron sumar voluntades a los partidos de derecha, una situación que genera desestabilización. Oponerse al pago de deuda con reservas o la ley del cheque tiende a generarle un conflicto económico al gobierno nacional para así minar su gobernabilidad.

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