El papa Francisco envió “una bendición al pueblo argentino” en el comienzo de las conmemoraciones por el 205 aniversario de la Revolución de Mayo. “Un mensaje de paz, trabajo y alegría”, fueron las palabras del pontífice tras finalizar la audiencia pública en la Plaza San Pedro.
Francisco saludó al “pueblo argentino” tras el encuentro que celebra cada miércoles en la Santa Sede en el que pidió “reflexionar” sobre la educación de los hijos como vocación natural de la familia.
“La alianza educativa está en crisis en nuestros días. Está rota. Los síntomas son muchos: por una parte hay tensiones y desconfianza entre padres y educadores; por otra parte, cada vez son más los ‘expertos’ que pretenden ocupar el papel de los padres, los cuales quedan relegados a un segundo lugar”, planteó Francisco en su mensaje a los fieles congregados en el Vaticano.
Francisco comenzó su alocución destacando “qué difícil es que los padres eduquen a sus hijos cuando les ven sólo por la tarde y vuelven a casa cansados” y señaló que es “aún más difícil para los padres separados”.
Bergoglio citó una anécdota personal de su niñez y explicó que un día la maestra convocó a su madre porque le había contestado mal y su madre le pidió que pidiera perdón y después le retó en su casa. “Si pasa esto ahora, son los padres los que van a cuestionar a la maestra”, dijo.
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