Las autoridades de la Facultad de Humanidades y Artes suspendieron temporalmente el dictado de clases hasta tanto se realicen las pericias correspondientes para determinar el estado del nuevo edificio con ingreso por calle Corrientes, tras el accidente sufrido por una alumna en la tarde de anteayer, cuando un vidrio cayó desde el sexto piso y le impactó en el cuello. El decano José Goity manifestó que retomarán las actividades en cuanto obtengan los resultados de los estudios, al tiempo que estimó que las clases volverán a dictarse con normalidad a partir del próximo lunes.
Ante la suspensión, alumnos e integrantes de los centros de estudiantes decidieron iniciar una vigilia durante la madrugada de ayer con el fin de mantener las puertas de la institución abiertas y continuar con el dictado de clases, mientras solicitan la relocalización hacia otras dependencias de la Universidad. En tanto, ayer al mediodía tuvo lugar una clase abierta, con corte de calle, y a las 18 se realizó un asamblea interclaustros (alumnos, docentes y no docentes) para decidir las medidas a tomar en los próximos días.
Por su parte, la joven que resultó herida se encuentra en estado estable, luego de una segunda intervención quirúrgica, de carácter estético, y continúa internada en el Heca con la compañía de sus padres, quienes viajaron especialmente desde Viedma, Río Negro, tras el incidente.
“Suspendimos provisoria y preventivamente las clases porque no hay condiciones adecuadas para continuar con el dictado. Elevé una nota al rector solicitando que haya un sumario, una investigación y acciones legales para definir responsabilidades en el hecho junto con un nuevo informe de peritaje de las condiciones de los cinco pisos habilitados. En cuanto tengamos las respuestas retomaremos las actividades”, señaló José Goity, decano de la Facultad, en diálogo con El Ciudadano.
En relación con el pedido de los alumnos de trasladar las clases a otro edificio de la Universidad, el decano advirtió: “Actualmente no hay condiciones para el traslado, debido a la cantidad de cursos que se dictan en el edificio”, al tiempo que estimó que las clases retomarán la normalidad el próximo lunes.
Según señaló el titular de la casa de estudios, que alberga alrededor de 4 mil estudiantes entre las 8 carreras que se dictan, el edificio con ingreso por calle Corrientes está debidamente habilitado para que funcionen sus cinco primeros pisos, mientras que la habilitación del sexto, donde ocurrió el accidente, estaba prevista para el año próximo. “El edificio fue habilitado para las cinco primeras plantas, la sexta en la que se produce el accidente, estuvo prevista para una función específica de investigación y docencia y proyectada a ser habilitada a lo largo del año próximo. Las cinco plantas; estaban en correctas condiciones, con algunas dificultades, pero sin riesgo directo”, explicó Goity, y agregó: “Le solicitamos a la Universidad que se garantice sellar el sexto piso para que no haya contacto con los otros cinco. Allí, no debía haber habido una intervención y, de ser así, debía haber sido informada. Por eso también solicité acciones sobre la empresa en caso de que se compruebe algún tipo de responsabilidad suya”.
Por su parte, los estudiantes manifestaron su indignación frente a lo ocurrido y exigieron que se revisen las condiciones edilicias de los nuevos salones, al tiempo que pidieron continuar con el cursado de clases y derivarlas a otras dependencias de la Universidad.
A raíz de lo ocurrido, el edificio con ingreso por calle Corrientes permanecerá cerrado, mientras las clases fueron suspendidas en todo el establecimiento. Los alumnos mantuvieron una vigilia durante la madrugada de ayer para evitar que el edificio de calle Entre Ríos cierre sus puertas y durante el mediodía se ofreció una clase abierta, para convocar a las 18 a un asamblea interclaustros, de la que participaron alumnos, docentes y no docentes, para definir el curso de acciones los días siguientes.
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