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Por otra OEA, sin Washington

El Grupo Río y las naciones del Caribe buscarán entre hoy y mañana en Cancún sentar las bases de un nuevo organismo regional pero sin la presencia de los poderosos del Norte: Estados Unidos y Canadá.

Con la presencia de la presidenta Cristina Fernández, quien arribó ayer a primera hora a México, los jefes de Estado y de gobierno de 32 países de América latina y el Caribe celebrarán hoy y mañana la llamada Cumbre de la Unidad de Riviera Maya, que en esa localidad al sur de Cancún tendrá como eje de discusión la creación de un organismo regional similar a la OEA (la cuestionada Organización de Estados Americanos) pero sin Estados Unidos y Canadá. También figuran al tope de la agenda el tema de la ayuda a la devastada Haití y la situación de Honduras, aunque en este caso extraoficialmente.

La reunión se desarrollará en el hotel Grand Velas de la Riviera Maya, un lujoso complejo turístico situado al sur de Cancún y cerca de Playa del Carmen. Será en medio de un fuerte dispositivo de seguridad del que participan 2.000 efectivos de la Policía y el Ejército mexicanos.

El tema más importante de la agenda es la iniciativa para crear un organismo regional con funciones similares a las que actualmente tiene la OEA, ya desgastada por acusaciones de ser un reflejo de las políticas de Washington hacia la región y por su ineficacia en resolver problemas trascendentes como el golpe de Estado de Honduras. Por eso, la idea es que esta nueva organización supranacional no incluya a los “poderosos del Norte”: Estados Unidos y Canadá. Con todo, es poco probable que al cabo de esta cumbre se anuncie el nacimiento formal de esa institución, pero sí es seguro que durante hoy y mañana se avanzará en las bases de su funcionamiento.

Desde hace por lo menos dos años, la mayoría de los gobiernos de América latina y el Caribe vienen impulsando la idea de crear un bloque propio para discutir los asuntos comunes y resolver conflictos sin la intervención extrarregional, que al calor de los signos políticos de la mayoría de los países de la región viene siendo cuestionada, como en el caso de Estados Unidos en Colombia.

Hasta ahora, los países de América latina y el Caribe están integrados únicamente en la OEA, en las cumbres iberoamericanas –y en ambos casos con presencia extrarregional– además de varias organizaciones subregionales que no los incluyen en su totalidad.

El segundo tema en importancia en la agenda es la ayuda a Haití, tras el terremoto del 12 de enero que causó al menos 217.000 muertos, 300.000 heridos, más de 1,2 millón de personas sin hogar y la destrucción del 70 por ciento de la capital, Puerto Príncipe. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estimó que se necesitarán unos 14.000 millones de dólares para reconstruir Haití del “desastre natural más destructivo de la era moderna”.

Con la expectativa de establecer alguna forma de coordinación de la ayuda regional, la cumbre retomará el tema que el 9 de este mes fue objeto de una reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Quito, de la que participó el presidente de Haití, René Préval, quien también será de la partida hoy.

Cristina llegó al aeropuerto de Cancún a las 7.22 hora de México (10.22 hora argentina) luego de una escala en Panamá, y de allí se dirigió al Hotel Gran Velas, sede de la cumbre.

La actividad oficial de los mandatarios comenzará esta mañana a las 9.45 hora local (12.45 de Argentina) con el saludo del presidente mexicano Felipe Calderón al resto de los mandatarios. A las 10.15 (13.15 de Argentina) comenzará la sesión plenaria, para pasar luego a la fotografía oficial y el almuerzo. Cristina Fernández tiene previsto mantener en paralelo un encentro con el electo presidente chileno Sebastián Piñera, a las 17 hora argentina. Y  hora y media después participará de la segunda sesión plenaria. Como anticipó, pondrá allí sobre el tapete la decisión británica de autorizar unilateralmente la exploración de hidrocarburos en aguas bajo disputa en los alrededores de las islas Malvinas, con el objetivo de sumar solidaridades regionales al histórico reclamo argentino de soberanía sobre el archipiélago.

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