A cinco horas de finalizada la votación en Venezuela, al cierre de esta edición el Consejo Nacional Electoral (CNE) informó el resultado oficial de las elecciones para elegir al sucesor del fallecido Hugo Chávez: con el 99,12 por ciento de los votos escrutados, el candidato chavista, a quien el líder bolivariano había designado como su heredero político, Nicolás Maduro, obtuvo según el recuento del organismo el 50,66 por ciento de los votos emitidos, mientras que el postulante que concentraba a la oposición, Henrique Capriles Radonski, consiguió un cercano 49,07 por ciento. De inmediato, Maduro habló ante sus seguidores en el centro de Caracas, y al tenor del estrecho margen de su victoria recordó lo que había dicho horas antes de la jornada electoral: “Si pierdo por un voto, entrego el gobierno, pero si gano por un voto, soy el vencedor”. En el mismo discurso, acusó una campaña de rumores en su contra antes y durante los comicios. Y afirmó “respetar los siete millones de voluntades” que se expresaron por su retador.
Con tensión por la extensa espera para conocer los resultados, transcurrió sin incidentes de gravedad la primera elección tras la muerte de Hugo Chávez el 5 de marzo pasado.En un país donde el voto no es obligatorio, concurrió a las urnas el 78,8 por ciento “relativo” de los habilitados para sufragar, según los números del CNE. Antes de conocerse las cifras de los comicios, en la llamada “Esquina caliente”, un punto de encuentro de chavistas en la céntrica Plaza Bolívar de Caracas, los partidarios oficialistas ya anticipaban la victoria entre gritos de “Chávez te cumplimos, ganamos y seguimos” y “Chávez vive la lucha sigue”. En esos momentos, y cuando la única certeza parecía ser la escasa diferencia que obtendría el venxcedor, sea cual fuere, Capriles Radonski había alertado que se pretendía “cambiar la voluntad expresada” en las urnas.
En su cuenta de Twitter, Capriles había incluso posteado varios mensajes de optimismo: “Sigo recibiendo resultados de todo el país! Cómo cambiaron las cosas con el 7 de Octubre! Que viva el Bravo Pueblo Venezolano!”, había tecleado recordando las presidenciales de octubre en las que perdió ante Chávez.
En Venezuela está prohibida la difusión de las encuestas de boca de urna, por lo que no había forma de anticipar siquiera una tendencia ante el retraso de l CNE. Poco menos de 19 millones de venezolanos estaban habilitados a concurrir a las urnas para elegir al presidente que concluya el período 2013-19 que inició Chávez, fallecido tras una larga lucha contra un cáncer que se le detectó en la zona pélvica en junio de 2011.
Para desempeñar ese cargo se postularon siete aspirantes, pero la contienda se limitaba a una definición excluyente entre el presidente encargado y delfín de Chávez, Maduro, y el líder de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), Capriles Radonski.
Capriles ya había sido derrotado por Chávez en las elecciones de octubre de 2012.
La jornada electoral se realizó sin incidentes, aunque con el dato curioso del hackeo a la cuenta de Twitter y la página web del oficialista Maduro, y un “apagón” de internet por parte de varios servidores en Venezuela.
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