Economía

Conflicto por exploración offshore

Por fuera del debate ambiental: la actividad hidrocarburífera como dinamizadora de la producción

La actividad posibilita una expansión productiva federal que tiene a Santa Fe entre sus principales proveedoras. El gobierno nacional busca focalizarse en las ventajas cuantitativas y cualitativas que aporta la cadena de petróleo y gas en términos de empleo y la contribución a las exportaciones


En medio del conflicto judicial que demora el proyecto de exploración petrolera a 300km de las costas de Mar Del Plata, desde el gobierno nacional expusieron datos sobre el efecto dinamizador que tiene la actividad hidrocarburífera para el desarrollo productivo en Argentina.

Destacaron la generación de empleo directo e indirecto que tracciona el sector, sobre todo en Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) y el despliegue federal que posibilita a partir de la cadena productiva. Santa Fe aparece como una de las principales provincias en cuanto a cantidad de empresas proveedoras para el sector.

Además de las ventajas cuantitativas y cualitativas que aporta en términos laborales, se destaca una importante contribución al Producto Bruto Interno y a la balanza externa a través de su potencial exportador. Dentro de esta actividad, las Pymes exportadoras superan cómodamente el promedio de aquellas que exportan en otro sector.

Un documento del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, detalló que la cadena de valor del petróleo y gas en Argentina está dominada por 37 grandes empresas que compran bienes y contratan servicios de 9.957 empresas, de las cuales 7.734 son Pymes empleadoras (el 77% del total).

Estas Pymes ocuparon a más de 220.000 trabajadores y trabajadoras en 2020. Se estima que la actividad central (extracción y servicios de apoyo inmediato) generan 65 mil puestos de trabajo. Dado que las Pymes proveedoras del petróleo y gas son solo una parte de los proveedores locales (hay grandes empresas que también son proveedoras y también firmas no empleadoras proveedoras), no deben tomarse los 220 mil puestos como sinónimo del empleo indirecto que genera el sector, ya que desde la cartera productiva calculan 5,1 puestos por cada empleo directo, lo cual daría más 325.000 puestos indirectos.

La exposición de datos se da ante la fuerte decisión del gobierno nacional por llevar adelante el proyecto de exploración en la zona del Mar Argentino, que por ahora se encuentra en suspenso luego de que un juez de Mar del Plata hiciera lugar a una cautelar presentada por un grupo de ambientalistas.

La disputa comenzó el 31 de diciembre de 2021, cuando el Ejecutivo autorizó por medio de una resolución el inicio de las actividades de exploración petrolera a 300 km de las costas de Mar del Plata. Hace pocos días la iniciativa se frenó a partir de la cautelar que le dio la derecha a grupos ambientalistas, pero desde el gobierno nacional ya apelaron el fallo, a través del Ministerio de Ambiente, para seguir adelante.

La actividad en Santa Fe

Desde el CEP XXI graficaron el despliegue productivo que permite la actividad hidrocarburífera con el actual funcionamiento en todo el país. En ese sentido explicaron que las Pymes proveedoras de la cadena se concentran principalmente en las provincias de mayor base industrial (como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y las petroleras, exponiendo así que la actividad no opera como un enclave local, sino que es capaz de desarrollar parte de su cadena de valor en el mismo territorio en el que opera.

CABA explica el 34,5% de las Pymes proveedoras, al alcanzar 2.663 empresas. “El dato no sorprende dado que se trata, por lejos, de la región con mayor densidad empresarial del país y, también, donde muchas empresas tienen oficinas administrativas y servicios de apoyo”, destacaron desde el centro de estudios. En segundo lugar aparece la provincia de Buenos Aires, que acapara el 26,3% del total (2.027 empresas). Luego figuran Neuquén con 603 firmas (7,8%), Chubut con 441 compañías (5,7%) y en quinto lugar Santa Fe con 407 empresas (5,3%). Luego aparece Mendoza con 374 firmas (4,8%), Santa Cruz con 274 (3,6%), Córdoba con 223 (2,9%) y Río Negro con 200 (2,6%).

A través de un segundo gráfico, muestran información georreferenciada más precisa, con una elevada densidad de proveedores en el corredor Buenos Aires-Rosario-Córdoba (corazón metalmecánico del país), pero también en torno a centros de influencia como las ciudades como Neuquén (y el Alto Valle del Río Negro), Mendoza, Mar del Plata, Bahía Blanca, Tucumán, Salta y Comodoro Rivadavia y localidades de menor tamaño relativo como Añelo, Catriel, Cutral Co, Caleta Olivia, Las Heras o Pico Truncado, entre otras.

Entre las 7.734 Pymes empleadoras proveedoras de grandes empresas, el 36,3% pertenecen a servicios empresariales (destacándose servicios de ingeniería, arquitectura, jurídicos o publicidad, entre otros), el 26,6% al sector comercio (sobresaliendo firmas dedicadas al comercio mayorista por ejemplo de maquinarias e insumos especializados, además de firmas de ventas de combustible) y el 17,9% a la industria manufacturera (destacando firmas fabricantes de productos metalmecánicos). Además, el 7,1% son del rubro de la construcción, el 4,3% de alojamiento y gastronomía y el 3,7% de petróleo y minería (principalmente servicios de apoyo a la extracción de hidrocarburos). Finalmente, otras actividades explican el 4,1% restante

Para medir qué sectores económicos tuvieron mayor peso como proveedores de bienes y servicios, calcularon los montos de facturación emitidos a las 37 grandes empresas que concentran la actividad central. A pesar de no ser las más numerosas en cantidad de empresas, las Pymes de la industria manufacturera lideran la interacción con las grandes firmas de la cadena. Entre junio del 2019 y mayo del 2021 emitieron por un monto total de $ 145,7 miles de millones, lo que equivale al 25,6% del total.

Las firmas de servicios para explotación de petróleo y gas se ubicaron en segundo lugar, con un total de $ 135,1 miles de millones (23,7% del total). Las empresas dedicadas al transporte se posicionaron en el tercer lugar con $ 82,4 miles de millones (14,5%, destacándose transporte automotor de cargas y por camión cisterna), en tanto que en el cuarto lugar aparecieron las empresas de comercio con $ 60,9 miles de millones (10,7%).

El informe de CEP XXI destacó que la participación de las pequeñas (42%) y medianas empresas (17%) en esta cadena es más preponderante que en el promedio general de la economía, donde las primeras representan el 13% del total de firmas y las segundas el 3%.

A la inversa, la participación de las microempresas alcanza el 37% (contra 84% en el promedio de la economía). Esto sugiere una mayor escala mínima necesaria para poder participar en la cadena de petróleo y gas.

Por otra parte, más de la mitad (53%) de las Pymes manufactureras que intervienen en la cadena pertenecen a ramas intensivas en ingeniería (mayormente del sector metalmecánico), un porcentaje mucho más elevado que el del resto de la economía, donde la participación alcanza el 24%. Dado que en general las ramas intensivas en ingeniería suelen ser más intensivas en I+D y en tecnología que la media industrial, estos resultados parecieran indicar que las Pymes proveedoras del sector hidrocarburífero tienen mayores capacidades productivas que el promedio.

Desarrollo exportador

Por último, desde el centro de estudios detallaron que el 10% de las micro, pequeñas y medianas empresas que intervienen en la cadena exporta (756 empresas). Se trata de un porcentaje muy superior al del universo total de Pymes de toda la economía nacional, donde las que venden al exterior representan el 1%. Esto sucede como consecuencia tanto de una mayor participación relativa de firmas de sectores transables (como la industria) y, a su vez, de la mayor productividad relativa.

En este sentido, destacaron: “La inserción internacional es beneficiosa porque brinda a las empresas posibilidades de diversificar mercados, acceder a conocimientos e innovaciones, incrementar la escala (y con ello la productividad y la competitividad) y mejorar la calidad del empleo y los salarios, entre otros beneficios”. En tanto, agregaron que el acceso al mercado externo por parte de las Pymes contribuye a reducir la heterogeneidad estructural (brechas internas de productividad entre firmas de diferentes tamaños) y a mejorar la equidad en los mercados de trabajo.

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