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Por el Puerto de la Música, Binner echó al jefe del Enapro

Pablo Ferrés había dicho que no se podía hacer la obra si la Nación no la autorizaba. Quedó a la deriva.

A la deriva. Luego de haber asumido, hace siete meses, el 20 de enero pasado, con fuertes críticas a la empresa concesionaria de las terminales portuarias locales por la forma en que se habían administrado los muelles I y II en los últimos años, Pablo Ferrés, el titular del Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro), fue removido de su cargo por un decreto firmado por el gobernador Hermes Binner. El final se desencadenó luego de que en declaraciones públicas Ferrés sostuviera apenas dos días atrás que no se podría construir el Puerto de la Música –para la Casa Gris, una obra emblemática– sin la previa autorización de Vías Navegables de la Nación, cartera que desde hace algunos meses viene sosteniendo que el gobierno provincial no tiene jurisdicción para desafectar el espacio seleccionado para la obra. Los dichos de Ferrés desentonaron por completo con la firme decisión del gobernador de seguir avanzando en la licitación del emprendimiento cultural. Y también con las últimas declaraciones del ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti, quien había asegurado que la megaobra ya estaba arreglada “de palabra” con el Ministerio de Planificación Federal de la Nación. Ferrés no lo entendió así, y selló su suerte.

Fuentes del gobierno provincial sostienen que los hechos acaecidos ayer comenzaron a gestarse hace dos meses. Si bien admitió que cuando asumió la titularidad del Ente que regula la actividad portuaria ya estaba decidido construir el Puerto de la Música en el predio de Pellegrini y el Paraná, Ferrés sostuvo a fines de junio que si lo hubieran consultado previamente a que se echara a rodar el proyecto “hubiera recomendado buscar otro lugar”. Aquellas palabras fueron la primera colisión con la propia lógica del gobierno provincial.

 

Y ayer, ya fuera de carrera, el funcionario saliente insistió. “Se está perdiendo un muelle valiosísimo”, advirtió a El Ciudadano. Y remarcó que lo que sería “lógico” es que primero se construya el nuevo muelle que reemplace el espacio cedido para el emprendimiento –que está en la zona sur– y después el Puerto de la Música. “Y están haciendo al revés”, se quejó.

 

Historia de un conflicto

 

Los dichos de Ferrés fueron a contracorriente de la Casa Gris en plena puja entre la administración Binner y el gobierno nacional, pelea que continúa hasta hoy. Es que una semana antes, el 17 de junio, el responsable de Vías Navegables de la Nación (ente que tiene a su cargo la Dirección Nacional de Puertos), Ricardo Luján, había manifestado, en forma sorpresiva, que el área que conduce rechazaba la idea de desafectar el muelle principal de la dársena local para montar allí un megaemprendimiento cultural como el Puerto de la Música.

 

En su argumentación, Luján explicó que la Nación cedió los terrenos donde se proyecta realizar la obra sólo para uso portuario, y que, dada la situación de escasez de espacio para la actividad portuaria, no era viable un puerto musical.

 

Y concluyó que era y es el gobierno nacional el único que tiene “potestad” para tomar una decisión sobre la franja portuaria, para advertir que no descartaba frenar el proyecto mediante la vía judicial.

 

Ese mismo día, desde el Ejecutivo provincial salieron a replicar. El propio Bonfatti había expresado que el dictamen contrario de Vías Navegables “no tenía el peso suficiente” para frenar el Puerto de la Música, ya que la propiedad de la tierra “es de la provincia”. Y argumentó que la Nación no tiene ninguna potestad, ya que su jurisdicción se limita a la regulación de la actividad portuaria. Acto seguido, el domingo 27 de junio el gobierno de Binner, tal como lo había previsto, publicó el llamado a licitación para el Puerto de la Música. Y, según el calendario oficial, el 3 de septiembre la Casa Gris recibirá a las constructoras interesadas en materializar el proyecto del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.

 

Averiado y hundido

 

El cruce se repitió hace dos semanas. En declaraciones al semanario Cruz del Sur, el ministro de Gobierno sostuvo que ahora sí se había llegado a un acuerdo con la Nación. “Ya está verbalizado pero lo estamos llevando a los papeles”, señaló el 11 de este mes Bonfatti, y luego abundó que incluso se acordó acrecentar los metros lineales y dar más hectáreas para el Puerto de la Música. Sin embargo, a las pocas horas Luján nuevamente insistió en que el gobierno provincial no tiene autorización para desafectar el muelle aunque debido, esta vez, a la falta documentación

 

En ese contexto, Ferrés salió a decir hace dos días que “sin autorización de la Nación no se podrá construir” el Puerto de la Música. “El Enapro es garante del terreno. Si la provincia viene con la autorización nacional podrá empezar la obra; si no, habrá que judicializarlo”, sentenció entonces el todavía titular del Enapro.

 

Sus dichos, finalmente, le costaron el cargo. “Si uno ve que las declaraciones del director de un ente público no coinciden con las del gobernador creo que no puede cumplir más esa función”, lo condenó Bonfatti ayer. Horas después, y ya desde el llano, Ferrés sostuvo que la Casa Gris manejó el tema del Puerto de la Música “con total inoperancia”, y que “está pasando por encima de un montón de normativas que tiene la ley de puertos”. Y, finalmente, lapidó: “Nadie sabe cuánto va salir ese monumento que quieren hacer”, sobre un terreno que,  dijo, “no tiene condiciones de resistencia”.

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