Edición Impresa

Por el fallo, falló la sesión

El rechazo judicial a la conformación de la Bicameral de Tratamiento Legislativo hizo caer su dictamen contrario al uso de reservas. Y la oposición en Diputados tuvo que retirar el tema del orden del día.

La decisión judicial por la que se rechazó la conformación con mayoría opositora de la comisión bicameral encargada de evaluar los decretos de necesidad y urgencia (DNU) del Ejecutivo cayó como agua fría en las filas de la heterogénea oposición que ayer, en la Cámara de Diputados, había conseguido quórum propio para sesionar con el objetivo de tumbar el llamado Fondo de Desendeudamiento contando con el dictamen contrario a ese instrumento, que finalmente quedó anulado por imperio del Poder Judicial. Así, unos y otros –el oficialismo había bajado al recinto cuando el resto completó el número necesario para abrir la sesión– decidieron ir a un cuarto intermedio para analizar el cambiado escenario. Los kirchneristas ya habían tomado la decisión de no volver, pero el resto de los bloques igual insistieron en continuar el debate, que se reanudó pasadas las 20.45 con la lectura del fallo judicial. Finalmente, el conglomerado anti K decidió “retroceder” con el tema, y lo retiró del orden del día para “no contrariar a la Justicia”. Al cierre de esta edición, se continuaba con los otros temas, como el veto a la llamada reforma política.

“Ante la duda, vamos a tender a respetarlo (el fallo). No es por miedo, de ninguna manera”, lamentó el titular del bloque del Peronismo Federal, Felipe Solá, luego de que el debate se reanudara tras un cuarto intermedio, en que la oposición decidió no avanzar contra el DNU 289 que habilita el pago de deuda pública con reservas.

El fallo del juez Enrique Lavié Pico (ver página 10) se conoció cuando la Cámara baja trataba el dictamen de la comisión recomendando el rechazo del DNU, por lo que la presidencia del cuerpo –en manos del kirchnerista Eduardo Fellner– interpretó que el despacho no tenía validez, decidió interrumpir el tratamiento del mismo y continuar con los otros temas previstos para la sesión.

De hecho, ya culminaba el debate del DNU y los diputados se aprestaban a votar cuando el oficialismo informó a Fellner del fallo, por lo que éste ordenó el cuarto intermedio.

“Me parece que nos tenemos que retirar. Ahora los presidentes de bloque están decidiendo qué se va a hacer. Pero nosotros no podemos votar esto, es un disparate, la razonabilidad exige que pasemos a un cuarto intermedio”, había dicho el bonaerense del Frente para la Victoria José María Díaz Bancalari. “Nuestra intención es continuar con la sesión, pero ahora vamos a analizar este fallo”, le siguió el radical Rubén Lanceta, titular –ahora en veremos– de la polémica Bicameral de Trámite Legislativo que giró a las dos Cámaras el tratamiento de los DNU (para tumbarlo hace falta el veto de ambas, y para ratificarlo el aval de una).

Ya desde el inicio la sesión en Diputados fue complicada: las primeras diferencias surgieron sobre si el DNU debía tratarse como orden del día, por lo cual se aprobaría o invalidaría con mayoría simple, tal como pretendía la oposición. O, en cambio, se votaba sobre tablas y era necesaria una mayoría especial (dos tercios de los legisladores presentes) como pretendía el oficialismo. Al final, y por votación, ganó la modalidad impulsada por los anti K.

Igual, toda esa ingeniería cayó al conocerse el fallo de Lavié Pico. La oposición, de todos modos, volvió al recinto tras el cuarto intermedio: contaba con el número para sesionar. Pero después de varios cabildeos, dio marcha atrás con el principal tema de discordia.

Los jefes de las bancadas del núcleo duro antikirchnerista accedieron así a quitar de la lista de tratamiento al DNU de uso de reservas, para no “contrariar” la medida cautelar. Hasta la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, tuvo que admitir el revés: “Se respetará la decisión judicial”. Con todo, subrayó que a su entender, la Cámara baja tenía igual atribuciones para tratar el DNU. En el inicio de la complicada jornada, la chaqueña la había calificado como una “victoria” para la oposición, pero ágil de reflejos advirtió entonces que el oficialismo iba a “tratar de ensuciarla”.

Comentarios