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Por dos arrebatos pasará 42 meses tras las rejas

El sentenciado, de 36 años, no gozará de beneficios durante su detención al ser declarado reincidente.

Por: Carina Ortiz

El intento de arrebatar una cartera que tenía en su interior tan sólo veinte pesos y, varios meses después, un celular que descansaba sobre la guantera de un auto, le valieron a un hombre de 36 años el alojamiento por varias horas en una dependencia policial, por los que deberá purgar tres años y seis meses de cárcel. Además, no gozará de beneficios en su detención ya que fue declarado reincidente por el juzgado de Sentencia de la 5ª Nominación, confiaron fuentes del caso.

El primero de los hechos se produjo en abril de 2007, cuando una mujer que llevaba una cartera que contenía 20 pesos y unas pocas pertenencias fue despojada de su bolso al llegar a la intersección de las calles Ameghino y Pasaje Hertz, en la zona sur.

Luego del hecho, la señora comenzó a gritar pidiendo auxilio y fue así que personal policial que pasaba por la zona fue alertada por vecinos de lo sucedido, y tras conversar con la víctima, comenzó a buscar al arrebatador, que fue atrapado a las pocas cuadras, todavía con los elementos sustraídos en su poder.

El muchacho fue identificado como Cristian Ariel L., por entonces de 33 años, quien fue procesado por tentativa de robo por el Juzgado de Instrucción de la 12ª Nominación.

El otro incidente ocurrió en septiembre de 2008: en esta oportunidad el hombre intentó robar las pertenencias que había en la guantera de un auto que estaba estacionado en Buenos Aires y Centeno, también en la zona sur.

El acusado introdujo las manos por el ventiluz del vehículo con la intención de sacar un teléfono celular que había sobre la guantera, pero una mujer que estaba en el interior del vehículo gritó y sus alaridos alertaron a su hijo que había descendido para realizar unas compras, refirieron en su momento fuentes policiales.

Cuando el familiar de la mujer salió en su defensa, el ladrón lo amenazó con una especie de hacha y salió corriendo, aunque fue detenido poco después por la Policía a las pocas cuadras con el arma impropia entre sus ropas.

Esta vez el Juzgado de Instrucción Nº 8 lo procesó por robo calificado por uso de arma blanca en grado de tentativa.

Por estos dos hechos la Fiscalía solicitó la imposición de una pena de seis años de prisión por los delitos de robo y tentativa de robo.

El juez de Sentencia de la 5ª Nominación, Gustavo Salvador, entendió que en el primer hecho, a contrario de lo que consideró la Fiscalía, no hubo robo sino tentativa, ya que existió un lapso muy corto entre la comisión del hecho y la detención del autor del arrebato e incautación de lo robado.

En relación al segundo hecho, el magistrado valoró entre las pruebas que incriminaron a Cristian L. un reconocimiento en rueda de personas, además de la confesión del acusado, que aclaró que no usó ningún tipo de armas para cometer el hecho.

El juez Gustavo Salvador consideró que un trozo de hierro –en relación a la especie de hacha que se le secuestró al acusado, mencionada como arma blanca– es un elemento intimidante por lo que corresponde condenar al acusado por tentativa de robo calificado por el uso de arma impropia.

Por ambos delitos, el juez de Sentencia 5ª dispuso una pena de prisión de tres años y seis meses y lo declaró reincidente, ya que el acusado contaba con una condena anterior.

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