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Por ahora, seguirán subiendo los precios de las naftas y no hay techo previsto

Por: Silvia Peco

Los combustibles son cada vez más caros, sobre todo para el interior del país. El gobierno parece no controlar la situación.
Los combustibles son cada vez más caros, sobre todo para el interior del país. El gobierno parece no controlar la situación.

Los precios de los combustibles al público siguen en aumento y por el momento no hay techo previsto, porque las empresas buscan recuperar los valores en dólares hasta alinearlos con los de la región, en un proceso que comenzó ya a fines de 2007.

En abril, entre el 10 y el 12, YPF subió los precios para achicar la diferencia con la competencia y para no seguir ganando mercado porque ya alcanzó el tope que puede abastecer con la capacidad actual de sus refinerías.

Pero las otras empresas que operan en el mercado –Esso, Shell y Petrobras– continuaron aplicando ajustes en las últimas semanas, por lo cual hay motivos para creer que se volvió al punto de partida, y la diferencia de precios entre las compañías puede anticipar una suba de combustibles por parte de YPF.

Por otra parte, la demanda creciente de naftas y gasoil juega a favor de los aumentos de precios que son varias veces superiores a la inflación, aun considerando los índices de las consultoras privadas.

Sólo en el área de Capital Federal y del Gran Buenos Aires, la nafta premium cuesta igual en todas las marcas: 4,309 pesos por litro. En cambio, la nafta súper de YPF es 25 centavos más barata que la de Shell, y cuesta 11,8 y 9,8 centavos menos que en Esso y Petrobras, respectivamente.

En el caso del gasoil común, el litro vendido por YPF está 43 centavos más barato que el de Shell, 21 centavos menos que el de Esso y 14 menos que el de Petrobras. En el diésel premium, en tanto, las diferencias son menores: entre el valor de YPF y el de Shell, la diferencia es de 15,7 centavos, y baja a 6,7 centavos con Esso y 8,5 con Petrobras.

Por supuesto, en el interior del país los precios son más caros en todos los casos.

Un hecho es que tradicionalmente en la Argentina, Shell siempre tuvo los precios más altos y se dirigió a un segmento particular dentro del mercado. Esso y Petrobras, en tanto, se caracterizan más por intentar un punto de equilibrio entre YPF y Shell.

Pero algo está cambiando y se pueden suponer diversas razones. Entre ellas: el público es más sensible a las diferencias de precios, la calidad de los combustibles no ofrece variantes significativas, e YPF, que concentra el 55 por ciento del mercado, necesita recomponer precios en dólares para revalorizar a la empresa frente a los accionistas españoles, algunos muy proclives a venderla para hacer efectivo. Para la ex empresa estatal, además, la rentabilidad disminuye si tiene que comprar petróleo a terceros, lo que ocurre con la variedad más liviana, cuando exige operar a full a las refinerías.

Las demás empresas, sin crudo propio, no pueden dejar de aprovechar el nuevo escenario, y nadie va a aceptar vender igual o más barato que YPF, porque ésta corre con la ventaja de procesar el petróleo que ella misma extrae.

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