Mario Pontaquarto, el “arrepentido” en el juicio por los supuestos sobornos en el Senado, contó hoy que la SIDE le pagó un sueldo mensual de 3 mil pesos luego de aceptar entregar el dinero de aquellas coimas hasta la caída del gobierno de la Alianza en diciembre de 2001.
Según señaló al continuar hoy su relato ante los jueces, el ex secretario parlamentario sostuvo que la SIDE le prometió un cargo en el exterior luego de que él aceptara entregar el dinero de los sobornos a senadores justicialistas para asegurarse la aprobación de la ley de reforma laboral.
Pero la promesa -aseguró- nunca se cumplió y por eso, como moneda de cambio, le pagaron tres mil pesos mensuales “en negro” hasta diciembre de 2001, cuando cayó el gobierno del entonces presidente Fernando de la Rúa, también acusado en este juicio.
Ante preguntas de la defensa del entonces titular de la SIDE Fernando De Santibañes, también imputado, el ex funcionario dijo que por acuerdo con Carlos Becerra, sucesor de De Santibañes en el organismo de inteligencia, cobró ese dinero mensualmente.
“Claramente pensé que era un proceso habitual, que tenían recursos para eso”, dijo Pontaquarto sobre la SIDE, y agregó: “de la política se hablaba como una caja negra”.
El “arrepentido” comenzó esta jornada a responder las preguntas de los defensores de los acusados en el marco del juicio oral y público que lleva adelante el Tribunal Oral Federal Número 3.
Dijo también que el entonces presidente provisional del Senado José Genoud (ya fallecido) le aseguró que una parte del dinero del soborno presuntamente destinado a senadores del PJ le iba a ser entregada, pero remarcó que eso nunca ocurrió.
Pontaquarto aseguró que antes de realizar la “confesión” ante la Justicia en diciembre de 2003, previamente avisó lo que iba a hacer al entonces jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra; y al entonces jefe de Gabinete de la Nación, Alberto Fernández.
“Antes de ir a hacer la denuncia tiré el celular en el inodoro”, recordó Pontaquarto, quien dijo que a esa altura la noticia se había filtrado y recibía numerosos llamados.
En caso de finalizar la indagatoria en la jornada de hoy, tal cual el orden que fijó el Tribunal Oral Federal Nº 3, se le dará el uso de la palabra al ex presidente De la Rúa.
Luego de la extensa ronda de preguntas que hicieron los defensores, y por orden del tribunal se emitió el video de la entrevista que en diciembre de 2003 dio Pontaquarto a la entonces revista TxT.
De esa entrevista, se rescata lo dicho por el “arrepentido” en cuanto a que su participación en la maniobra fue el “error más grande” de sus 41 años de vida.
Además, tal cual expresó en la audiencia, aseguró que la confesión la hizo “por sus hijos”: “no quería decirles que la política era esto”, agregó.
En la grabación, Pontaquarto dio cuenta que al entregar el dinero del soborno en el edificio que el entonces senador del PJ Emilio Cantarero (quien no está en el juicio por problemas de salud) tenía sobre la avenida Callao, éste le dio un listado de “siete nombres” de legisladores, y pegado a alguno de ellos estaban los montos a repartir.
Entre esos nombres anotados en un oficio que dijo conservar, Pontaquarto expresó que estaba el nombre de “Gioja” (José Luis), actualmente gobernador de San Juan.
Durante su relato, Pontaquarto fue cuestionado por contradicciones que señalaron algunos de los defensores, entre ellas, el de Santibañes que dio a entender que por la entrevista dada a la revista TxT el “arrepentido” entregó una factura por los 25 mil pesos que cobró, lo que aquel negó.
En la lista de interrogatorios fijada por el Tribunal Oral Federal Nº 3 luego de Pontaquarto le sigue el ex presidente De la Rúa, imputado al igual que el resto del delito de cohecho el cual prevé una pena máxima de hasta seis años de prisión.
La ley de reforma laboral fue aprobada a fines de abril de 2000, y el hecho que se juzga se gestó antes según la confesión de Pontaquarto en una reunión en Casa Rosada y en la que De la Rúa expresó: “eso arreglenló con De Santibañes” en referencia a las “otras cosas” que el peronismo reclamaba para dar su apoyo a la polémica norma.
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