El gobierno nacional anunció ayer a las concesionarias de automóviles que comenzará a controlar las entregas de vehículos para verificar si se cumple con las unidades previstas dentro del plan Procreauto. Hasta agosto pasado se habían otorgado 14.300 préstamos para la adquisición de autos y hasta el momento se entregaron solamente 9 mil, informó el Ministerio de Industria.
El programa, según las cifras del Banco Nación, recibe alrededor de 600 consultas diarias por el financiamiento del plan y se concreta aproximadamente el 70% de las averiguaciones diarias.
La decisión fue comunicada por la ministra de Industria, Débora Giorgi, a los gerentes de las principales concesionarias, que concurrieron encabezados por el titular de la Asociación de Concesionarias de la República Argentina (Acara), Abel Bomrad.
El encuentro se hizo luego de de que la presidenta Cristina Fernández responsabilizara a la industria automotriz de “encanutar” las unidades y no responder a las demandas de los clientes.
Bomrad había respondido a la jefa del Estado: “No veo dónde está el negocio de encanutar los autos. Se supone que tanto industria como comercio generan la utilidad con el movimiento. En el caso del concesionario, éste vende lo que puede reponer”.
Giorgi recibió a los empresarios acompañada por funcionarios de segunda línea del ministerio de Economía, el Banco Nación, y de la secretaría de Comercio, que en adelante será el organismo encargado de controlar a las concesionarias. Los funcionarios analizaron con las concesionarias las ventas realizadas a través del plan junto con los gerentes de las automotrices.
Giorgi le señaló a los empresarios que el gobierno no permitirá que haya problemas en la entrega de los vehículos comprados con el Procreauto y les recordó que las terminales adhirieron al plan.
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