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primeros auxilios

Policías salvaron la vida de un abuelo en la ciudad de Santa Fe

El hecho fue este viernes un local de comidas rápidas cuando un hombre mayor se encontraba desayunando y se atragantó con comida. Los uniformados le practicaron primeros auxilios.


Los suboficiales Wilson Mazó y Alejandro Bruna, de la Brigada Motorizada de la Unidad Regional I de la Policía de Santa Fe, salvaron este viernes la vida de un hombre de 83 años que se había atragantado con un trozo de medialuna en un local de comida rápida.

Esta mañana, en diálogo con los medios de comunicación, la subcomisaria Ivana Carballo, jefa de la Brigada Motorizada, explicó que mientras las agentes cumplían funciones de rutina acudieron a un llamado de un personal de seguridad que trabaja en un local gastronómico ubicado en Eva Perón y San Martín.

Los dos uniformados y protagonistas de esta historia explicaron cómo actuaron. El suboficial Wilson contó que “íbamos patrullando la zona asignada y avistamos al seguridad del local que hace señas desde el interior. Descendemos de las motos, ingresamos y nos encontramos con este señor de avanzada edad que no podía respirar y estaba prácticamente azul porque le faltaba el aire”.

Como el octogenario “estaba a punto de desvanecerse –precisó Wilson– lo levanté y mi compañero procede a hacer la maniobra de Heimlich, que aprendimos en el curso de la motorizada. Por suerte salió todo bien”.

Por su parte, Bruna dijo que con dicha práctica paramédica “se trata de buscar el punto del esófago y de ejercer presión con el dedo pulgar sobre el tórax para que la persona expulse lo que le obstruye las vías respiratorias”.

“Tomé desde atrás (al hombre) y practiqué la maniobra. Tras reiterados intentos expulsó lo que tenía, que era un trozo de medialuna. Luego, cuando se normalizaron sus signos vitales y empezó a respirar con normalidad, le dimos agua, se puso de pie y no quiso ser atendido porque tenía una patología rara y no quería que nadie lo toque”, expresó Bruna.

Finalmente, los oficiales contaron que el abuelo “se paró, nos dio las gracias, estaba contento con nuestra labor, y se retiró”.

Tanto Mazó como Bruna integran las filas de la Brigada Motorizada de la URI, tienen 21 y 26 años y regularmente viajan a la ciudad de Santa Fe desde su pueblo natal, El Nochero, para cumplir sus funciones.

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