Policiales

Otra indagatoria a uniformados

Policías de Esperanza suman acusaciones luego de que recuperaran conversaciones de chip dañado

El entonces jefe de la brigada del departamento Las Colonias y dos subalternos están procesados por conformar una asociación ilícita que daba protección a un narco de la región. Con los nuevos indicios, ahora quedaron en la mira por abastecer de drogas a búnkers y cobrarles por protección


La situación procesal del ex jefe de la Brigada Antinarcóticos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la ciudad de Esperanza, la de un suboficial y de una oficial se agravó en la última semana luego de que la Fiscalía federal pudiera rescatar conversaciones de un chip de teléfono y ahora no sólo los investigan por favorecer a la banda narco sino también por comprales drogas.

El entonces titular de la Brigada Antinarcóticos, Lucas Gabriel Nos; el suboficial Matías Cosentini y la oficial María Belén Muratore están detenidos desde hace un año y procesados en la investigación que está a cargo del fiscal federal Gustavo Onel.

El chip en cuestión pertenecía a Cosentini y fue misteriosamente dañado en el depósito de pruebas de la Policía. Sin embargo, en los últimos días se conoció que los peritos de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) lograron reconstruirlo y quedaron en evidencia conversaciones que pueden comprometer aún más a los uniformados.

En base a esto, el fiscal federal tiene la hipótesis de que los acusados no sólo brindaban protección al narco, sino que también le compraban droga que luego repartían entre búnkers de Esperanza y otras localidades del departamento Las Colonias.

Además, los indicios recolectados hasta el momento dieron cuenta que los policías hacían procedimientos contra aquellos que no pagaban las “cuotas” y, de ser necesario, “plantaban” narcóticos para asegurar el resultado.

Como si todo esto fuera poco, los investigadores sospechan que parte de lo recaudado “subía” hacia estratos superiores de la fuerza. Los tres policías, el narco Daniel Carlos Segovia y otras personas conformaron una asociación ilícita, explicaron voceros relacionados al caso.

El domicilio de Cosentini fue allanado el 4 de julio del año pasado por pedido del fiscal Ezequiel Hernández, de la Unidad de Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación (MPA). El policía había denunciado el extravío de su arma de fuego reglamentaria y el funcionario del MPA buscaba elementos para determinar si la pistola había sido perdida, vendida o alquilada.

En aquella oportunidad, entre otras cosas, fue incautado y puesto a resguardo el teléfono del sospechoso, que se desempeñaba en la Brigada Antinarcóticos de la AIC en el departamento Las Colonias, pero entonces fue pasado a disponibilidad. Todo esto sucedió antes de que estallara el escándalo en Esperanza.

El aparato iba a ser peritado por esa causa el 7 de agosto, pero cuando los expertos fueron a buscarlo el celular estaba visiblemente dañado. No se podía encender ni cargar su batería. Además, la tarjeta SIM había sido cortada a la mitad. Ese chip fue ahora recuperado por la Unidad de Investigaciones y Procedimientos Judiciales Santa Fe de la GNA.

“Consideramos con el grado de sospecha requerido que los nombrados Lucas Gabriel Nos, Matías José Cosentini y María Belén Muratore mientras se desempeñaban como comisario -jefe-, suboficial y oficial respectivamente, del Grupo de trabajo Las Colonias de la AIC, habrían conformado junto con otras personas (Daniel Carlos Segovia y otros siete sujetos que se dedicaban al tráfico de estupefacientes) una asociación ilícita delictiva de carácter estable, con soporte estructural y división de roles, que habría tenido por objetivo la comisión de distintos hechos ilícitos cuyo fin fundamental y último habría sido el tráfico de estupefacientes con finalidad de lucro, en las localidades que conforman el departamento Las Colonias (fundamentalmente en su cabecera ubicada en la ciudad de Esperanza, aunque también en Franck, Las Tunas, San Carlos, Progreso y San Agustín, entre otras) cuanto menos desde el mes de septiembre de 2022 y hasta el mes de mayo de 2023 (período de tiempo constatado en virtud de las conversaciones habidas del aparato telefónico de Cosentini)”, explicó el fiscal al solicitar las nuevas indagatorias.

Con las conversaciones telefónicas que salieron a la luz, los investigadores pudieron reconstruir parte de las maniobras. Así afianzaron la hipótesis de que en mayo de 2023 Cosentini había utilizado un vehículo oficial con fines ilícitos, cuando fue a encontrarse en la ciudad de Santa Fe con Segovia, el proveedor de drogas.

Por otra parte, entendieron que en realidad no era el narco el que pagaba a la policía por protección, sino Cosentini era el que abonaba por la compra de droga que luego iba a ser revendida en los búnkers de Las Colonias.

Los dealers no sólo les habían pagado a los policías el precio de los estupefacientes que les proveían, sino que también les abonaban una “cuota” comprensiva de la “habilitación” para ejercer esa actividad y tener “garantía/protección” en su accionar ilegal.

Como contraprestación, los uniformados Antinarcóticos evitaban cualquier investigación propia en esos lugares. Además, a los “abonados” les informaban sobre investigaciones de otras fuerzas y denuncias que surgían, fueron los puntos principales que buscan probar esta pesquisa y que explican para la Fiscalía el porqué de que varias causas abiertas respecto de puntos de venta en esa zona terminaban con resultados negativos.

Las conversaciones en el celular de Cosentini  son elocuentes.

Una es del 2 de diciembre de 2022 entre Nos y Cosentini:

C: “Amigo … Cucha la mercadería de los amigos … Serían 19mil los 10graos?”

N : “Ola amigo … claro claro … 190 mil los 100 gramos … Y x lo que dijo la mina … Ellos venden casi 100 gramos cada 2 dias … Y los finde deben bender 1 cuarto seguro … Y amigó … Tenés todo armando?”

C: “Era para el bobo de w pero Plata en mano le dije y ni me contesto … Si amigo recién termine de armar 90 bochitas jajaja”.

En otra interviene Cosentini y W (dealer) del 10 de marzo de 2022:

C: (foto) … Amigo estamos con esto tene cuidado … Avísale a la mina que no salga hacer Delivery nada que los gendarmes andan de civil … Ya te voy a pasar la patente”.

W: (audios)

C: “Ahí los escucho … No no pero los vimos hoy … No van hacer allanamientos … Van hacer controles y chequeo … Pero viste que ustedes están en el centro y ahí van a estar”

También recuperaron una del 22 de diciembre de 2022 entre Nos y Cosentini: 

Otra entre Nos y Cosentini, del 22 de febrero de 2023:

N: “Amigo … Abisale a nuestra gente de lo k te enteraste … Para q guarden todo … Teléfonos, plata y k no tengan nadan de nada … Pero k no lebanten mucho la perdiz xq sino se cae lo nuestro”

C: “Si si le mande por lo de gendarmería … Encima pero de todo qué el vago de gendarmería me saludo como que si me conociera … así quede”.

N: “Ojalá q agan caso … Y k escondan todo … Me trago rica nomás, vo tene la otra … Lo otro deja sin efecto al menos hasta saber que hace g allá”

Ampliar las indagatorias

Por los nuevos elementos reunidos, la Fiscalía solicitó ampliar la declaración indagatoria a Nos, Cosentini y Muratore, y de Daniel Carlos Segovia junto a otras siete personas acusadas de narcomenudeo. La audiencia fue el miércoles de la semana pasada en Santa Fe, ante el juez Reinaldo Rodríguez. Todos los involucrados se negaron a declarar. Ahora, el magistrado deberá decidir si procesa o no a los involucrados.

“Los hechos imputados, en cuanto denotan que los policías mencionados se asociaron con narcotraficantes dentro del territorio que debían preservar del delito, revisten una gravedad institucional que no puede soslayarse, ya que comprometen las responsabilidades asumidas por el Estado Argentino en materia de lucha contra el narcotráfico y contribuyen de manera directa a un aumento de la violencia social que impacta en toda la comunidad, pero muy especialmente en personas jóvenes pertenecientes a los sectores sociales más vulnerables”, argumentó el fiscal Onel su pedido para nuevas indagatorias.

La recaudación y los superiores

“Se evidencia que la recaudación de la asociación se habría distribuido entre los miembros de la dependencia (Nos, Cosentini y Muratore), quienes mencionaban en las conversaciones que parte del provecho económico obtenido estaba destinado a escalas superiores de la cadena de mando policial, respecto de quienes, al no haberse comprobado hasta el momento una exteriorización conductual compatible con la imputación, esta Fiscalía Federal no impulsará por ahora la acción penal”, explicó el funcionario del Ministerio Público Fiscal.

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