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Policía y Servicio Penitenciario recibieron unas 6 mil armas

Se trata de más de 5000 pistolas semiautomáticas calibre 9 milímetros de origen nacional y unas 800 escopetas calibre 12 que fueron repartidas entre el personal de la Policía de Santa Fe y el Servicio Penitenciario.


Foto: gentileza del Ministerio de Seguridad de Santa Fe,

El ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro entregó este viernes más de 5000 pistolas semiautomáticas calibre 9 milímetros y alrededor de 800 escopetas calibre 12, además de municiones y otros elementos para la Policía y el Servicio Penitenciario (SP). El acto se desarrolló en la plaza de armas de la Unidad Regional II.

Voceros de la cartera de Seguridad especificaron que la compra de nuevas armas para la Policía y el Servicio Penitenciario tiene una inversión total de 56.959.500 pesos. Del total de pistolas adquiridas, 150 unidades estarán destinadas al Servicio Penitenciario y las 5000 restantes se entregaron para la Policía. En tanto que de las escopetas, 200 son para el Servicio Penitenciario y 600 para la Policía. A esta entrega de armamento se le sumaron dispersores, cartuchos antitumultos, equipos antitrauma y municiones que fueron puestas a disposición de la Policía de la Provincia de Santa Fe, describieron las fuentes.

“En lo que va de nuestra gestión llevamos adelante una inversión en compra de equipamiento por más de 1.100.000.000 pesos para la Policía de Santa Fe y el Servicio Penitenciario. Hemos comprado durante nuestra gestión diferentes armamentos: escopetas, pistolas, escudos balísticos, equipo anti trauma, disuasores químicos”, explicó Pullaro sobre la inversión realizada en materia de equipamiento para las fuerzas de seguridad pública.

“En los últimos años le sacamos una diferencia considerable a todas las Policías de la República Argentina y Servicios Penitenciarios”, agregó Pullaro.

Por otro lado, el ministro aseguró que esta entrega de armas y municiones “tiene que ver con un plan de reentrenamiento policial en donde la policía una vez por año hace prácticas de tiro, utiliza su arma y también repone las municiones”. Luego de la reposición de municiones y cuando se hace el recambio de armas, “hacemos un trabajo en conjunto con la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) porque todas las pistolas que dejan de estar en funcionamiento, nosotros a través de la División Logística de la Policía las mandamos a destrucción” explicó el ministro.

Los modelos adquiridos corresponden a pistolas semiautomáticas doble acción, calibre 9 milímetros Marca Bersa, modelo TPR, de origen nacional. La misma cuenta con seguro de martillo y percutor, palanca de abatimiento del martillo, indicador de cartucho en recamara visual y táctil. Asimismo poseen un ambidiestro de todas sus palancas y tres cargadores de 17 cartuchos.

En tanto que las escopetas son de Marca Hatsan, modelo Escort Aimguard, origen Turquía. Sus características más importantes son de calibre 12/7-12/76 MAGNUN, con doble uña extractora. Posee culata fija y chimaza de polímero, con una capacidad de carga de 7 + 1 cartuchos.

Foto: gentileza Ministerio de Seguridad de Santa Fe

 

La compra estuvo a cargo de una Comisión Técnica Evaluadora, creada por Resolución Ministerial N°855/18 integrada por personal policial, penitenciario y funcionarios ministeriales. En ese sentido, el secretario de Coordinación Técnica y Administración Financiera, Gustavo Puccini, remarcó que “desde el primer momento en que asumimos, conformamos mesas de trabajo entre el personal policial, personal del servicio penitenciario, personal del ministerio de seguridad, para a través de comisiones técnicas evaluadoras creadas por resolución, en cada compra que se hace poder armar los pliegos, visitar los oferentes, armar el análisis de las ofertas y después la recepción de cada uno de los elementos que se fueron adquiriendo”.

Y en ese sentido Pullaro agregó que “los policías que son quienes están en la calle, quienes en definitiva arriesgan su vida, nos van guiando y diciendo cual es el equipamiento que necesitan, y nosotros administrando correctamente el presupuesto que nos da la provincia, que este año fueron casi 24 mil millones de pesos, el segundo presupuesto más importante que tiene el gobierno de Santa Fe, trabajamos para equipar y que a la Policía no le falte absolutamente nada, y en ese sentido también trabajamos para mejorar permanentemente toda la logística para que los recursos que tiene el Estado de Santa Fe llegue a todos lados”.

“A los dirigentes que nos formamos en democracia siempre nos había costado relacionarnos y vincularnos para gestionar la seguridad. Los últimos años han demandado que los dirigentes políticos trabajemos al lado de los funcionarios policiales” destacó el ministro de seguridad provincial.

De encuentro participaron: el secretario de Seguridad Pública, Omar Pereyra; el subsecretario de Seguridad Pública Roque De Lima; el subsecretario de Asuntos Penitenciarios Juan Manuel Martínez Saliba; la directora provincial de Relaciones Institucionales del Servicio Penitenciario Lucia Masneri; el jefe de Policía de la Provincia de Santa Fe, director general Marcelo Villanúa; el subjefe de Policía de la Provincia de Santa Fe, director general Carlos Prost; el jefe de la Unidad Regional II, Juan Pablo Bengoechea y el subjefe de la Unidad Regional II, Claudio Romano, entre otras autoridades.

Control y registro balístico

La Subsecretaría de Control de Armas lleva a cabo diversas estrategias de control hacia el interior de la fuerza policial para fortalecer la seguridad y la transparencia en la gestión de armas y municiones. Bajo esta línea de acción se encuentra el Registro de Identificación Balístico que tiene como objetivo generar una base central de información útil sobre el arma y su portador.

La implementación de esta herramienta permite identificar e individualizar cada arma de fuego según las estrías del cañón y las marcas producidas sobre la ojiva y la vaina. El registro cuenta en la actualidad con más de 14.500 armas auditadas y el proceso continúa hacia el interior de la Policía como con las próximas camadas de agentes que se incorporen a la fuerza.

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