Policiales

Justicia por David y Ema

Policía imputado de encubrimiento recuperó la libertad

Se trata de uno de los uniformados que llegó momentos después a la escena del crimen. Por el hecho 18 policías pertenecientes al Comando Radioeléctrico y PAT fueron imputados. Dos de ellos como autores del crimen y el resto como encubridores.


Uno de los policías involucrados en el encubrimiento a los asesinatos de Alejandro Emanuel Medina, de 32 años, y  David Ezequiel Campos, de 28, ocurridos el 23 de junio pasado tras una persecución policial recuperó la libertad. El uniformado se encontraba en arresto domiciliario y la Cámara Penal  hizo lugar a un pedido de su defensa. Es uno de los 16 uniformados que llegaron al lugar del hecho instantes después de desatada la balacera contra el auto de las víctimas.

Eran cerca de las 11 del 23 de junio. Emanuel y David habían salido la noche anterior y estaban amanecidos. Circulaban en un Volkswagen Up. Por causas que no se establecieron se inició una persecución policial que terminó en Callao al 5700. El auto terminó chocando contra un árbol y las víctimas murieron producto de las balas policiales. La Fiscalía explicó que determinó que no hubo fuego cruzado. En el auto se encontraron dos armas junto a las víctimas aunque la pericia concluyó que el arma adjudicada a Medina tenía aptitud para el disparo pero no fue usada. La víctima no tenía partículas de pólvora en las manos. Mientras que el arma que la Policía dijo haber encontrado en las cercanías de Campos, tenía en su interior dos vainas percutadas. Pero ambas no fueron disparadas en ese momento.

Por el hecho hay dos policías acusados de homicidio, uno de ellos internado en una clínica psiquiátrica. Otros 16 están involucrados por encubrimiento, muchos de ellos con prisión domiciliaria. En septiembre tres mujeres recuperaron la libertad, luego de declarar y aportar datos a la causa.

Este martes la Cámara Penal a través de la vocal Carolina Hernández evaluó la situación del policía y decidió la liberación de Leandro C. Además fijo algunas restricciones para el uniformado, entre ellas: fijar domicilio, no salir de la jurisdicción sin previo aviso al órgano acusador, someterse al cuidado de su padre que hace las veces de garante, presentarse semanalmente en Tribunales  y le prohibió el contacto con los otros coimputados por cualquier medio o los familiares de la víctima.