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Policía en auto sin patente atropelló a dos adolescentes

Según testigos del hecho, el conductor atravesó el semáforo en rojo cuando los chicos cruzaban la calle.

Un funcionario policial de 27 años que cumple tareas en la Unidad Regional II, quien se trasladaba a bordo de un Ford Escort sin patentes, embistió a una parejita de adolescentes ayer a la tarde cuando cruzaban las intersección de los bulevares Seguí y Oroño. Testigos del hecho y familiares de las víctimas denunciaron que el automovilista cruzó el semáforo en rojo, intentó irse del lugar, gritó alterado a los presentes y que dentro del vehículo llevaba un revólver. En ese sentido, personal de la División Judiciales dijo no tener conocimiento del hecho. Los adolescentes atropellados quedaron internados en el hospital Roque Sáenz Peña en observación por los traumatismos sufridos en el siniestro. Familiares de los menores remarcaron que el chico se llevó la peor parte debido a que luego de que el coche lo embistiera, cayó sobre el techo del auto, rompió el parabrisas, y fue expulsado al menos 20 metros.

Claudia, una de las vecinas que presenció el choque, dialogó con El Ciudadano y contó que todo pasó cerca de las 16, cuando un automóvil sin patente visible que transitaba por bulevar Seguí de oeste a este pasó el semáforo en rojo y embistió a una parejita que caminaba por bulevar Oroño hacia el sur y quiso atravesar Seguí.

Como consecuencia del impacto, una adolescente, identificada como Yamila B., de 17 años, quedó tendida en el asfalto mientras que su novio, Facundo E., de 16, cayó sobre el techo del auto, rompió el parabrisas y fue despedido al menos 20 metros.

“El conductor vio que el semáforo se ponía en rojo y aceleró. Los chicos cruzaban por la senda peatonal y trataron de correr pero los chocó igual. El auto estaba sin patentes y se quedó por la cantidad de personas que había en el lugar, que lo retuvieron, porque se quería ir”, relató la mujer mientras esperaba que le tomaran la declaración en la seccional 15ª.

“El que manejaba el Escort estaba alterado. Nos gritó a las personas que estábamos en el lugar y decía que era policía. Adentro del auto estaba una de las patentes y había un revólver. Nadie le hizo algún control de alcoholemia o de drogas”, contó Claudia, quien especificó que la primera ambulancia que llegó al lugar cargó al conductor del auto en vez de al chico atropellado, que estaba inconciente.

En tanto, personal del Sies aclaró que el médico encargado del móvil determina qué paciente es derivado primero y remarcaron que los únicos que pueden realizar controles de alcoholemia como solicitaban los vecinos son las fuerzas policiales y el personal de Tránsito.

“Dijeron que se lo llevaron porque estaba con pérdida de conocimiento pero era mentira. Nos contestaba a todos con insultos. No sé si estaba borracho pero algo tenía, como si estuviese drogado. Abajo del asiento del conductor estaba la patente del auto. Es una vergüenza que atiendan primero a un asesino porque podría haberlos matado. Nosotros queremos que la Policía nos cuide, no que haga estas cosas”, señalaron casi al unísono testigos del hecho.

Por su parte, Alberto B., papá de Yamila, contó a El Ciudadano que apenas ocurrió el siniestro llegó al lugar y le preguntó al conductor si tenía los papeles del auto. “El hombre me mostró como cinco credenciales y decía que era policía. Los policías que estaban en el lugar me sacaban, hasta que me metí y le saque una foto al revólver que tenía adentro del Escort con las balas. Mi pregunta es: ¿Qué hacía un policía con un arma que no es la reglamentaria, en un auto sin patentes y conduciendo a esa velocidad? Estaba en un estado raro, parecía como drogado”, explicó el papá en la puerta de la guardia del Roque Sáenz Peña.

“Gracias a Dios mi hija está bien, dolorida por todos los golpes pero bien. Ahora estamos viendo qué pasa con Facundo porque se llevó la peor parte. Tuvo golpes muy fuertes en la cabeza. Por ahora está bien pero le están haciendo estudios”, remarcó angustiado el hombre ayer a la tarde, mientras que la mamá de la adolescente contó que mañana (por hoy) el chico cumple los 17 años.

“Mi hija me contó que el auto cruzó en rojo y cuando lo vieron intentaron correr, pero los chocó igual. Vamos a denunciar esto porque los podría haber matado”, prosiguió el hombre, quien mostró el acta de procedimiento radicada en la seccional 15ª, que hace referencia a la identidad del conductor como Ariel G., de 27 años.

A su vez, las fuentes policiales confirmaron que el protagonista del siniestro es un efectivo policial, el cual fue trasladado al Heca para recibir las curaciones correspondientes. Sin embargo, los pesquisas minimizaron el hecho y dijeron que “fue un accidente de tránsito como cualquier otro donde tres personas resultaron lesionadas”. Esto, a pesar de todas las irregularidades cometidas por el conductor del auto, que es un funcionario público.

El caso es investigado por el Juzgado Correccional 5ª con la colaboración del personal de la División Judiciales y de la comisaría 15ª, que tiene jurisdicción en la zona.

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