Ciudad

Polarizados: insisten en que Rosario está “en infracción”

Desde la provincia advierten que fuera de la ciudad no se admite la tonalidad permitida por el municipio.

Tras la polémica suscitada ayer luego de que los talleristas autorizados para llevar a cabo la Revisión Técnica Vehicular (RTO) salieran a advertir que los rodados que coloquen en sus vidrios la tonalidad “intermedia” autorizada por el municipio “no aprobarán” las revisiones debido a que aún no habían sido notificados por escrito al respecto, desde la administración que encabeza Hermes Binner salieron a explicar la situación. Y lo hicieron, pero todo aún sigue lejos de aclararse. La subsecretaria de Seguridad Vial de Santa Fe, Hebe Marcogliese, quien ayer no se había expresado sobre la cuestión, sostuvo en diálogo con este medio que los laminados de control solar que “fueron reglamentados por el Ejecutivo sólo tienen habilitación dentro del radio de la ciudad”, y que, fuera de los límites de Rosario “el vehículo estará en infracción”. En ese marco, la funcionaria volvió a recordar que “este tipo de normas de seguridad son competencia exclusiva del gobierno nacional”, y que, por lo tanto, la legislación carece de validez fuera del ejido urbano local.

Si hay algo que se ha puesto al descubierto con las idas y vueltas en torno a cuáles serán las consecuencias que pueda llegar a sufrir o no un automovilista local que circule fuera de la ciudad con la tonalidad autorizada por el municipio es la falta de comunicación entre la provincia y el municipio. Lo que tal vez haga aún más llamativa la cuestión es que ambos gobiernos son del mismo signo político.

En primer término Marcogliese indicó ayer que el municipio, con la reglamentación de la ordenanza, lo que “hace es permitir que en la ciudad se puedan colocar y circular con este tipo de láminas con tonalidad intermedia”. Pero al momento de la revisión técnica obligatoria (RTO) se deberá dejar constancia de que ese uso es sólo permitido en los límites de Rosario. “Es decir, fuera de allí el vehículo no cumple con las normas de seguridad establecidas por la Nación y estará en infracción”, subrayó.

Pasándolo en limpio, si bien los automovilistas ya no deberán pasar por el amargo trance de quitar la lámina más oscura (siempre y cuando, obviamente, cuenten con la oblea autorizada por el municipio) cuando vayan a realizar la RTO, en el certificado que expide la empresa quedará por escrito una leyenda que el rodado no respeta los parámetros establecidos.

“No entiendo cómo desde el municipio de la ciudad se ocuparon de un tema en el que no tienen competencia. Si todos hacemos eso, yo podría reformar la Constitución”, sostuvo al instante la funcionaria con marcada ironía. Posteriormente, Marcogliese insistió en que “aquí no se trata de claros y de oscuros”, sino que lisa y llanamente “no se respetó una competencia nacional”. Y en ese sentido arriesgó que “el tema también roza la irresponsabilidad en materia de seguridad” del tránsito.

Finalmente, la máxima responsable en materia vial en la provincia insistió en que se “necesitan estudios técnicos que indiquen cómo afecta o beneficia este laminado en cuanto a la transmitancia de luz” para aprobar una iniciativa de este tipo. “Y hasta el momento no vi ningún escrito sobre el tema”, disparó.

La historia reciente de la polémica desatada en torno a los polarizados comenzó a desencadenarse el miércoles último, cuando se puso en práctica la ordenanza votada en el Concejo en agosto del año pasado. Luego de que ese día funcionarios municipales realizaran el acto simbólico de colocación de la primera oblea habilitante de las nuevas láminas de “protección solar” (ese es el término que prefieren utilizar en el Ejecutivo) en vehículos, los talleristas autorizados para llevar a cabo la revisión técnica salieron a decir los suyo. Y ya al día siguiente, el jueves, advirtieron que los rodados que coloquen en sus vidrios la tonalidad autorizada por el municipio “no aprobarán” las revisiones, ya que aún no habían sido debidamente notificados por la autoridad competente, que son la Agencia Provincial de Seguridad Vial y la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Ambas están animadas por la misma normativa, que es de orden nacional y a la que Santa Fe adecuó su legislación interna: de allí la necesidad de saber cuál es la postura, la visión de la provincia.

A contramano, la normativa que hablita los “mal llamados” polarizados tiene su origen en un proyecto presentado en el Concejo Municipal por el edil radical y actual precandidato a la intendencia Jorge Boasso. El argumento central de la propuesta giraba en torno a que una tonalidad más oscura en los vidrios presuntamente disminuye el riesgo de encandilamiento en la circulación vehicular, y de ataques con intenciones de robo, al quedar semioculto para el exterior lo que hay dentro del vehículo.

Además, cuando la norma se aprobó, por mayoría, los ediles también apelaron a la “autonomía municipal”, que consagra la potestad del Concejo para legislar en la materia.

Y en ese marco, lo cierto es que desde el municipio salieron a defender la iniciativa desde otro ángulo: sostienen que con la ordenanza se busca darle orden a una realidad anárquica en la materia. Es que los cálculos oficiales indican que en Rosario entre el 30 y 40 por ciento de los vehículos tiene algún tipo de polarizado. Y con la ordenanza en vigencia, a partir de mayo próximo quienes no respeten la tonalidad aprobada ni lleven la oblea reglamentaria deberán abonar una multa que va de 100 a 900 pesos.

Con todo, la normativa habilita expresamente sólo los polarizados intermedios –es decir, aquellos que reúnen las especificaciones técnicas correspondientes a la denominada “20” en los catálogos de fabricación de uso corriente– en gris o negro, prohibiéndose los tratamientos espejados y semiespejados.

Los funcionarios municipales también explican que la flamante ordenanza ayudara a regular el sector de comercios que instalan los polarizados. Actualmente hay 150 empresas de este tipo en la ciudad, aunque sólo 13 están habilitadas para hacerlo. Para obtener las obleas reglamentarias que se exhibirán en los vehículos, los talleres deben registrarse ahora en la Dirección de Tránsito del municipio.

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